—¿Cuándo y por qué decide el régimen catarí invertir en el deporte a nivel mundial?
—Esta estrategia arrancó ya en 1995 cuando el actual emir, el jeque Tamim bin Hamad Al-Thani, sustituyó a su padre en el poder. Lo que viene haciendo Catar desde entonces es utilizar el deporte para mejorar su imagen como país. De los emiratos del golfo, es el que lo hace de una forma más estructurada. El deporte permite lo que se denomina un lavado de imagen pero tiene también un gran poder tractor para nuevas inversiones.
—¿Cómo estructura la estrategia?
—La inversión en el extranjero llega a través de sociedades como Qatar Investment Authority o Qatar Sports Investments —la propietaria del PSG— o de empresas como Qatar Airways (con patrocinios en el Barcelona, el Roma, el Bayer de Múnich o el Boca Juniors) y busca un retorno en la captación de talento. No es casualidad que Uli Stielike, Guardiola o Xavi Hernández hayan entrenado en Catar. La Aspire Academy actúa como un gran activo de captación en el resto de deportes. La estrategia concibe también una alta inversión en el propio país, tanto en infraestructuras como en la atracción de grandes eventos. Catar ha querido marcar la agenda. Y hay otro actor importantísimo que contribuye a situar la marca país de forma mundial y es Al Jazeera, la gran plataforma mediática del régimen. A comienzos de la pasada década hizo una inversión brutal en deporte, sobre todo en fútbol. Llegó a tener los derechos de todas las competiciones excepto la Premier League. Sin su poder mediático Catar no tendría la capacidad de comunicación que tiene.
—Obtuvo un Mundial de fútbol.
—Lo está utilizando como elemento de propaganda para reestructurar su imagen de país. Es el evento que va a marcar si la estrategia de los últimos años ha dado resultado. Si la gente visita el país, el evento funciona bien y reporta beneficios probablemente veremos también a Catar organizando unos Juegos Olímpicos. No tengo ninguna duda de que es lo que pretende.
—¿Ha mejorado realmente la percepción del régimen catarí en Europa con esta estrategia?
—A nivel de imagen no tengo la sensación de que en Europa tengamos a Catar como un estado referente, que se vean mejoras sustanciales. Tenemos ejemplos recientes de cómo Europa no compra el relato de que Catar sea un régimen moderno. Uno, la publicación de un reportaje en The Guardian en el que denunciaba la muerte de 6.500 operarios pakistaníes y de Bangladés que trabajaban en las obras del Mundial. En cuanto a derechos laborales es un país que está tocado. Otro ejemplo, la portada de Charlie Hebdo tras el fichaje de Messi, en la que relacionaba el fichaje con los talibanes y Catar. La portada ilustraba a un grupo de mujeres con el burka y el dorsal de Messi. Doha financió el régimen talibán y en Doha fue donde se refugiaron. Eso también ha hecho daño a la imagen del país.
—¿Y si nos ceñimos al deporte?
—Tampoco. La impresión es que Catar dopa al fútbol, que se ha hecho con el control en Europa colocando a Al-Khelaifi al frente de la asociación de clubes, que el PSG no cumple el fair play financiero o que se sirvió del Barcelona en su momento....
—Los «petrodólares»...
—Se sitúa a Catar en el marco del petróleo y es un error. Lo que realmente le ha dado gran poder económico es el gas natural, es la tercera potencia mundial. Hay una voluntad política de convertir un país que depende de los hidrocarburos en otro que dependa de otras cosas. La familia Al-Thani es consciente de que los hidrocarburos se acaban. Han diseñado un plan —el Qatar Nation Vision 2030—que recoge la estrategia que pretende llevar a cabo el país. Han invertido en universidades y es una decisión inteligente. Si lo analizamos bajo el prisma de la situación geopolítica del Golfo, la apuesta le ha permitido rivalizar con los Emiratos Árabes y con Arabia Saudí, a pesar de estar sometido durante algún tiempo a un bloqueo económico. Ahí sí funcionó.
«Se aprovecharon del Barcelona para asomarse a Europa y le dieron la puntilla con Messi»
El Barcelona fue la puerta de embarque del emirato qatarí en Europa. La directiva que entonces presidía el recién elegido Sandro Rosell firmó en el 2010 un acuerdo de patrocinio con Qatar Foundation por el que percibió 171 millones de euros entre el 2010 y el 2016. En el 2013, Qatar Airways llegó también a un acuerdo comercial con el club que le permitió impulsar activos como un espacio en el museo, otro en las gradas del estadio y un tercero en la fachada del Camp Nou.
—¿Cómo se recibió en el entorno del Barcelona la inversión catarí hace ya más de diez años?
—Cuando Qatar Foundation desembarcó en Barcelona, la prensa catalana fue muy receptiva de sus bondades. La primera impresión fue buena. Fue una gran estrategia por su parte, asociar una asociación sin ánimo de lucro a la imagen del club que en esos momentos portaba la de Unicef.
—¿Ha cambiado esa percepción?
—Sí. Al final el Barcelona está en una situación ruinosa y desde el punto de vista de los actores que han influido, uno de ellos es Catar. Se asomó al fútbol europeo aprovechándose del Barcelona, utilizándolo como cabeza de puente. En el 2010 ya los jugadores le hacían de embajadores. Con el patrocinio de Qatar Airways se probó que el club tenía una relación comercial. Ahora que tiene graves problemas económicos le ha dado la puntilla y le ha birlado a Messi. En la degradación de marca del Barcelona, desde el «Más que un club», ha tenido que ver quién venía a salvar la economía del Barcelona inyectando 35 millones anuales. Es una gran paradoja.
La pujanza del emirato: natación, balonmano, ciclismo, gimnasia, atletismo, motor, tenis, fútbol...
Catar se ha hecho en los últimos años con numerosos eventos deportivos de relevancia mundial
El emirato qatarí, que fue sede de los Juegos Asiáticos en el 2006, de los Juegos Arábicos en el 2011 y del Mundial Indoor de Atletismo del 2012 acumula numerosas citas internacionales en los últimos años y pretende ahora sumar una más: el circuito que ya alberga un gran premio de motoGP podría hacerlo también en la fórmula 1 tras la baja del Gran Premio de Japón.
Mundial de natación (2014)
El centro acuático Hamad, en Doha, fue sede del mundial en piscina corta. Una cita que no olvidará la española Mireia Belmonte: logró en apenas 40 minutos dos medallas de oro, en 200 mariposa y 400 estilos, batiendo los dos récords mundiales.
Mundial de balonmano (2015)
El éxito de Catar no se circunscribió solo a ejercer como anfitrión ya que su selección disputó la final ante Francia, que obtuvo su quinto entorchado. España llegaba como campeona y cayó ante Polonia por el tercer puesto.
Mundial de ciclismo (2016)
El campeonato acogió las especialidades de ruta —que incluyó una sección atravesando los adoquines de la moderna zona de la Perla de Catar— y de contrarreloj. El eslovaco Peter Sagan se impuso en la primera y el germano Tony Martin en la segunda.
Mundial de gimnasia (2018)
El Aspire Dome de la capital catarí fue sede de la máxima competición de la gimnasia artística en la que sobresalió la estadounidense Simone Biles.
Mundial de atletismo (2019)
Fue la primera vez que un país de Oriente Próximo acogió un mundial de este deporte. La competición se desarrolló en el estadio internacional Jalifa de Doha y las pruebas de marcha y maratón en el paseo marítimo. El calor, que provocó varios desvanecimientos y numerosos abandonos, condicionó las pruebas. Doha acogió también la Diamond League del 2021.
Mundial de fútbol (2022)
Con la sombra del soborno en su designación, denunciado en su momento por la revista France Football en lo que se conoció como el Qatargate, Catar asumirá un evento que por primera vez se celebrará entre noviembre y diciembre del 2022 y obligará a detener las ligas domésticas.
Torneo de Doha de tenis
Está incluido en el calendario del circuito ATP desde el año 1993 y desde el 2009 en el ATP World Tour 250. Roger Federer, en tres ocasiones, es el deportista que más veces ha logrado el triunfo.