La patronal advierte de que España podría pegarse «un tiro en el pie» cerrando las térmicas

Europa Press REDACCION

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Los empresarios asturianos rechazan una descarbonización acelerada por sus repercusiones en los precios de la electricidad

10 jul 2018 . Actualizado a las 11:48 h.

El presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Belarmino Feito, ha mostrado este martes la preocupación de los empresarios por la intención del Gobierno nacional de llevar a cabo una transición ecológica que conlleve el cierre de centrales térmicas. Tras escuchar que habrá «ganadores y perdedores» en la transición energética, FADE ha organizado una jornada para abordar el impacto de la descarbonización en las empresas asturianas, rechazando un proceso «precipitado» y abogando por que no afecte a las compañías.

Momentos antes de iniciar la jornada, Feito ha atendido a los medios para pedir al nuevo Gobierno una transición que realmente sea «justa», que no sea «precipitada y acelerada» y que cumpla con los objetivos de emisiones sin alterar el precio de la energía.

En este sentido, ha subrayado que España no debe pegarse «un tiro en el pie» en este asunto, y ha recordado que la subida de los precios de la energía entraña el riesgo de deslocalización de las compañías electrointensivas.

En la jornada de este martes, en la que participan participarán el director general de EDP España, Javier Sáenz de Jubera, el presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón, Laureano Lourido; y el expresidente de Carbunión, Óscar Lapastoram, se tratará de recopilar información sobre el impacto que esta reconversión podría tener en las empresas asturianas, tanto sobre las térmicas como sobre las grandes consumidoras de energía.

Además de esta jornada, este viernes se celebrará en la Junta General del Principado de Asturias un pleno monográfico sobre el futuro del carbón en la región, con lo que Feito ha pedido un pronunciamiento común en la Junta como algo «absolutamente útil y deseable» para que toda Asturias se una en el «clamor común» de la defensa del carbón.

El director general de EDP, por su parte, ha rechazado el cierre forzado de las centrales térmicas, y ha abogado por la continuidad de las centrales que ya han realizado las inversiones para reducir las emisiones de CO2 para poder seguir funcionando a partir de 2020. «España no debería hacer algo diferente de lo que hace Europa», ha apuntado en este sentido, ya que «si no la industria española lo va a sufrir».

Si bien se ha mostrado «convencido» de que en 2050 toda la energía que se produzca será renovable, ha considerado necesario que se produzca una transición «gradual y lógica, sin aceleraciones artificiales».

Finalmente el expresidente de Carbunión y miembro de la Comisión de Expertos sobre Transición Energética, Óscar Lapastora, ha señalado que sería «perfectamente posible» cumplir con los objetivos de emisiones de CO2 si se mantienen las térmicas que han realizado las inversiones para reducir las emisiones y se cierran las que han decidido no acometerlas.

De esta forma sería posible mantener «un mix energético más equilibrado» que si se cierran las centrales. A su juicio habría que analizar si es positivo cerrar una determinada tecnología cuando se puede mantener abierta, ya que su cierre derivaría en la subida del precio de la energía y va a disminuir la potencia de respaldo para las energías renovables.