Brian Harman, el cazador paciente que ganó el Open

Paulo Alonso Lois
PAULO ALONSO REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

ADAM VAUGHAN | EFE

El golfista estadounidense, que tiene su propio coto, aprendió a esperar con su afición cinegética, hasta ganar en el British el tercer título de su carrera, premio a su regularidad

25 jul 2023 . Actualizado a las 08:29 h.

Pocos jugadores de golf rompen el molde como Brian Harman (Savannah, Georgia, 1987), diestro para todo menos para el deporte, atleta de tan solo 1,70 metros, cazador aficionado —cuyos trofeos intercala en las redes sociales con los vídeos de sus mejores golpes sobre el campo—, y poco conocido por el gran público pese a ser el número 26 del mundo. Desde el domingo, cuando redondeó su victoria en el Open Británico —con seis golpes de ventaja sobre Jon Rahm, Tom Kim, Sepp Straka y Jason Day— con cuatro tarjetas bajo par, el mundo del golf se pregunta cómo no tenía más que dos títulos en toda su carrera, cuando, además, lleva 12 años seguidos disputando los play offs de la FedEx Cup. Palabras mayores.

Harman explicó estos días que su estirpe de cazador le ayuda también para el golf. La paciencia, la perseverancia, la espera por el momento justo. Que llegó, y de qué manera en el Open Británico de Royal Liverpool. El campeón no solo tiene su propio coto —al parecer, de más de 150.000 metros cuadrados— sino que su familia se alimenta, fundamentalmente, de lo que captura. Harman caza con arco, apuntando a presas a menos de unos 35 metros, según relató en Hoylake.

A la vuelta del viaje a Europa más rentable de su vida —ganó un premio de tres millones de dólares— está deseando probar por su finca una de sus últimas adquisiciones, un tractor. Pescador aficionado, amante de la naturaleza, y orgulloso hombre de campo, en los ondulados greenes de Royal Liverpool sacó brillo a al palo más corto de la bolsa.

El campeón solo necesitó 106 putts en sus 72 hoyos en el Open Británico, el registro más bajo en los últimos 20 años. Metió 58 de los 59 que tiró desde una distancia menor a tres metros.

«Las veces en las que ha estado para ganar ha sabido rematar. Tiene un muy buen juego corto y estaba compitiendo muy bien», le elogió Rahm, uno de los rivales que le plantó cara, sobre todo, con una vuelta soberbia el sábado, de 63 golpes. Pero no le alcanzó para cerrar la remontada el domingo. «Tiene garra de competidor, algo extra que, cuando está arriba lo empuja», añadió el jugador español.

El triunfo en Hoylake catapulta a Harman del puesto número 26 del ránking mundial al décimo, directo a la zona noble, y convertido ya en candidato para jugar la Ryder en otoño.

Diestro para todo, menos para batear en béisbol y jugar al golf

Ser zurdo complica el camino de un golfista, empezando por la compra de material especial. En toda la historia, solo 15 jugadores que no compiten como diestros han ganado algún título en el PGA Tour, y la lista, con la victoria de Harman, se reduce a cinco en los «grand slams». La completan Bob Charles en el Open Británico de 1963, Phil Mickelson en el mismo torneo en el 2013, Mike Weir en Augusta en el 2003 y Bubba Watson también en los Másters del 2012 y 2014.

La excepción

Aunque es diestro para todo, no lo es para el deporte. Harman comenzó su excepción en el béisbol: lanzaba la bola con la derecha, pero empuñaba el palo como un zurdo. Lo mismo sucedió cuando empezó a jugar al golf con 11 años. Una anomalía que recuerda a la de Rafa Nadal, diestro para todo en su vida cotidiana menos para el tenis, en el que compite con la izquierda.

El desprecio que alimentó la rabia del campeón en la jornada del sábado

Harman alternó el golf y el béisbol hasta los 14 años, cuando eligió definitivamente. Brillante como aficionado, formó pate del equipo de golf de la Universidad de Georgia, y dio todos los pasos que conducen a convertirse en una estrella: campeón del US Junior Amateur, ganador del Players Amateur, integrante de los equipos de aficionados de Estados Unidos en las mejores competiciones por equipos en formato match play... Se hizo profesional en el 2010 y su enorme regularidad, siempre entre los mejores, no le alcanzó para ganar más que dos títulos del PGA Tour hasta el pasado fin de semana, el John Deere Classic del 2014 y el Wells Fargo del 2017.

En los cinco últimos años consiguió un registro significativo de su capacidad para destacar sin culminar con títulos los domingos. Fue el jugador que encadenó más top 5 en pruebas del PGA Tour sin haber conseguido ningún título. Todo lo revirtió durante su semana fantástica en Royal Liverpool, donde defendió el liderato desde el viernes. Ni siquiera la lluvia, que alteró sus rutinas, porque no suele rendir con el traje de agua, le frenó en Hoylake.

Allí todo alimentó su motivación, hasta algún desprecio puntual, como reconoció en su rueda de prensa del domingo. «Después de que hiciese el segundo bogey ayer (por el sábado, en el hoyo 4), un tipo, mientras yo pasaba por delante, dijo ‘Harman, tú no tienes los cojones para esto'; y eso me ayudó». ¿Le sirvió de motivación?, preguntó un periodista. «Sí, me ayudó mucho. Pensé, este es un... Da igual. En cualquier caso me ayudó. Y pensé: soy suficientemente bueno para esto, para conseguir esto; así que voy a seguir con mi camino y el siguiente golpe va a ser bueno. Quiero decir que ahí hice un clic», comentó sobre los momentos previos a su reacción del sábado tras un inicio dubitativo.

LIV Golf, uno de cuatro

La primera temporada completa del pulso entre el LIV Golf y el PGA Tour —ahora cerrado con un acuerdo provisional entre los responsables de ambos circuitos— se cierra con la victoria en los grandes de tres jugadores del calendario norteamericano y de uno del árabe. Brooks Koepka se convirtió en gran emblema del LIV al ganar el PGA, mientras que Rahm, Wyndham Clark y Brian Harman se apuntaron el Másters, el US Open y el Open Británico, respectivamente.