Hevia reanima su gaita con el aliento de la emigración asturiana en el Caribe

EFE / La Voz

EMIGRACIÓN

El gaitero asturiano residente en la República Dominicana presenta «Al son del indianu», «una historia de la inmigración que vive en un estado mental que se llama Asturias»

05 abr 2018 . Actualizado a las 19:23 h.

Al sol del indianu y con su gaita en ristre al otro lado del Atlántico, reaparece Hevia con un álbum que hermana sus raíces con las de los antepasados que encabalgados entre el siglo XIX y el XX emigraron al Caribe; una conexión con las raíces que ha despertado en el gaitero asturiano «la misma fuerza» de Tierra de nadie, disco del que hace 20 años despachó 600.000 ejemplares. «Todas las familias asturianas tenemos enlace con La Habana», ha afirmado el músico hoy en un encuentro de prensa en Madrid para justificar la génesis del autoeditado Al son del Indianu, al que se ha referido como «una historia de la inmigración que (aún hoy) vive en un estado mental que se llama Asturias». Se trata de un proyecto muy personal, hasta el punto de que es autoeditado y de que incluye una serie de videos que ilustran su espíritu y su génesis.

Había muchos músicos entre todos los que hace siglo y medio empezaron a abandonar su tierra camino de las Américas, entre ellos el abuelo paterno de Hevia. Según relata el libro-disco que lanza este viernes, de aquella confluencia cultural surgieron incluso instrumentos nuevos, como la gaita criolla en Argentina. Fue en 1987 cuando José Ángel Hevia (Villaviciosa, Asturias, 1967) puso un pie por primera vez en Santo Domingo para participar en una romería asturiana. La mayor parte del año lo pasa allí ahora. Casado y padre de dos hijas «asturdominicanas», en 2014 decidió dejar atrás la crisis española y el «pesimismo del 'y para qué'» que rodeaba cualquier proyecto que se quisiera emprender.

«Allí desperté creativamente», ha asegurado hoy el gaitero, académico de honor de la Academia de la Lengua Asturiana, tras materializar un trabajo que es fruto de encontrar la sincronía no solo en lo musical, sino también en la urgencia del día a día. Según cuenta, españoles y caribeños «hasta caminamos con una semicorchea de diferencia». «En Europa se anda en plan marcial; me dijeron que hasta que no aprendiera a hacerlo como un negro, con un golpe de cadera a cada paso, no podría sacar adelante este proyecto», relata.

«No me quería conformar con ponerle unas congas en Madrid para que sonara latino», insiste, y tres años después de trabajo y de adecuar ritmos, sin dar nunca «un puñetazo sobre la mesa», su sexto disco de estudio es una realidad. En él revisa la bachata con voz de Víctor Víctor, así como el célebre bolero Volver de Carlos Gardel o el Asturias de Isaac Albéniz en clave de chachachá. Ningún género se ha resistido a los golpes de aire de su instrumento e incluso ha acuñado alguno nuevo, como la «merengaita».

«Es un documento que debería estar en las bibliotecas, al menos en las asturianas», ha opinado Hevia, que se muestra tranquilo ante los recelos de los más ortodoxos, que ya lo criticaron en su época de vigor comercial. «Estamos todos más maduros para entender que esto no es una representación museística de la gaita y que no pretendo imponer nada», ha defendido. Con su banda, un combinado italocubano radicado en Vicenza, iniciará en breve una serie de conciertos que tendrá como destino Francia, la propia Italia o Polonia. «Toco más en el extranjero que en España», informa Hevia, confiado en el futuro de su estilo. «La música de raíz no está de moda ahora mismo, pero el gran público es cíclico. No hemos desaparecido y, de hecho, hay músicos jóvenes más preparados ahora que hace 20 años. Solo hay que esperar al siguiente ciclo», vaticina.

Será en otoño cuando inicie su gira por territorio nacional, con una cita ya confirmada el 29 de septiembre en la madrileña sala Joy Eslava, a la que seguirán otros compromisos en Valencia y Barcelona