La primera ocasión en la que el nombre de Luis Pacho llegó a mis oídos no fue en un cara a cara, fue a través de una amiga en común. Eran aquellos años en los que las negociaciones entre UPyD y Ciudadanos se estaban llevando a cabo. Esta persona me habló maravillas de Luis, un trabajador incansable, buen gestor y con talante. También sé que Luis hizo los deberes al preguntarle sobre mí. Esas primeras impresiones se corroboraron en el primer encuentro que mantuvimos. Una persona cordial, afable y simpática, pero también comprometida y decidida. Años después, la vida nos ha puesto en el mismo camino, el de Ciudadanos, para encabezar las candidaturas al Principado y al Ayuntamiento de Oviedo.
Pacho siempre cuenta que fue su abuelo, con el que comparte nombre, el que a los tres años le enseñó a leer. Allá, en León, en la librería Pisa, llegaron las primeras lecturas del pequeño de los Pacho. Quizás de ahí venga su carácter curioso. Algo que le ha llevado a querer aprender y a preguntarse las cosas. Tal y como hace ahora con los vecinos y las vecinas de las distintas zonas de Oviedo.
Pese a hacer parte de su infancia en León, Luis se vino a Asturias para comenzar el colegio. Sus estudios, en el Meres, le permitieron formar un grupo de amigos que a día de hoy todavía mantiene. De ahí también le puede venir su carácter leal, algo que le ha permitido ser fiel a sus ideales, no dar un paso a un lado —o no escuchar cantos de sirena o de gaviota— y liderar la candidatura de Ciudadanos en Oviedo para esta cita electoral.
Ahora, todos esos amigos, a excepción de tres, están fuera de Asturias. Forman parte de aquella leyenda urbana que decía un expresidente del Principado. El propio Luis también tuvo que emigrar —aunque con la fortuna de poder regresar— para encontrar trabajo. Madrid, Barcelona, A Coruña, Bilbao… son algunos de los sitios donde Luis fue recogiendo la experiencia necesaria para ser un gran jefe de proyectos, algo que, a su vez, ha podido y ha sabido trasladar a la política. El perfil de Luis es el de gestor. Un buen gestor, como ha demostrado estos cuatro años en la Concejalía de Edificios y Patrimonio.
En la familia de Luis ha triunfado la medicina. Su padre, al que tengo el placer de conocer personalmente desde hace años, ha ejercido como un reputado cirujano cardiovascular, mientras que su hermana Paloma es directora de Atención Primaria del Área Sanitaria VIII en el Principado de Asturias. La aversión de Luis a la sangre ha privado a la familia de tener otro médico más. Por suerte, hemos ganado un excelente jefe de proyectos y un gran político.
El salto a la política de Luis Pacho fue casual. Cuando residía en A Coruña, Albert Rivera, con España Ciudadana llegó a la ciudad gallega. Allí, a un liberal como a Luis, le sonaron bien las cosas. Al regresar a Asturias, llegaron los primeros «cafés ciudadanos», donde conoció a su esposa Silvia, con la que lleva seis años casado. También llegaron las primeras elecciones en las que Ciudadanos se presentó en Oviedo.
Desde entonces, cuatro años de oposición y otros —casi— cuatro en el Gobierno de Oviedo. Ahora, esta gran trayectoria, refrendada con hechos, hechos que han permitido que la ciudad de Oviedo sea mejor, podrán tener continuidad este 28 de mayo. Ciudadanos vuelve a presentarse como un partido útil y necesario para la capital de Asturias, donde confiamos que sea decisivo y permita que el Ayuntamiento huya de alianzas extremas durante los cuatro próximos años. Porque yo, desde luego, confío en Luis y en todo su equipo como la mejor opción para Oviedo.
Manuel Iñarra es el candidato de Ciudadanos al Principado de Asturias