La Fiscalía de Valencia investiga los insultos racistas contra Vinicius en Mestalla

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Además, el Real Madrid, como acusación particular, ha presentado una demanda por los delitos de odio y discriminación ante la Fiscalía General del Estado por los hechos ocurridos este domingo para determinar si se trata de un delito de odio. El Valencia CF, por su parte, ha anunciado que expulsará de por vida a los aficionados que profirieron insultos racistas

22 may 2023 . Actualizado a las 22:13 h.

La Fiscalía de Valencia ha abierto de oficio una investigación para determinar si los insultos racistas proferidos contra Vinicius este domingo en Mestalla constituyen un delito de odio. El Real Madrid, que ha decidido tomar cartas en el asunto en calidad de acusación particular, ha presentado una denuncia ante la Fiscalía General del Estado para solicitar que, como su homóloga valenciana, investigue los hechos ocurridos en el partido y determinar si existió discriminación, señalan en un comunicado. Por su parte, el Valencia CF ha anunciado que expulsará de por vida a los aficionados que profirieron insultos racistas: «Se están analizando todas las grabaciones disponibles, y se está trabajando con la mayor rapidez posible, para esclarecer lo sucedido y actuar con contundencia».

El episodio, que llega tras una temporada en que el jugador de 22 años ha sido objeto de constantes comentarios de este tipo, ha traspasado las fronteras del fútbol español hasta el punto de que el propio presidente de Brasil, Lula da Silva, se ha pronunciado sobre el asunto.

El Real Madrid ha mostrado «su más enérgica repulsa» tras los insultos racistas recibidos por su jugador y «condena los hechos sucedidos», que asegura «constituyen un ataque directo al modelo de convivencia de nuestro Estado social y democrático de derecho». Por eso, el club blanco ha decidido, tras una reunión mantenida en la mañana del lunes, presentar «la correspondiente denuncia ante la Fiscalía General del Estado, en concreto ante la Fiscalía contra los delitos de odio y discriminación, para que se investiguen los hechos y se depuren responsabilidades».

En su comunicado recuerda que «el artículo 124 de la Constitución española establece como funciones del Ministerio Fiscal promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad y de los derechos de los ciudadanos y del interés público». «Ante la gravedad de los hechos sucedidos, el Real Madrid ha acudido a la Fiscalía General del Estado, sin perjuicio de su personación como acusación particular en los procedimientos que se inicien», concluye el escrito.

En otro comunicado, el propio club ha agradecido las «numerosas muestras de cariño recibidas desde todas las partes del mundo» y, además, ha arrmetido contra Rubiales por su «pasividad e indefensión», después de que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol destacase que «en situaciones parecidas no nos han dejado sancionar por diversas disposiciones». El club considera sorprendentes estas declaraciones, y lamenta que no se tomen medidas más contundentes, ya que «la imagen de nuestro fútbol está gravemente dañada y deteriorada a los ojos de todo el mundo».

Los hechos: insultos racistas a Vinicius en Mestalla

Los hechos a los que se refiere el Real Madrid en la denuncia presentada ante la fiscalía hacen referencia a los insultos recibidos por Vinicius Junior este domingo en Mestalla, durante un partido contra el Valencia. Una decisión arbitral enfadó a la grada valenciana, que no dudó en arremeter contra el brasileño profiriendo toda clase de gritos racistas. «No quiero jugar más», captaron las cámaras cuando enfocaron al jugador del club blanco, que se dirigió hacia los hinchas para señalar al autor de los comentarios.

El árbitro detuvo el choque, se pidió por megafonía a la afición que cesara sus gritos y el encuentro se reanudó con los ánimos ya caldeados. Tanto, que Vinicius, no pudo concluir el partido y acabó siendo expulsado por agresión. Una trifulca entre Yunnus y el jugador brasileño acabó propiciando una gran tangana, en la que protagonizó la agresión que lo llevó al banquillo. 

Una mancha minoritaria, pero al alza

Los incidentes han vuelto a poner el foco en una realidad incómoda para el deporte español. El racismo está todavía presente en los recintos deportivos y, aunque lo cierto es que no es un problema generalizado, tal y como refleja el porcentaje de este tipo de episodios de xenofobia sobre el total de los incidentes (un 1,7 % en la temporada 2021-2022), sí que es una mancha al alza, tal y como denota el incremento de los últimos años. Según los datos del Consejo Superior de Deportes (CSD) en materia de propuestas de sanción en estadios y pabellones de competiciones profesionales, los episodios de carácter racista en los recintos deportivos pasaron de tres en la campaña 2018-2019 a 19 en el curso 2019-2020 y 28 en la 2021-2022, el máximo histórico de la última década.

Las reacciones van más allá del fútbol español

El jugador del Real Madrid, sobrepasado por la situación, arremetió después en Twitter contra la desprotección de los jugadores ante este tipo de muestras de odio. «El premio que los racistas ganaron fue mi expulsión. No es fútbol, es LaLiga», escribió. El presidente de la competición, Javier Tebas, lejos de calmar la situación, se sintió aludido y entró a la discusión. «Ya que los que deberían no te explican qué es y qué puede hacer LaLiga en los casos de racismo, hemos intentado explicártelo nosotros, pero no te has presentado a ninguna de las dos fechas acordadas que tú mismo solicitaste...», respondió. «Una vez más, en lugar de criticar a los racistas, el presidente de LaLiga aparece en las redes sociales para atacarme», respondió el jugador.

Lo cierto es que este es solo uno de los últimos episodios vividos por Vinicius Junior en los estadios españoles. El jugador de 22 años y natural de Brasil ha sido objeto de insultos racistas a lo largo de toda la temporada. «No era la primera vez, ni la segunda, ni la tercera. El racismo es normal en LaLiga. La competición cree que es normal, la Federación también y los adversarios la alientan», publicó también a través de redes sociales. Una situación que también ha sido señalada por otros futbolistas como Thibaut Courtois, exjugadores como Bebeto e incluso políticos como el presidente de Brasil, Lula da Silva.

«Algún día tenéis que poner una cámara enfocando solo a esa gente. A mí me han hecho gestos de todo también... el fútbol de hoy en día es ir al campo a insultar y no a animar. Si Vini me dice que no quiere jugar, me hubiera ido del campo con él», señaló Thibaut Courtois en Movistar+. El portero del Real Madrid aprovechó la ocasión para hacer alusión a otros vergonzosos episodios racistas protagonizados por aficionados, como cuando hacen sonidos de mono. «En Bélgica si pasa algo se cierra el campo. No podemos tolerarlo. Son individuos que no piensan con la cabeza», zanjó.

El tema ha llegado incluso a las instituciones de Brasil, país natal de Vinicius. El presidente, Lula da Silva, condenó los ataques racistas y pidió que la FIFA y LaLiga tomen «serias medidas» antes de empezar la rueda de prensa sobre el balance de su participación en la cumbre de G7. «No podemos permitir que el fascismo y el racismo tomen los estadios de fútbol», subrayó. «El Gobierno brasileño no tolerará el racismo ni aquí ni fuera de Brasil», señaló, por su parte, el ministerio de la Igualdad Racial, que ha anunciado que trabajará para que «todo deportista brasileño negro pueda practicar su deporte sin experimentar violencia».

Por otra parte, el actor coruñés Martiño Rivas tampoco ha dejado pasar la oportunidad de arremeter contra el racismo en el fútbol y de exigirles tanto a Rubiales y a Tebas como al Gobierno central que tomen medidas contundentes ante este tipo de episodios. «¿Hasta cuándo Luis Rubiales y Javier Tebas van a seguir degustando tentempiés mientras esto sucede?», ha criticado el actor, que pide sancones acorde con la gravedad de los hechos y no solo «ridículas multas económicas». Además, lamenta la mancillada imagen internacional del fútbol español: «¿No es un hecho tan despreciable asunto de Estado?», reflexiona.