El inagotable legado de Tiger Woods

DEPORTES

Jeremy Reper

Elegido por el PGA Tour como el jugador con más impacto pese a no jugar en todo el 2021, ingresa en el Salón de la Fama

10 mar 2022 . Actualizado a las 12:35 h.

Tiger Woods ingresó ayer en el Salón de la Fama del Golf en un acto celebrado en Ponte Vedra Beach, en Florida, con toda la pompa que acompaña al reconocimiento a una leyenda. El fenómeno que transformó su deporte vive hoy, a sus 46 años, con un pie en el presente y otro en el pasado. Su impacto actual en el golf todavía es gigantesco, y por eso el PGA Tour lo puso en el primer puesto al repartir los 40 millones de dólares de su programa Player Impact Program, destinado a reconocer a las diez figuras más influyentes del circuito; pero, sin jugar en todo el 2021, y sin fecha para su reaparición por culpa de las secuelas de su trágico accidente de coche de febrero del año pasado, su figura protagoniza también actos reservados a atletas retirados.

Woods se unió ayer a un Salón de la Fama en el que figuran, entre otros, Seve Ballesteros, Chema Olazábal, Jack Nicklaus y Arnold Palmer. Y, como en algunas de sus últimas comparecencias públicas, le acompañaron sus descendientes. Si asombró hace unos meses en PNC Championship cuando compitió por parejas con su hijo Charlie, entonces de 12 años, ayer era su hija Sam, de 14, la que iba a presentarle en el acto en Ponte Vedra, la sede del PGA Tour.

En la última lista de la revista Forbes de deportistas con más ingresos, Tiger Woods ya no figuró en el top 10. Pero todavía es, como el líder de ganancias del 2021, el luchador Connor McGregor, y el tenista Roger Federer, uno de los tres únicos atletas de todos los tiempos en ingresar más de 70 millones de dólares anuales fuera de la competición mientras todavía se encuentra en activo.

El maná de la publicidad es el que permite a Tiger, sin competir en un torneo oficial individual desde noviembre del 2020, mantenga unos ingresos millonarios.

Por delante de Mickelson

En el reparto del Player Impact Program de hace unos días, un bonus con el que el PGA Tour premia la promoción del golf que realizan sus principales figuras, más allá de sus resultados en competición, sigue en cabeza. Aunque se había filtrado que lideraría esa lista Phil Mickelson, este aparece por detrás de Woods, con seis millones de dólares para uno y ocho para otro.

De fondo, la sospecha de que las maniobras de Mickelson para respaldar la Superliga saudí de golf habían motivado su degradación en el ránking, pese a protagonizar la proeza de haber conseguido en mayo el Campeonato de la PGA con casi 51 años. Un logro que lo convirtió en el más veterano ganador de un grand slam en toda la historia.

Líder por cinco parámetros

Woods reina así en una clasificación que medía cinco parámetros: las búsquedas en internet, la presencia en los medios de comunicación, el protagonismo en las redes sociales, la difusión de sus patrocinadores por televisión durante los sábados y domingos de torneos del PGA Tour y la popularidad en Estados Unidos.

Más allá de Woods, desde que se dio a conocer, la lista de bonus del PGA Tour generó un intenso debate. Por ejemplo, ¿no merecía más que un noveno puesto Jon Rahm, ganador del US Open y número uno del mundo durante gran parte del 2021?

Rahm defiende desde hoy su número uno mundial en el quinto grande, en The Players, en Sawgrass (Ponte Vedra Beach).