Ale, un campeón de 11 años, sigue la historia de amor de los Méndez y el karting en Tapia

Iván Díaz Rolle
IVÁN ROLLE TAPIA / LA VOZ

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El campeón gallego de solo 11 años en lo más alto del podio en As Pontes, con su padre, Alejandro Méndez Rodríguez, a la derecha.
El campeón gallego de solo 11 años en lo más alto del podio en As Pontes, con su padre, Alejandro Méndez Rodríguez, a la derecha.

Laura y Alejandro eran pilotos cuando se enamoraron, fundaron el kartódromo de Tapia en el 2010 y su hijo acaba de ganar el título gallego de karts en la división mini

21 nov 2023 . Actualizado a las 14:10 h.

En el circuito de karts de Tapia de Casariego se riega día a día un amor único. Eran dos prometedores pilotos cuando Laura Méndez y Alejandro Méndez se encontraron para medir su destreza al volante. Pronto descubrieron su afinidad, se enamoraron y comenzaron a compartir proyectos. Probaron a crear un equipo, en el 2010 montaron un kartódromo que es una referencia en el noroeste de España y formaron una familia unida. Su legado continúa con dos hijos: Carmen, de siete años, y Alejandro Méndez Méndez (2011), quien ya brilla por su velocidad y se acaba de proclamar campeón de Galicia de karting en la división mini.

«Es muy especial que haya ganado el título porque justo hace 20 años que yo también fui campeona gallega», detalla Laura antes de profundizar en la enorme tradición automovilística de su clan. «Mi marido es de Infiesto y comenzó a competir siendo un niño. Es de la época de Fernando Alonso y solo dejó de pilotar cuando no pudo afrontar los costes del salto a los monoplazas. Yo soy de La Roda y empecé más mayor, pero mi padre, que también se llama Alejandro, competía y fue subcampeón cuando yo gané el Gallego, y soy prima de Bruno Méndez, que llegó a coronarse en fórmula 3. Los Méndez somos muy conocidos dentro de este deporte en el Occidente de Asturias», explica.

Tres generaciones: Ale, su madre, Laura, y su abuelo materno, Alejandro, que también compitió, en una imagen tomada en el 2020.
Tres generaciones: Ale, su madre, Laura, y su abuelo materno, Alejandro, que también compitió, en una imagen tomada en el 2020.

Con solo once años y en su primera temporada federado, Ale se ha mostrado como un digno heredero de sus progenitores y maestros. Comenzó a competir en febrero y en pocos meses ha mostrado un crecimiento espectacular. Triunfó en el Gallego tras una bonita pugna con Kevin Fernández, solo decidida por la victoria del tapiego en la segunda carrera de la prueba final en A Magdalena, en Forcarei, fue subcampeón en Asturias solo por detrás de Alba Cueva y participó en el Campeonato de Castilla y León, donde finalizó sexto, pero dejó su sello en la definitiva carrera de campeones, frente a la mayoría de las grandes joyas nacionales. En esa cita, disputada en Benamariel (León), fue tercero y primero entre los noveles.

Alejandro Méndez júnior había comenzado a competir a principios de año en un campeonato social en Ponferrada. «Le gustó y quiso seguir. Su padre lo acompaña como preparador y mecánico, y soy yo quien se queda en el kartódromo», cuenta la madre del prometedor piloto que en el 2024 saltará a la categoría júnior.

Alejandro Méndez júnior, montado en su kart en el circuito de sus padres en Tapia de Casariego.
Alejandro Méndez júnior, montado en su kart en el circuito de sus padres en Tapia de Casariego.

«Vimos sufrir a niños que pilotaban por la pasión de papá o mamá, nunca lo forzamos»

«Antes de montar el kartódromo, tuvimos un equipo y llevábamos a varios pilotos de la zona. Vimos sufrir a niños que pilotan por la pasión de papá o mamá y, aunque Ale tiene su kart desde los cinco años, nunca lo forzamos. Probaba de vez en cuando, pero hasta este año no mostró un gran interés por competir», detalla Laura sobre los inicios de su primogénito.

«Está acostumbrado a rodar en el kartódromo, pero un piloto se hace en carrera, compitiendo, con adelantamientos... Es un deporte que le ayuda en muchos ámbitos, a mejorar la concentración, pero hacer carrera es difícil porque solo se puede con mucho dinero. A nosotros nos dio un medio de vida y estamos encantados de compartirlo con él, pero solo debe centrarse en disfrutar», apunta sobre el digno sucesor de la historia de amor de los Méndez y el karting en Tapia.