La brecha salarial en Estados Unidos: ser la mascota de un equipo de la NBA, mejor que jugar en la WNBA

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Isaiah J. Downing | REUTERS

Rocky, el león de los Denver Nuggets, cobra casi el triple que la jugadora mejor pagada de la liga femenina

06 oct 2022 . Actualizado a las 16:15 h.

«Puedo aprender a ser una mascota». Con esta frase, Angel McCoughtry, jugadora de las Minnesota Lynx y cinco veces All Star en la WNBA quiso denunciar, a través de sus redes sociales, la brecha salarial existente entre la mascota mejor pagada de la NBA y una de las mejores jugadoras de la liga femenina en Estados Unidos.

Rocky, la mascota de los Denver Nuggets, ingresa un salario de 625.000 dólares anuales frente a los sueldos de Diana Taurasi, tres veces ganadora de la WNBA y con cinco oros olímpicos (228.094 dólares), Jewell Loyd o Breanna Stewart.

Aunque la diferencia entre el león de los Denver y las jugadoras más destacadas es muy significante, más si cabe es si la comparación se realiza con respecto a la peor pagada de la competición. Kaela Davis cobra 1.607 dólares al mes y ocho jugadoras reciben menos de 10.000 dólares. «La brecha salarial entre las mascotas y las atletas de élite te dice todo lo que necesitas saber sobre cómo la industria del deporte valora a las mujeres», publicó la fundadora de Goals, Caroline Fitzgerald, a raíz de lo destapado pro Mcoughtry.

El suelo medio de una jugadora de la WNBA es de 102,751 dólares mientras que el de un jugador de la NBA está sobre los 8,5 millones de dólares.