FIFA acaba con la «tasa Raiola»

Juan José Lahuerta EFE

DEPORTES

ANDREAS GEBERT | REUTERS

En el 2023 se terminarán las ultras comisiones que cobran los agentes por fichajes como los de Haaland o de Mbappé

14 may 2022 . Actualizado a las 10:01 h.

En julio del 2023 se acabarán las ultra comisiones que cobran los superagentes por fichajes como los de Haaland o Mbappé. Los familiares de los jugadores, poderosos comisionistas del siglo XXI, tampoco tendrán derecho a ganar dinero en un traspaso si no tienen licencia. En esa fecha, la FIFA aplicará el nuevo reglamento de agentes que se aprobará entre junio y septiembre del 2022. Entonces, el mundo de los fichajes, dará un giro ansiado por los clubes.

Hasta ahora, y sobre todo en los últimos años, los clubes se encontraban con una fila de comisionistas que encarecían el coste de los traspasos. Para firmar a un jugador o para venderlo, tenían que tratar con un agente deseoso de ganar la mayor cantidad de dinero posible. Pero también con un padre, una madre o un primo que, sin licencia oficial, también negociaban su parte. Siempre fue legal, pero en algo más de un año, cambiarán las normas.

Fuentes conocedoras del que será el nuevo reglamento que se aprobará en el Consejo de la FIFA entre junio y septiembre del 2022, informaron a Efe sobre los cambios. A partir de julio del 2023, los agentes seguirán ganando dinero, pero no tanto.

Las normas obligarán a cobrar hasta un 10 % máximo del valor de la transferencia si el agente representa al club vendedor; hasta un tres si trabaja para el jugador o para el club comprador; y hasta un seis si trabaja para ambos a la vez.

Estará prohibido representar a las tres partes para evitar un «claro conflicto de intereses» porque se han dado casos de agentes que representaban al club vendedor, al comprador y al jugador a la vez. La FIFA, acabará con eso. Como máximo, un agente podrá representar a la vez al jugador y a la entidad compradora.

Fin de las comisiones a familiares

Pero el organismo presidido por Gianni Infantino también echará mano a la tercera parte de la pata que en los últimos años ha ido creciendo sin parar hasta generar graves problemas en muchos clubes. Muchos recuerdan el caso Neymar y su fichaje por el Barcelona en el que su padre admitió recibir del club blaugrana hasta 40 millones de euros de comisión.

Eso, también se acabará. Los familiares, solo podrán acceder a comisiones si son agentes de forma oficial tras conseguir sus licencias. Y, por eso, tal vez, este verano será el último en el que padres como los de Mbappé tengan muchísimo peso en los traspasos de sus hijos.

Y, para cerrar el círculo, la FIFA seguirá el rastro del dinero. Intentará acabar con los pagos en paraísos fiscales y abordará el problema con un «proyecto de limpieza de pagos» en el que las comisiones vayan por un banco y en lugares determinados. Es decir, que si el agente tiene la residencia en Italia o en España, se pagará exclusivamente en el lugar de residencia.

¿SE ACABARÁ EL NEGOCIO PARA LOS SUPERAGENTES?

Con estas medidas, la FIFA no pretende acabar con superagentes como Jonathan Barnett o Mendes. Simplemente, ganarán menos. El gran negocio, el de las cifras estratosféricas para ellos, se terminará. Pasarán a ganar menos cantidad de dinero con los nuevos porcentajes máximos legales. Como ejemplo, ¿cuánto ganó la agencia que representó a Haaland en el fichaje del noruego por el City y cuánto ganaría con el nuevo reglamento que aprobará la FIFA?

Según anunció Marca esta semana, el montante final del fichaje de Haaland alcanzó los 350 millones de euros. Estos se dividieron en diferentes conceptos: hasta 85 millones, para el Borussia Dortmund; 200 millones brutos en cinco años correspondientes a salarios para el jugador; 30 millones para el padre de Haaland en comisiones; y otros 50 para la empresa de representación.

Esa misma operación dentro de poco más de un año, habría ahorrado al Manchester City entre 74 y 62 millones de euros. De ellos, 30 serían los que no habría pagado al padre de Haaland, mientras que el resto dependería al porcentaje al que tendrían derecho los agentes: 10 % si representa al club vendedor, tres al jugador o al comprador y seis si trabaja para ambos a la vez.

Si los agentes deciden presionar para subir las cláusulas de rescisión para luego tener acceso a mayor porcentaje en la comisión, no podrán hacerlo. Cláusulas elevadísimas, de cerca de 500 millones de euros, por ejemplo, son un abuso y ya hay jurisprudencia al respecto. Por ahí, no podrán incrementar sus ingresos.

«No creo que sea el fin de los superagentes, pero van a ganar menos dinero. De ahí va a venir el problema. Las normas van a generar un conflicto jurídico grave. Estos agentes van a demandar en todos los juzgados posibles», explicaron a Efe las mismas fuentes.

Sin embargo, posiblemente, esas demandas no llegarán muy lejos. Existen informes del Parlamento Europeo y del Consejo de Europa que aplauden las intenciones de la FIFA. El Reglamento de agentes va a ser bienvenido y parece que va a llegar para quedarse.

Toma el dinero y corre

Eso sí, de aquí hasta julio del 2023 comienza una carrera para exprimir el que seguramente será el último año en el que los agentes y los familiares podrán acceder a comisiones sin control normativo. Este verano, y el próximo mercado de invierno, serán los últimos con absoluta libertad de movimientos.

El reglamento final que se aprobará en el Consejo de la FIFA ya ha sido distribuido a todos los grupos de interés: está en posesión de clubes, ligas y sindicatos de jugadores. Han recibido toda la información necesaria antes de su aprobación definitiva.

Con todas las cartas encima de la mesa, los agentes se darán prisa en completar sus últimas grandes operaciones. La de Haaland no será la última. Dentro de poco se avecina la de Mbappé. Y detrás de la del francés, llegarán algunas más. Durante todo el verano, bailarán cifras que recibirán agentes y familiares. Pero, seguramente, será la última vez que ocurra.

En la FIFA quieren acabar con una red comisionista que es capaz de premiar a un agente que trabaja un año, como los de Haaland, con una cifra cercana a los 50 millones de euros. Pero, los clubes en los que se formó el jugador (Bryne y Molde) durante su juventud, por la actual normativa de la FIFA, ganarán muchísimo menos.

«Mientras que los que han invertido años y años en ayudar al jugador a ser profesional se llevan cinco o diez millones, los que le ayudan en una transferencia, en un año, se llevan 50 millones. Es un sin sentido. La norma, una de las cosas que va a garantizar, es que haya un reparto justo. Y que los agentes, que son muy importantes dentro del sistema cobren racionalmente».

El nuevo reglamento garantizará unas normas y unos estándares conocidos por todos. Los fichajes como los de Haaland o Neymar, entorpecidos por familiares o representantes, tendrán un límite. Serán más limpios, más claros. Los clubes, respirarán aliviados y los agentes comenzarán una guerra cuyo final parece predecible: adiós a las súper comisiones.