Sorpresa en el grupo de España: Alemania perdona y Japón la acaba ridiculizando (1-2)

Iván Antelo REDACCIÓN

DEPORTES

LEE SMITH | REUTERS

Un gran Musiala fue insuficiente ante un cuadro nipón que se rebeló en los minutos finales a base de cambios ofensivos

23 nov 2022 . Actualizado a las 17:55 h.

Tres certezas. Japón no es una broma; la nueva Alemania tiene fútbol, pero es endeble en las áreas; y Jamal Musiala tiene trazas de ser uno de los grandes cracs del fútbol mundial en los próximos tres lustros. Los nipones ganaron (1-2), remontando un tanto de Gundogan de penalti, y lo hicieron gracias a los cambios de la segunda mitad, valientes y descarados. Alemania, rival de España el domingo, es un adversario temible del centro del campo hacia adelante, pero le falta un nueve de jerarquía y acompañantes decentes para Rüdiger en defensa.

La selección de Hans-Dieter Flick comenzó fría. Le costó generar juego en el primer cuarto de hora, ante un Japón ordenada y sacrificada en su defensa en campo propio. De hecho, en ese tramo inicial, fueron los nipones los que gozaron de la acción más clara, en un gol anulado. Gundogan perdió el balón, Kamada lanzó el contragolpe e Ito y Maeda salieron como balas hacia la meta de Neuer. Maeda estaba en fuera de juego y el 0-1 no subió al marcador.

El primer aviso alemán sembró de dudas a los de Hajime Moriyasu. Kimmich botó un córner en el 16 y Rüdiger, solo, de cabeza, la mandó fuera. Fue el chispazo que necesitaban los teutones para desarbolar a su rival. Musiala se desprendió de la banda para que Raum se adueñara de ella desde el lateral. Ese movimiento desarboló al rigor de Japón. Sakai no sabía si ir a por la perla del Bayern o esperar al lateral y se generó un boquete en esa banda que acabó siendo letal. Además, Gundogan empezó a sorprender con sus llegadas al área y el mediocentro rozó el tanto, primero a pese de Gnabry (27) y luego de Raum (29). El cántaro acabó por romperse en el 31, en la enésima incursión de Raum, frenada por Gonda en penalti (33). Gundogan no perdonó para el 1-0. Alemania tuvo la sentencia antes del descanso, en el tercer minuto de añadido, pero el gol también fue anulado. Müller peleó un balón largo, centró y Gnabry asistió a Havertz, en fuera de juego.

Al poco de volver a los vestuarios, fue Gnabry el que perdonó el segundo en una jugada individual de Müller (46) y, poco después, Musiala. El prodigio alemán se fue de tres contrarios y mereció el segundo en una jugada messiánica (51). Pero las más claras fueron el disparo al palo de Gundogan, en otra gran acción de Musiala (58); y una cuádruple parada de Gonda en el 70. Y hasta ahí Alemania.

El hecho de no sentenciar el duelo dio alas a Japón, que empezó a sacar jugadores de ataque y logró darle la vuelta al marcador, mereciéndolo. Neuer le sacó una clarísima a Sakai (72) y, en la posterior acción, Japón marcó el empate en una acción entre Mitoma, Minamino y Doan, tres futbolistas que acababan de entrar. Flick se asustó, renunció a Musiala, un sacrilegio para el fútbol, y los nipones completaron la sorpresa por mediación de Asano (82), otro recién entrado al campo.

Solo el herido orgullo alemán llevó a los teutones a buscar el empate a la desesperada. Goretzka tuvo el 2-2 en la prolongación, pero Japón resistió las embestidas, en un duelo con 26 remates alemanes a puerta.

Ficha del partido

 ALEMANIA: Neuer; Sule, Rüdiger, Schlotterbeck, Raum; Gundogan (Goretzka, min 67), Kimmich; Gnabry (Moukoko, min 90), Müller (Hofmann, min 67), Musiala (Göetze, min 79); y Havertz (Füllkrug, min 79).

 JAPÓN: Gonda; Sakai (Minamino, min 71), Yoshida, Itakura, Nagatomo (Asano, min 56); Endo, Tanaka (Doan, min 71); Ito, Kamada, Kubo (Tomiyasu, min 46); y Maeda (Mitoma, min 56).

GOLES: 1-0, min 33: Gundogan; 1-1, min 75: Doan. 1-2, min 82: Asamo.

ÁRBITRO: Iván Barton (El Salvador).

INCIDENCIAS: Encuentro del grupo E en el Estadio Khalifa ante unos 40.000 espectadores.