«Cada día que paso fuera de Asturias es una nueva aventura»

Claudia Granda REDACCIÓN

EMIGRACIÓN

Álvaro Reneses
Álvaro Reneses

Álvaro Reneses lleva un año residiendo en Edimburgo, donde trabaja para Amazon. A pesar de añorar su tierra, asegura que, por el momento, no tiene pensado volver a vivir en ella

23 feb 2018 . Actualizado a las 07:24 h.

Si hay alguien que piense que los sueños no se cumplen, el ejemplo de Álvaro Reneses (Oviedo, 1994) tal vez pueda hacerle cambiar de opinión. Desde que comenzó el grado en Ingeniería Informática de Software en la Universidad de Oviedo, el principal objetivo de Álvaro era poder trabajar en Facebook o en Amazon. Años de trabajo y esfuerzo le han hecho cumplir su sueño y, desde hace casi un año, trabaja en Edimburgo como Ingeniero de Desarrollo de Software en la compañía de comercio electrónico.

«Desde los 16 tuve claro que tendría que irme de España si quería cumplir mis metas, aunque no tenía muy claro cuando emigraría», cuenta el ovetense, que siempre priorizó su carrera profesional. La idea de emigrar siempre estuvo presente para lograr el éxito laboral. «Asturias tiene una calidad de vida altísima, pero no veo potencial profesional en los campos que me interesan. Hay proyectos para mejorar las cosas, pero en este momento de mi vida creo que puedo crecer más profesionalmente fuera de Asturias», asegura. Pero el vivir fuera de su ciudad natal no vino con su nuevo empleo, sino que lleva casi cuatro años viajando entre Europa y Estados Unidos. El primer destino fue Buffalo (Nueva York), donde cursó el tercer curso de su carrera. «Cuando empecé en la universidad descubrí que la escuela de ingeniería tiene varios convenios de colaboración con Estados Unidos, un destino que me interesaba desde pequeño, así que lo vi claro». Sus ganas de viajar, crecer y aprender lo llevaron ese mismo verano a Roma, donde trabajó en una «startup». No tuvo tiempo para volver a casa. Su cuarto y último año de carrera lo cursó en la Cork Institute Technology (CIT) gracias a una beca erasmus. «Una universidad irlandesa con muy buen nivel y varias asignaturas que me interesaban mucho», explica Álvaro.

Tras finalizar sus estudios llegó la hora de volver a casa, pero no por mucho tiempo. Varios meses de dedicación al perfeccionamiento del currículum y portfolio y a la preparación de entrevistas técnicas, «que por lo general son bastante complicadas», llevaron a Álvaro a la empresa en la que siempre había soñado trabajar: Amazon. Algo que describe como «increíble». Sus horarios laborales son muy flexibles y también tiene la posibilidad de trabajar desde casa, así que puede permitirse el volver a Asturias muy de vez en cuando. De hecho, hace apenas una semana que ha venido a visitar a sus padres, a quienes más echa de menos. Aunque asegura que están están muy contentos viendo cómo le van las cosas fuera del nido. «También mi cuerpo se ha adaptado a un ritmo de cachopos que es difícil de controlar», bromea.  Álvaro también echa de menos a sus amigos. A pesar de que, asegura, en Edimburgo tiene grandes amigos, «en Asturias hay gente con la que he vivido muchísimos momentos especiales durante años. Siempre que paso allí toca recordar unos cuantos y crear otros nuevos». 

Un empleo en Amazon y una revista cultural

A pesar de que asegura pensar mucho en su familia y sus amigos, no se puede llegar a saber hasta qué punto tiene tiempo de hacerlo, dado que su rutina laboral no solo se centra en su trabajo en Amazon. El ovetense se define a sí mismo como un «culo inquieto» que siempre ha estado metido en proyectos. «A los 17, viviendo todavía en Asturias, comencé una marca de ropa llamada Infinite (nfnt.es). Hace dos años, cuando estaba cerrando la marca, me surgió la oportunidad de comprar y gestionar The Medizine junto a un amigo». The Medizine es una revista digital sobre música, moda y estilo de vida que dirige junto su amigo Ari. «Él y yo ya habíamos trabajado juntos en Infinite y teníamos un buen feeling laboral, así que saltamos a la aventura. Los dos seguíamos la revista desde hace años y vimos una buena oportunidad, ya que en nuestra opinión estaba muy desaprovechada; dos años después somos un equipo de más de diez personas y hemos multiplicado por 5 nuestros seguidores y lectores», explica.

Asturias, su zona de confort

Álvaro no tiene pensado volver a vivir en Asturias. Al menos, no en un futuro próximo. Asegura que en España si hay alguna ciudad en la que se imagina viviendo si se dieran las circunstancias, aunque tampoco lo ve muy probable. En cuanto a Edimburgo, asegura que es una ciudad muy europea, especialmente por su gran cantidad de turismo. En cuanto al clima dicen que Reino Unido y Asturias son muy parecidos, pero Álvaro insiste en que es lo que menos le gusta de vivir allí. «Normalmente hace sol, cosa que me encanta porque te da ganas de vivir, pero la temperatura media es fría. 18 grados en verano y 2 en invierno. Aunque Asturias tampoco es que sea mucho mejor», cuenta. Es imposible comparar su tierra con aquella en la que vive. «La calidad de vida es muy alta comparada con España y tras vivir tantos años en Oviedo y Gijón los conozco como la palma de mi mano, es mi zona de confort», explica cuando asegura que Asturias en sí misma es algo que añora inevitablemente. «Cada día que pasa fuera de ella, ya sea a 200 kilómetros o a 2000, es una nueva anécdota».