Las inyecciones al PSG y el City con las que burlan el control financiero

DEPORTES

Ceferin, presidente de la UEFA y Al-Khelaifi, máximo mandatario del PSG, en un encuentro
Ceferin, presidente de la UEFA y Al-Khelaifi, máximo mandatario del PSG, en un encuentro

Dos fondos, propiedad del emir de Catar y de la familia real de Abu Dabi, insuflan cantidades millonarias que eluden la vigilancia de la UEFA

04 sep 2021 . Actualizado a las 09:18 h.

Detrás de las inyecciones económicas multimillonarias que el PSG y el Manchester City han percibido en la última década están los regímenes de Catar y los Emiratos Árabes. Ambos clubes, señalados por trampear el fair play financiero con la aquiesciencia de la UEFA, iniciaron su escalada con el objetivo de lograr su primera Liga de Campeones. Los parisinos perdieron la final del 2019. Los de Guardiola, la del 2020. El City es el club que más ha gastado en fichajes en la última década. El PSG, el que soporta actualmente las fichas más caras del mundo.

¿De dónde han obtenido su poderío económico?

El fondo Abu Dhabi United Group, propiedad del jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan, miembro de la familia real que rige el emirato de Abu Dabi desde comienzos del siglo XVIII, se hizo con la propiedad del City en el 2008. Pagó 250 millones de euros y situó en la presidencia al empresario árabe Al Mubarak. La familia del jeque —con una fortuna estimada de más de 20.000 millones de euros— controla más del 10% de las reservas petrolíferas del país. Otro fondo, Qatar Sports Investments, vinculado al emir de Catar Al-Thani, con una fortuna estimada de más de 16.000 millones, una gran parte gracias a las reservas de gas natural, se hizo con el control del 70% de las acciones del PSG en el 2011 por 50 millones —otra empresa suya, QIA, compró el 30% restante al año siguiente— y designó a Nasser Al-Khelaifi como presidente. Ambos fondos han sido los que han inyectado millones de euros a sendos clubes.

Pep Guardiola junto al presidente del Manchester City
Pep Guardiola junto al presidente del Manchester City

¿Cuantó han aportado a los clubes los Emiratos Árabes y Catar?

Es muy complejo definirlo por la ingeniería financiera con la que operan ambos clubes. El portal Dyntra, que mide la transparencia de las empresas, ubica la institucional del PSG en un 2,56% y le otorga a la parcela económica y financiera el 0%. El City alcanza en este indicador el 28,57%. El entorno de Zayed Al Nahyan informó en el 2010 que solo en los dos primeros años había inyectado casi 600 millones de euros al Manchester City destinados a fichajes. El club ha invertido desde que asumió la propiedad 2.130 millones en la contratación de jugadores, una cifra récord en el fútbol mundial, y ha obtenido apenas 638 por la ventas. Es la entidad de Europa que peor balance registra en dicho periodo (2008-2021) en este sentido. La consultora Deloitte lo situó en el 2020 como el sexto club de Europa en facturación, con 610 millones, precisamente por detrás del PSG, con 635. En el caso del régimen catarí se estima en el entorno de los 1.000 millones de euros la cantidad que pudo insuflar al cuadro parisino. Desde la llegada de Al-Khelaifi, en el 2011, se ha gastado en fichajes 1.400 millones de euros y ha obtenido por ventas 453,25. El pasado mes de junio, su director deportivo, Leonardo, presentó una partida en la que estimaba para el recién terminado mercado unas ventas por valor de 180 millones. Los parisinos recaudaron apenas 9.

¿Cumple el PSG este año con el «fair play»?

Es prácticamente imposible que pueda hacerlo. Los parisinos han declarado para la temporada 2021-22 un presupuesto de 660 millones de euros y deben afrontar en torno a los 500 —234,6 millones netos según el portal Salary Sport— para satisfacer las nóminas de sus 35 futbolistas con ficha. Messi cobrará 40 millones netos por temporada, Neymar 35 y Mbappé, 25. Marquinhos, Verrati, Di María, Icardi y Keylor Navas se embolsarán 15 millones y los recién incorporados Sergio Ramos y Donnarumma rondarán los 12. El fair play impide destinar más del 70% de los ingresos al pago de los salarios.

¿A qué control está sometido en Francia?

Actualmente, a ninguno. Se beneficia, al igual que el resto de clubes de su país, de la moratoria otorgada por la DNCG, el organismo francés encargado del control financiero y que pospuso hasta el 2023, después del Mundial de Catar, cualquier medida o sanción como respuesta a las dificultades derivadas de la pandemia. La DNCG, que no cuenta con un reglamento específico, reclama liquidez pero permite inyectar dinero cuando se presenta un déficit y no limita —como sucede en España, por ejemplo— el número de fichas con las que puede contar un club, le ofrece de este modo carta blanca al PSG en una temporada en la que vuelve a estar bajo sospecha.

¿Cómo actuó la UEFA ante las irregularidades?

Tanto PSG como City fueron investigados ya por no cumplir con el control financiero que exige la UEFA. En ambos casos han salido del escollo afrontando multas. En el verano del 2017, los parisinos incorporaron a Neymar y Mbappé. La cuantía de ambos traspasos superaba los 400 millones pero el PSG disfrazó la del segundo de cesión con opción de compra obligatoria. La UEFA denunció inyecciones millonarias del holding controlado por Al-Khelaifi pero el TAS acabó cerrando el expediente dos años después por considerarlo fuera de plazo. Este organismo tiene en sus manos ahora la suspensión de dos años sin participar en competiciones europeas con la que la UEFA sancionó al Manchester City, además de una multa de 30 millones, tras considerar probado que infló intencionadamente los ingresos de sus patrocinadores Etihad y Etisalat.

Al-Khelaifi, el gran beneficiado en la asociación de clubes europeos por la Superliga

El presidente del PSG es, desde el pasado mes de abril, la cabeza visible de la asociación que engloba a los principales clubes europeos (ECA), tras la dimisión entonces del máximo mandatario del Juventus, Andrea Agnelli, uno de los máximos responsables junto a Florentino Pérez del lanzamiento de la Superliga. «El liderazgo, la integridad y la unión nunca han sido tan importantes como en este momento del fútbol europeo», declaró entonces Al-Khelaifi, que ya había sido elegido en el 2019 por los clubes como delegado en el comité ejecutivo de la UEFA.

Estrecha lazos con Ceferin

En consonancia con la UEFA y la FIFA, que habían otorgado a la candidatura de Catar el Mundial 2022, Al-Khelaifi se convirtió en uno de los principales opositores al proyecto de la Superliga, lo que provocó un mayor acercamiento entre el mandatario del PSG y el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin. Unos lazos que levantan suspicacias sobre el papel de la UEFA en el control financiero al PSG. Al-Khelaifi y Ceferin se reunieron en Múnich en junio y presenciaron luego juntos, desde el palco del Allianz, el encuentro de la Eurocopa entre Alemania y Francia.

204 millones de pérdidas, un 60% más, el último balance de los parisinos

Según hizo público L’Équipe, el PSG presentó al organismo regulador de las finanzas del fútbol francés una previsión de balance negativo al término de la temporada 2020-21 que eleva la cifra de pérdidas hasta los 204 millones de euros, un 60% más respecto a la campaña anterior cuando los números rojos se habían situado en los 125 millones con una cifra de negocio de 540. De esta forma, el impacto de la pandemia unido a la gestión del club parisino en los dos últimos ejercicios arroja un balance negativo de unos 330 millones.

«El modelo no se sostiene»

El presidente de la entidad que controla la gestión de los clubes, Jean-Marc Mickeler, cifró en unos 800 millones las pérdidas en la liga francesa al término de la última temporada. «Sin una reducción salarial drástica de los jugadores, el modelo actual no se sostiene» denunció.

Xavier Ginesta: «Catar utiliza el deporte para mejorar su imagen como país»

El experto en geopolítica deportiva cuestiona que la estrategia del régimen le esté dando resultados fuera de Oriente Medio

UMedia (UVic-UCC)

 

Xavier Ginesta (Balenyà, 1983) ejerce como profesor de Márketing deportivo, especializado en geopolítica, de la Universidad de Vic. Junto al también docente Jordi de San Eugenio publicó una ardua investigación, publicada en The Conversation, sobre la construcción de la marca Catar a partir del deporte tras su desembarco en el Barcelona. Ginesta ha seguido con atención cada paso que el emirato catarí ha dado en el último cuarto de siglo con una estrategia de la que espera certificar sus frutos en el 2030.

—¿Cuándo y por qué decide el régimen catarí invertir en el deporte a nivel mundial?

—Esta estrategia arrancó ya en 1995 cuando el actual emir, el jeque Tamim bin Hamad Al-Thani, sustituyó a su padre en el poder. Lo que viene haciendo Catar desde entonces es utilizar el deporte para mejorar su imagen como país. De los emiratos del golfo, es el que lo hace de una forma más estructurada. El deporte permite lo que se denomina un lavado de imagen pero tiene también un gran poder tractor para nuevas inversiones.

—¿Cómo estructura la estrategia?

—La inversión en el extranjero llega a través de sociedades como Qatar Investment Authority o Qatar Sports Investments —la propietaria del PSG— o de empresas como Qatar Airways (con patrocinios en el Barcelona, el Roma, el Bayer de Múnich o el Boca Juniors) y busca un retorno en la captación de talento. No es casualidad que Uli Stielike, Guardiola o Xavi Hernández hayan entrenado en Catar. La Aspire Academy actúa como un gran activo de captación en el resto de deportes. La estrategia concibe también una alta inversión en el propio país, tanto en infraestructuras como en la atracción de grandes eventos. Catar ha querido marcar la agenda. Y hay otro actor importantísimo que contribuye a situar la marca país de forma mundial y es Al Jazeera, la gran plataforma mediática del régimen. A comienzos de la pasada década hizo una inversión brutal en deporte, sobre todo en fútbol. Llegó a tener los derechos de todas las competiciones excepto la Premier League. Sin su poder mediático Catar no tendría la capacidad de comunicación que tiene.

—Obtuvo un Mundial de fútbol.

—Lo está utilizando como elemento de propaganda para reestructurar su imagen de país. Es el evento que va a marcar si la estrategia de los últimos años ha dado resultado. Si la gente visita el país, el evento funciona bien y reporta beneficios probablemente veremos también a Catar organizando unos Juegos Olímpicos. No tengo ninguna duda de que es lo que pretende.

—¿Ha mejorado realmente la percepción del régimen catarí en Europa con esta estrategia?

—A nivel de imagen no tengo la sensación de que en Europa tengamos a Catar como un estado referente, que se vean mejoras sustanciales. Tenemos ejemplos recientes de cómo Europa no compra el relato de que Catar sea un régimen moderno. Uno, la publicación de un reportaje en The Guardian en el que denunciaba la muerte de 6.500 operarios pakistaníes y de Bangladés que trabajaban en las obras del Mundial. En cuanto a derechos laborales es un país que está tocado. Otro ejemplo, la portada de Charlie Hebdo tras el fichaje de Messi, en la que relacionaba el fichaje con los talibanes y Catar. La portada ilustraba a un grupo de mujeres con el burka y el dorsal de Messi. Doha financió el régimen talibán y en Doha fue donde se refugiaron. Eso también ha hecho daño a la imagen del país.

—¿Y si nos ceñimos al deporte?

—Tampoco. La impresión es que Catar dopa al fútbol, que se ha hecho con el control en Europa colocando a Al-Khelaifi al frente de la asociación de clubes, que el PSG no cumple el fair play financiero o que se sirvió del Barcelona en su momento....

—Los «petrodólares»...

—Se sitúa a Catar en el marco del petróleo y es un error. Lo que realmente le ha dado gran poder económico es el gas natural, es la tercera potencia mundial. Hay una voluntad política de convertir un país que depende de los hidrocarburos en otro que dependa de otras cosas. La familia Al-Thani es consciente de que los hidrocarburos se acaban. Han diseñado un plan —el Qatar Nation Vision 2030—que recoge la estrategia que pretende llevar a cabo el país. Han invertido en universidades y es una decisión inteligente. Si lo analizamos bajo el prisma de la situación geopolítica del Golfo, la apuesta le ha permitido rivalizar con los Emiratos Árabes y con Arabia Saudí, a pesar de estar sometido durante algún tiempo a un bloqueo económico. Ahí sí funcionó.

«Se aprovecharon del Barcelona para asomarse a Europa y le dieron la puntilla con Messi»

El Barcelona fue la puerta de embarque del emirato qatarí en Europa. La directiva que entonces presidía el recién elegido Sandro Rosell firmó en el 2010 un acuerdo de patrocinio con Qatar Foundation por el que percibió 171 millones de euros entre el 2010 y el 2016. En el 2013, Qatar Airways llegó también a un acuerdo comercial con el club que le permitió impulsar activos como un espacio en el museo, otro en las gradas del estadio y un tercero en la fachada del Camp Nou.

—¿Cómo se recibió en el entorno del Barcelona la inversión catarí hace ya más de diez años?

—Cuando Qatar Foundation desembarcó en Barcelona, la prensa catalana fue muy receptiva de sus bondades. La primera impresión fue buena. Fue una gran estrategia por su parte, asociar una asociación sin ánimo de lucro a la imagen del club que en esos momentos portaba la de Unicef.

—¿Ha cambiado esa percepción?

—Sí. Al final el Barcelona está en una situación ruinosa y desde el punto de vista de los actores que han influido, uno de ellos es Catar. Se asomó al fútbol europeo aprovechándose del Barcelona, utilizándolo como cabeza de puente. En el 2010 ya los jugadores le hacían de embajadores. Con el patrocinio de Qatar Airways se probó que el club tenía una relación comercial. Ahora que tiene graves problemas económicos le ha dado la puntilla y le ha birlado a Messi. En la degradación de marca del Barcelona, desde el «Más que un club», ha tenido que ver quién venía a salvar la economía del Barcelona inyectando 35 millones anuales. Es una gran paradoja.

La pujanza del emirato: natación, balonmano, ciclismo, gimnasia, atletismo, motor, tenis, fútbol...

Catar se ha hecho en los últimos años con numerosos eventos deportivos de relevancia mundial

 

El emirato qatarí, que fue sede de los Juegos Asiáticos en el 2006, de los Juegos Arábicos en el 2011 y del Mundial Indoor de Atletismo del 2012 acumula numerosas citas internacionales en los últimos años y pretende ahora sumar una más: el circuito que ya alberga un gran premio de motoGP podría hacerlo también en la fórmula 1 tras la baja del Gran Premio de Japón.

Mundial de natación (2014)

El centro acuático Hamad, en Doha, fue sede del mundial en piscina corta. Una cita que no olvidará la española Mireia Belmonte: logró en apenas 40 minutos dos medallas de oro, en 200 mariposa y 400 estilos, batiendo los dos récords mundiales.

Mundial de balonmano (2015)

El éxito de Catar no se circunscribió solo a ejercer como anfitrión ya que su selección disputó la final ante Francia, que obtuvo su quinto entorchado. España llegaba como campeona y cayó ante Polonia por el tercer puesto.

Mundial de ciclismo (2016)

El campeonato acogió las especialidades de ruta —que incluyó una sección atravesando los adoquines de la moderna zona de la Perla de Catar— y de contrarreloj. El eslovaco Peter Sagan se impuso en la primera y el germano Tony Martin en la segunda.

Mundial de gimnasia (2018)

El Aspire Dome de la capital catarí fue sede de la máxima competición de la gimnasia artística en la que sobresalió la estadounidense Simone Biles.

Mundial de atletismo (2019)

Fue la primera vez que un país de Oriente Próximo acogió un mundial de este deporte. La competición se desarrolló en el estadio internacional Jalifa de Doha y las pruebas de marcha y maratón en el paseo marítimo. El calor, que provocó varios desvanecimientos y numerosos abandonos, condicionó las pruebas. Doha acogió también la Diamond League del 2021.

Mundial de fútbol (2022)

Con la sombra del soborno en su designación, denunciado en su momento por la revista France Football en lo que se conoció como el Qatargate, Catar asumirá un evento que por primera vez se celebrará entre noviembre y diciembre del 2022 y obligará a detener las ligas domésticas.

Torneo de Doha de tenis

Está incluido en el calendario del circuito ATP desde el año 1993 y desde el 2009 en el ATP World Tour 250. Roger Federer, en tres ocasiones, es el deportista que más veces ha logrado el triunfo.