¿El enésimo salto al vacío de Alonso para volver a alcanzar la gloria?

Adriel Mateo / A. C.

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

La llegada de Fernando Alonso a Aston Martin presenta un mar de dudas con respecto a si es el mejor coche donde continuar su trayectoria

01 ago 2022 . Actualizado a las 20:35 h.

Aston Martin tiene un plan, o al menos parece que quiere tener una nueva hoja de ruta de cara al 2023.

El equipo de Silverstone firma a un veterano pero ambicioso Fernando Alonso que se marcha de Alpine tras dos años en los que las expectativas eran altas pero los resultados no han estado. La perdida de confianza de la escudería francesa ha sido notable, a sabiendas de que tiene en la recámara a uno de los mayores talentos que su academia ha producido, Óscar Piastri.

Los rumores con respecto al futuro del australiano eran recurrentes en el paddock y su llegada a la fórmula 1 cuestión de tiempo. Esto agregado a la renovación de Esteban Ocon para el curso que viene, empujaba fuera de su asiento a un Fernando Alonso frustrado con el rendimiento de su Alpine y con las ofertas de renovación ofrecidas.

Sin embargo, la salida inesperada de Sebastian Vettel de Aston Martin liberaba un asiento de cara al curso que viene. Una plaza complicada, en la que el coche no ha rendido al nivel de la inversión realizada.

Lawrence Stroll, padre de Lance Stroll, es amigo desde hace años de Alonso, aspecto importante de cara al fichaje del piloto español por el cuadro británico. Su inversión en el equipo y en el proyecto es máxima. La implicación del inversionista canadiense en la fórmula 1 es total, buscando asentar en la élite a su escudería.

El binomio Aston Martin-Fernando Alonso es una incógnita. La ilusión de un nuevo proyecto a largo plazo era necesaria para el piloto que todavía tiene el hambre de victorias. Por otra parte, el proyecto Aston Martin necesitaba de una figura así, capaz de guiar al equipo en el camino al éxito y de educar a un Lance Stroll caprichoso y errático que no está sabiendo rendir como piloto de fórmula 1. Las expectativas son altas, aunque hay que tener paciencia.