Ibrahimovic, el mito que quiere la última oportunidad de marcar un gol en un Mundial

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IRAKLI GEDENIDZE

A sus 40 años, y tras cinco ausente de su selección, el controvertido delantero se la juega mañana ante España

13 nov 2021 . Actualizado a las 09:32 h.

«Con mi autoconfianza, seguro que sale todo bien». Zlatan Ibrahimovic (Malmö, 1981) confesaba, en la previa al partido ante Georgia en el que Suecia cedió a España el liderato del grupo, su deseo de jugar el Mundial de Catar. «Mi idea es seguir mientras pueda. Cada vez conozco mejor mi cuerpo, es más viejo, paro la cabeza es más joven y yo soy más guapo. Hay algo nuevo cada día». Ante España (mañana, domingo, 20.45, TVE), y a sus 40 años, quiere agarrar el que puede ser su último tren.

«El retorno de Dios», escribió, refiriéndose a sí mismo, en su regreso con la selección sueca. Había estado cinco años fuera y su vuelta llevaba meses mascándose. El otoño anterior, Ibra había llamado al seleccionador Janne Anderson para mostrarle de nuevo su disponibilidad. «Cuando pregunté, todos fueron positivos. Cuando se trata de jugar para tu país, nadie se opone». El diario Expressen elevó la consulta entre los aficionados suecos: solo el 32% respaldaban su regreso.

«Pretende decidir todo solo»

El seleccionador había deslizado alguna reticencia cuando se valoró el retorno del delantero en el Mundial de Rusia: «Cuando Ibra estuvo con nosotros, jugamos un estilo diferente. Es un gran jugador, pero nos hemos adaptado sin él. Hay que hablar de los buenos jugadores que están». Granqvist, el capitán de los suecos, fue todavía un poco más allá: «Le tenemos mucho respeto a Ibra, pero yo no puedo estar quieto en el campo cuando él pretende decidir todo por sí solo». Zlatan retuvo el pulso: «En los primeros partidos que jugaron sin mí, tenía la sensación de que conmigo eran mejores. ¿Ahora? Sigo pensando lo mismo». Había anunciado su renuncia a la selección tras la Eurocopa del 2016, en Francia. Los suecos habían quedado eliminados en la fase de grupos sin ganar un partido. Ibra no había marcado un solo gol y estaba a punto de cumplir los 35 años.

«¡Soy el mejor del mundo!»

«Mi historia con la selección se terminó. Pude haber hecho más, pude haber hecho menos, pero mi tiempo con ellos llegó a su fin». Con 62 goles en 118 partidos, renunciaba el máximo anotador en la historia de Suecia, muy por delante de Rydel, que había jugado hasta la década de los 30 del pasado siglo y anotado 49.

Anderson no lo llevó al Mundial de Rusia, en el que Suecia cayó en cuartos, pero lo acabó llamando después, en marzo de este año, para los partidos de clasificación del de Catar, ante Kosovo y Georgia. Fue titular en ambos y sirvió una asistencia en cada uno. En el horizonte estaba la Eurocopa, aplazada por la pandemia. «No estoy aquí para hacer mi propio show, estoy porque lo merezco, lo que hice antes no importa nada. No soy más que una pieza de un puzle en el medio de otras muchas piezas, pero si me lo preguntas... ¡Soy el mejor del mundo!», bromeó. Zlatan en estado puro.

Poco le duró la alegría. En un clásico entre el Milan —al que había regresado en diciembre del 2019, con 38 años, desde Estados Unidos—, y la Juve, Ibrahimovic se resintió de su rodilla izquierda. «Hoy Zlatan ha informado a Janne Andersson de que su lesión le impedirá participar en la Eurocopa de este verano», ratificó la federación sueca después. La selección cayó eliminada en octavos de final ante Ucrania mientras Ibra perseveraba en su recuperación. Tras superar los problemas de rodilla, el tendón de Aquiles le dejó fuera de la última ventana, la de octubre, en la que los suecos ganaron en casa a Kosovo y a Grecia, los mismos rivales ante los que había reaparecido siete meses antes. El ansiado retorno de Zlatan sumaba, hasta el pasado jueves, apenas 150 minutos sobre el césped.

No marca desde el 2015

Su rendimiento con el Milan, que pasó desde su llegada de luchar por meterse en la Liga Europa a hacerlo por el título de la Serie A, elevó su condición de mito justo cuando Zlatan parecía ya más centrado en los negocios que en su carrera futbolística. Invirtió en canchas de pádel con una empresa —Padel Zenter— que implantó en toda Suecia y extendió luego a Italia; fundó, junto a Marco Verratti y el brasileño Maxwell, la consultoría financiera Cirooo y es socio de Mind The Gum, una compañía de alimentación. No todas sus inversiones resultaron exitosas. Su empresa de ropa A-Z se fue a la quiebra en el 2018 y la prensa internacional reveló una controvertida participación de otra de sus compañías en una casa de apuestas con sede en Malta.

Ibrahimovic fue titular en la debacle de Suecia el pasado jueves ante Georgia. No marca con su selección desde noviembre del 2015, ante Dinamarca. Y, pese a sus números como internacional, nunca lo ha hecho en la fase final de un Mundial. «Quiero alcanzarlo, no puedo tener un cero». El domingo, ante España, puede estar ante su última oportunidad.