El mercado eléctrico alcanza precios un 21 % más elevados que el francés

Calma chicha en la industria electrointensiva, o sea, la gran consumidora de energía, como Alcoa, a solo tres meses de que agoten las subvenciones públicas que percibe para afrontar su abultada factura eléctrica y competir así en precio con sus colegas europeos. Para este tipo de empresas, el gasto en luz representa en torno al 40 % de sus costes de explotación.

Al nuevo Gobierno se le agota el tiempo para convocar la nueva subasta de interrumpibilidad y repartir esos incentivos (que suman unos 500 millones de euros anuales) para el próximo ejercicio. El sector le pide lo mismo que al anterior Ejecutivo: estabilidad, es decir, una subasta no para un solo año, sino para varios ejercicios, para así poder planificar a medio plazo. Y fondos suficientes para sostener una industria que da empleo a unas 186.000 personas en España, según la patronal Aege, la asociación de empresas con gran consumo de energía. Ahí están las más importantes: Alcoa, Arcelor Mittal, Acerinox, Carburos Metálicos y las gallegas Ferroatlántica, Celsa, Elnosa y Megasa, entre otras.

Las últimas subastas, según el sector, ya no están garantizando su competitividad con el resto de Europa. Y menos cuando aquí el coste de la energía eléctrica es mayor que en el resto de países. Así, según datos de Aege, el megavatio hora en el mercado nacional es este año un 32 % más caro que en Alemania y un 21 % que el francés. Aquí ronda una media de 53,9 euros, frente a los 40,7 que pagan los alemanes y los 44,6 en Francia.

El 2017 fue algo peor incluso: el mercado español arrojó un precio medio un 50 % por encima del alemán (52,2 euros frente a 34,2) y también fue un 16 % más caro que el galo (44,9).

Portugal comparte con España el mercado ibérico de la electricidad, y las cotizaciones son casi idénticas.

El sector defiende que la subasta de interrumpibilidad es esencial para el funcionamiento de las compañías y que en el resto de países europeos también se reparten este tipo de incentivos para apoyar a la industria en su convergencia con Europa.

Las ayudas en España no son gratis. A cambio de obtener incentivos en esa subasta, las empresas aceptan ponerse en manos de Red Eléctrica para que desconecte las fábricas que necesite. De ese modo se reduce la demanda. ¿Cuándo se utiliza este servicio? Hasta este año se usaba cuando la seguridad de suministro corría peligro, bien por un aumento inusual del consumo, bien por un fallo imprevisto en una central de generación. Este tipo de circunstancias son excepcionales.

Pero desde hace unos meses también se puede activar el servicio de interrumpibilidad por motivos económicos, cuando el precio de la electricidad alcanza un techo en el mercado, pero no en el principal, que es el que de verdad determina la factura.

Ribera dirá dentro de dos días cómo abaratará el recibo

Familias y empresas deberían estar atentos a lo que diga la ministra Teresa Ribera el miércoles en el Congreso de los Diputados. La titular de la cartera de Transición Ecológica comparecerá en la Cámara baja a petición propia para informar de las medidas que impulsará ante el incremento del precio de la electricidad y de la nueva regulación del bono social eléctrico. Ribera dará la cara en plena escalada de la factura de la luz y en medio de un repunte de los precios de la electricidad en el mercado mayorista, donde este mes llegó a máximos anuales, por encima de los 70 euros el megavatio hora.

Ribera advirtió en las últimas semanas de que muchos de los elementos que influyen en este incremento, como el encarecimiento de las materias primas y de los derechos de emisión «están muy lejos de la capacidad de acción del Gobierno». Pero avanzó que dará una orientación de posibles medidas y destacó la importancia de actuar sobre los componentes fiscales (IVA e impuesto de electricidad), de coste regulado y de mercado.

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