Caruso sustituirá a Djokovic y el padre del serbio dice que «fue un atentado fallido con 50 balazos en el pecho»

La Voz

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Djokovic, en el aeropuerto de Melbourne, antes de abandonar Australia
Djokovic, en el aeropuerto de Melbourne, antes de abandonar Australia LOREN ELLIOTT | REUTERS

La organización del Open de Australia reconfigura el cuadro

16 ene 2022 . Actualizado a las 14:42 h.

El padre del tenista serbio Novak Djokovic comparó este domingo en un mensaje de Instagram la expulsión de su hijo de Australia como un «atentado fallido con 50 balazos en el pecho».

«Ha terminado el atentado fallido contra el mejor deportista del mundo, con 50 balazos a Novak en el pecho», señaló Djokovic padre.

Además, hace mención a que el número uno del tenis mundial felicitó durante la audiencia judicial de hoy a un joven tenista por una victoria.

«Y después de todo eso, él manifiesta apoyo a un joven jugador de 17 años, eso es Nole: un ser humano, un hermano, nos vemos en París», concluye Srdjan Djokovic su mensaje.

En los últimos días, el padre del tenista había llegado a comparar la situación de su hijo -no vacunado contra el coronavirus- en Australia con los sufrimientos padecidos por Jesucristo según el cristianismo.

 

El italiano Salvatore Caruso le sustituirá en el Open de Australia

El italiano Salvatore Caruso será el sustituto del serbio Novak Djokovic, que será deportado de Australia después de que se cancelase nuevamente su visado, en el cuadro principal del Abierto de Australia, primer grand slam de la temporada.

La organización del grande oceánico ha hecho oficial el orden de juego del lunes, una vez conocida la decisión respecto a la situación del tenista balcánico, y el transalpino, número 150 del mundo entrará en el cuadro como lucky loser.

Así, Caruso, que cayó en la previa ante el japonés Taro Daniel, se enfrentará al serbio Miomir Kecmanovic, número 78 del ranking ATP, en la primera ronda del torneo. Otro de los grandes beneficiados de la ausencia de Djokovic es el italiano Matteo Berrettini, que podría haberse medido en unos hipotéticos cuartos de final con el número uno del mundo.