Así fiscalizará la UE a las tecnológicas

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

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RICK WILKING | Reuters

Bruselas presenta hoy su plan para obligar a los gigantes de Internet a pagar más impuestos

21 sep 2017 . Actualizado a las 07:11 h.

Un mercado, un espacio de circulación y una moneda única para 28 sistemas fiscales distintos. Es el puzle de una UE que, de hecho, ya avanza a distintas velocidades. Algunos países han sido más rápidos que otros en el terreno impositivo: El doble irlandés, el sándwich holandés o los menús a la carta de Luxemburgo y Bélgica son algunas de las triquiñuelas con las que sus Gobiernos tratan de atraer a las grandes multinacionales, ávidas por eludir el pago de impuestos. Cada euro que se escapa de las manos del fisco por estas vías se transforma en recortes para los servicios públicos de los países vecinos.

Una práctica que, junto al fraude fiscal, cuesta alrededor de un billón de euros a los ciudadanos europeos, según estimaciones de Bruselas. Alemania, Francia, Italia y España quieren poner coto a esta competencia desleal dentro de la propia UE. La pasada semana propusieron forzar a los gigantes digitales estadounidenses como Facebook, Amazon, Google y Apple a tributar por sus ingresos y no beneficios a través de un «impuesto equitativo», en vista del escaso apetito que hay en el conjunto de la UE por armonizar el impuesto de sociedades que hoy solo se aplica sobre sedes físicas.

Solo seis países se sumaron por escrito a la iniciativa del cuarteto: Portugal, Grecia, Bulgaria, Rumanía, Austria y Eslovenia. El ministro de Finanzas luxemburgués Pierre Gramegna se resiste argumentando que el hecho de que una compañía tenga una gran facturación no implica que obtenga iguales beneficios. Su país está bajo lupa por ofrecer a docenas de empresas fórmulas a la carta para eludir impuestos. «Si se va a cambiar todo el sistema de imposición, habría que abordarlo globalmente porque esto concierne también a Estados Unidos y China», sostiene el diputado maltés Edward Scicluna, atrincherándose con Irlanda y Holanda tras la barrera del G20 y la OCDE para justificar su recelo. Si no hay acuerdo entre las potencias negociadoras de estos dos organismos, no darán ningún paso hacia una mayor justicia fiscal.

Doblegar a los digitales

En este sentido, Bruselas presenta hoy su propia propuesta para fiscalizar a las compañías de servicios digitales. Quiere «unanimidad» y un «enfoque común» para evitar más fragmentaciones, como ocurrió con la Tasa Tobin a las transacciones financieras. Todos a una para doblegar a los gigantes digitales y conseguir que paguen en cada país la parte que les corresponde de impuestos. Una tarea titánica porque la mayoría de las multinacionales transfieren sus beneficios a la matriz en algún país de la UE con un bajo impuesto de sociedades (Irlanda lo mantiene en el 12,5 %) y canalizan los beneficios a un sociedad radicada en un paraíso fiscal como derechos de propiedad intelectual.

La UE quiere que estas compañías paguen en cada país por los ingresos que reciben De esa forma se explica que Amazon, por ejemplo, declarase entre un 0,3 y un 5 % de beneficios en la UE entre el 2013 y el 2015, e incluso pérdidas en el 2014, según remarca un informe del partido socialdemócrata europeo en el que se calcula que las pérdidas acumuladas en España por las trampas de Google y Facebook ascienden a los 482 millones de euros, siendo el quinto país más perjudicado de la UE. La compañía que lidera Mark Zuckerberg paga tasas de entre el 38 y el 34 % fuera de la UE, pero dentro se limita al 0,10 %. Google hace lo mismo. Fuera de las fronteras europeas estaría pagando entre el 6 % y el 9 % en impuestos frente al 0,82 % de la Unión.

La lista de pérdidas la encabeza Alemania (889 millones de euros). Para el conjunto de la UE la cifra asciende a unos 4.000 y 5.000 millones de euros. La batalla por recuperar el dinero no ha hecho más que empezar.