Barcelona 92, el principio de todo

DEPORTES

El trigésimo aniversario de los Juegos de 1992,  la única cita olímpica celebrada en España, supuso un éxito rotundo para el deporte nacional con 22 medallas

25 jul 2022 . Actualizado a las 08:54 h.

El 25 de julio de 1992 el deporte español comenzó a escribir un capítulo en su historia. Los Juegos Olímpicos de Barcelona, los únicos celebrados en España, no solo supusieron una revolución deportiva, social y cultural, sino que también permitieron mostrar al mundo un país moderno y cosmopolita.

Por aquella olimpiada pasaron 9.356 atletas y casi 170 países. Ese día de Galicia de hace treinta años fue el inicio de un hito deportivo que nunca volvería a repetirse en el país. La delegación española, integrada por 19 gallegos, logró 22 medallas (13 oros, 7 platas y 2 bronces), una cifra que tampoco se conseguiría de nuevo. El Comité Olímpico Internacional incorporó al programa oficial el bádminton y el béisbol. Entre las disciplinas que ya eran olímpicas, se sumó la categoría femenina de yudo y se recuperó el piragüismo en eslalon.

Familias enteras se juntaron para seguir las pruebas con la mascota Cobi, el icónico perro de hechuras cubistas, como acompañante. La ceremonia inaugural fundió tradición y modernidad. El arquero Antonio Rebollo fue el protagonista del apoteósico encendido del pebetero que asombró al mundo. Ochenta gimnastas agitaron cintas con los colores olímpicos para dar comienzo al desfile. La delegación española estuvo encabezada por un joven príncipe Felipe.

Barcelona alzó su voz. Un triunfo que se perpetuó en el alma gracias a una banda sonora que emocionó. La muerte de Freddie Mercury antes de la inauguración frustró que interpretase Barcelona en directo junto a Montserrat Caballé, y se emitió un vídeo grabado. Treinta años después, muchos aún añoran ese Amigos para siempre que sirvió a Los Manolos para clausurar un evento histórico.

Carlos Adán: «Aquella competición es un recuerdo imborrable para mí»

Carlos Adán integró el grupo de cinco atletas gallegos que acudió a Barcelona 92. Participó en la prueba de 10.000 metros, y si algo no se le va a olvidar nunca, es cómo el estadio, con 50.000 espectadores, coreaba su nombre en la eliminatoria: «Es un recuerdo imborrable para mí».

La delegación de atletismo era tan numerosa que no acudió a la ceremonia de inauguración ni a la clausura, algo que para Carlos «es una espinita clavada». Después de la celebración de los Juegos Olímpicos, el exatleta también considera que todo cambió. «Se empezó a creer en el mundo del deporte que España era una potencia», recuerda.

Ana Penas: «El voluntariado se comportaba de forma increíble, te ayudaban y te guiaban en todo»

La piragüista gallega formó parte del primer equipo femenino de K4 500. Con 20 años, Ana Penas disfrutó de los Juegos con la inocencia de una niña. Sin apenas experiencia internacional, reconoce que quizá no lo vivió «con la intensidad que debería». Ella y sus compañeras se quedaron a las puertas de la final, y eso les supo a poco. Tras pasar por Atlanta 96 y Sídney 2000, admite que como la organización de Barcelona, ninguna. «El voluntariado se comportaba de forma increíble, te ayudaban por todas las esquinas». La estrella del deporte que más le impresionó fue la atleta Florence Griffith, con quien corrió para hacerse una foto.

Fredi Bea: «Supuso un antes y un después en la profesionalización de los deportistas de alto nivel»

Alfredo Bea se perdió la ceremonia de inauguración porque la delegación de piragüismo estaba instalada en Castelldefels. Hoy, el presidente de la federación gallega de esta modalidad reconoce que aquellos Juegos «supusieron un antes y después. Sirvieron para profesionalizar las becas de los deportistas de alto nivel». Bea compitió en C2, y admite que hacerlo en casa «fue un plus de presión». Barcelona 92 fue la primera en crear una villa olímpica. Algo que recuerda con cariño. «Lo que más le gustó fue convivir con todos los deportistas, con grandes estrellas que solo había visto por televisión, como Ben Johnson».