La batalla entre Alonso y Sainz que queda pendiente en Abu Dabi

David Sánchez de Castro

DEPORTES

Fernando Alonso y Carlos Sainz
Fernando Alonso y Carlos Sainz STEPHANIE LECOCQ | REUTERS

Tras el extraño Gran Premio de Las Vegas, los pilotos españoles llegan a la última carrera de la temporada empatados a 200 puntos, pero con el de Ferrari por delante gracias a su victoria en Singapur

21 nov 2023 . Actualizado a las 08:02 h.

Después de 21 grandes premios y con prácticamente todo lo importante decidido, hay aún algunas cuentas pendientes que se dirimirán en el broche final de la temporada 2023 de Fórmula 1. No será la pelea por el Mundial, que ya está en manos de Max Verstappen y de Red Bull desde hace más de un mes, ni por el subcampeonato, que ató Sergio Pérez, no sin sufrimiento, el pasado domingo en las calles de Las Vegas. La disputa por el cuarto puesto en la clasificación de pilotos y de constructores está abierta, con especial atención a esta última por la relevancia que tiene en cuanto a lo económico para los equipos.

McLaren y Aston Martin llegarán a Abu Dabi con once puntos de diferencia. Sobre el papel, es más probable que quede por encima el equipo de Woking, toda vez que cuenta con dos pilotos más fiables que la dupla que forman los de verde: aunque Fernando Alonso está varios eones por encima de Lance Stroll, tanto Lando Norris como Oscar Piastri son más regulares en sus resultados. El final de temporada de McLaren con un monoplaza que ha dado un salto de calidad evidente desde el verano les ha permitido salvar los muebles del pésimo inicio del año y, sobre todo, ha demostrado que son un gigante al que nunca se puede dar por muerto. Alonso es consciente de que aunque Aston Martin y el AMR23 han recuperado medianamente el paso en las últimas carreras, el de Yas Marina no es el mejor circuito posible para dar un golpe en la mesa en este sentido.

Lo que sí podrá hacer es desempatar con Carlos Sainz. El camino que han tomado los dos pilotos españoles hasta llegar a los 200 puntos exactos con los que aterrizarán este fin de semana en el Emirato de Abu Dabi es radicalmente distinto, pero a ambos les permitirá salir de la temporada con una sensación de relativo buen sabor de boca. El caso de Alonso es destacable: cinco de seis podios en el arranque de temporada, tropezón de verano, lenta recuperación en otoño culminada con el podio de Brasil y sensación de que sin haber perdido la sincronía en julio habrían acabado más arriba en diciembre.

Enfrente tiene a un Carlos Sainz que, a falta de lo que ocurra el próximo domingo, puede presumir de ser el único piloto que ha podido romper la línea azul de victorias de Red Bull. Sin la suya de Singapur, el camino de la escuadra liderada por Max Verstappen habría sido una autopista de éxito sin ningún bache. Es destacable también cómo ha puesto la pica en Maranello para demostrar, un año más, que, pese al halo de Charles Leclerc de ser el elegido por los dioses del Cavallino Rampante, y por mucho predestinato que tenga en su destino, él sigue siendo el piloto que, a la hora de la verdad, falla menos, da más la talla y demuestra una regularidad que es la que sale rentable al equipo. Un argumento más que suficiente para que la firma de la renovación de su contrato se ate antes de que acabe el año. Aunque esa es otra historia.

Llegar a esos 200 puntos ha sido difícil para los dos buenos amigos. Alonso ha sumado ocho podios, por tres de Sainz, aunque en el caso del de Ferrari han sido una victoria y dos terceros puestos, por los cinco terceros y tres segundos del de Aston Martin. Alonso ha estado más veces arriba, pero también abajo, lo que a la postre le ha dejado un paso por detrás de su compatriota.

Pase lo que pase al final de la carrera de Abu Dabi, esta será una temporada histórica para el automovilismo español, tanto en cuanto será la que más puntos hayan sumado sus pilotos en la historia de la competición. A sus 42 años, Alonso sigue en un estado de forma envidiable y, no en vano, fue uno de los pilotos más vitoreados y aplaudidos por los sufridos fans de Las Vegas. Sainz, por su parte, ya es uno de los pilotos más maduros de la parrilla y no tiene ningún tipo de problema en demostrar que sin hacer ruido está dispuesto a abanderar la enseña nacional cuando su mentor y amigo ya no esté en la parrilla.