El serbio, que aún tiene vetado el acceso a EE. UU. en agosto para jugar el US Open al no estar vacunado, afronta en Londres su opción de ganar un grande este año
27 jun 2022 . Actualizado a las 08:23 h.Hace casi un año, cuando Novak Djokovic ganó su sexto título de Wimbledon, el tercero consecutivo, el mundo parecía a sus pies. Igualaba con Roger Federer y Rafa Nadal con 20 grand slams, el récord histórico, pero todos los pronósticos apuntaban a que sería él quien a final de su carrera establecería una marca inalcanzable. Porque es un año más joven que sus dos grandes rivales, su versatilidad le permite sumar títulos en todas las superficies y compite con un cuerpo menos castigado por las lesiones. No solo eso, en aquel 2021 de fábula todavía podía sumar el oro olímpico y el US Open, con lo que habría completado los cuatro grandes en el mismo año más la medalla de los Juegos de Tokio. Pero todo se derrumbó. En Japón perdió ante Alexander Zverev en semifinales y en Nueva York cedió en la final contra Daniil Medvedev. Lo peor estaba por llegar. Porque su negativa a vacunarse contra el covid terminó con su expulsión de Melbourne poco antes de comenzar el Open de Australia, el pasado mes de enero, y en Roland Garros cayó en cuartos. Los dos torneos terminaron con el mismo campeón, un Rafa Nadal que renació después de protagonizar en septiembre su enésimo paso por el quirófano para mitigar su lesión crónica en el pie.
Lo que cambia un año en la vida de Novak Djokovic. Hoy con 20 grandes por los 22 de Nadal, se juega a todo o nada el año en Wimbledon. Porque, con la normativa actual en la mano, no podrá entrar en agosto en Estados Unidos para jugar el US Open. No mientras no tenga la pauta de vacunación completa. El sábado, en la rueda de prensa previa a su debut de este lunes frente al surcoreano Kwon Soonwoo (#Vamos, 14.30), un periodista le preguntó si está completamente cerrado a vacunarse. Y si respuesta fue tan escueta como clara: «Sí».
«Una motivación extra»
«No puedo jugar el US Open ahora mismo. Estoy al tanto, claro, por eso es una motivación extra para hacerlo bien aquí. Tendré que esperar y ver cómo está la cosa. No puedo hacer mucho más, es el Gobierno es el que tiene que decidir», razona Djokovic sobre su situación.
La USTA, la federación de tenis de Estados Unidos, organizadora del US Open, ya avanzó hace unos días que no solicitará excepción alguna para los deportistas si las autoridades del país mantienen el veto de entrada a los extranjeros no vacunados. Por lo que Djokovic, que ya se perdió las citas de Indian Wells y Miami en invierno, tampoco podría disputar las de Atlanta, Washington, Cincinnati y Montreal —porque en Canadá rigen las mismas normas que en EE. UU.—.
Hace dos semanas Estados Unidos eliminó el requisito de presentar un test negativo o una prueba que demuestre haber superado el covid para acceder al país, pero no la obligatoriedad de contar con la pauta de vacunación completa. Así que, si Djokovic no juega en verano en Norteamérica, su descalabro en el ránking podría llevarlo fuera del top-10, con lo que afrontaría cuadros más complicados en los torneos que dispute. De hecho, al terminar Wimbledon caerá al séptimo puesto del ránking, ya que perderá sus puntos como campeón del 2021 y la edición de este año, pase lo que pase, no afecta a la clasificación mundial.