«Cambridge es lo más parecido a Asturias que hay aquí»

Nacho G. Ruano REDACCIÓN

EMIGRACIÓN

El gijonés Emilio Gómez en la entrada de la estación de trenes de Cambridge, donde trabaja
El gijonés Emilio Gómez en la entrada de la estación de trenes de Cambridge, donde trabaja

El gijonés Emilio Gómez se mudó a Reino Unido en 2001 para aprender inglés unos meses, pero su estancia se ha alargado hasta hoy

05 mar 2019 . Actualizado a las 16:38 h.

Nacido en Valencia en 1975, aunque asturiano desde los 6 años, cuando se mudó a Gijón, Emilio Gómez se lanzó a la aventura inglesa con 26 años. «Vine para aprender inglés pensando que serían de seis a ocho meses, pero cuando llegas te das cuenta de que en el instituto te enseñaron a leer y escribir pero no pillas una y nadie te entiende, por lo que la cosa se fue alargando y aquí estamos», explica Gómez, que opera como controlador en la estación de trenes de Cambridge. La ausencia de presteza con el idioma a su llegada le obligó a juntarse con españoles al comienzo de su estancia en esta ciudad, pero «con el tiempo te relacionas más con gente de habla inglesa y también con emigrantes de otros países con los que tienes que hablar inglés».

El idioma no fue la única barrera que debía superar el gijonés, ya que el clima y las horas de sol fueron otros factores que complicaron la adaptación del asturiano. «Lo que cuesta todavía es la falta de luz solar: los inviernos no son particularmente fríos, pero sí muy oscuros; amanece sobre las 8.00 y anochece en torno a las 16.00 horas, y según donde trabajas a veces no ves el sol hasta el fin de semana. También al llegar cuesta acostumbrarse a la comida de aquí, pero eso mejoró mucho. Ahora los supermercados tienen mucha más variedad y puedes cocinar casi cualquier cosa», comenta Gómez.

Por otra parte, el horario británico es otro de los choques culturales que más notó el gijonés, que añora la forma de vida en Asturias. «Echo de menos a mi familia y amigos y también el horario: a partir de las 19.00 la única opción que tengas es ir al pub a beber, incluso las cafeterías están cerradas a partir de las 18.00 horas. Londres es distinto, ya que tiene un horario más extenso, pero aquí a partir de las 19.00 solo hay bares y restaurantes abiertos en el centro». A pesar de que el día a día no diste mucho de lo que sería un día normal en España, el horario, señala el gijonés, «es un problema». «En Asturias y España nadie se extraña de salir de un trabajo en una oficina a las 20.00 o 21.00 horas: aquí si a las 18.00 no estás de camino a casa es que hay un problema gordo en la oficina. Todo empieza y termina antes», afirma.

La afluencia asturiana en Cambridge es escasa. «No conozco a nadie de Asturias aquí. Sin embargo, hay un puesto en el mercado en el que venden fabas y cabrales. La presencia deasturianos en Londres es mayor: está a una hora de distancia de aquí en tren y conozco mucha más gente del Principado que vive en esa ciudad, ya que hay una peña del Real Sporting ahí y soy uno de los miembros», relata. Sobre la forma en que ve la región desde la distancia, el gijonés apunta que «Asturias parece que no cambia, se está muy bien de vacaciones y mis amigos que están allá con trabajo viven con mejor calidad de vida que yo», aunque señala que «los que no tienen un trabajo fijo lo pasan mal, y también hay muchos que marcharon a Madrid o Barcelona para buscar un futuro mejor, o incluso gente como yo, que terminé aquí».

El asturiano vuelve siempre que puede a Asturias, aunque su viaje sea una completa odisea. «Estuve tres veces el año pasado, la última en verano y volveré en abril mayo. Sin embargo, ahora sin vuelos directos la cosa se complica, porque es un día entero básicamente para ir y otro para volver», señala. Gómez considera que «la región sigue siendo la misma, y debería cambiar. El Reino Unido cambió desde que vivo aquí, aunque este con el brexit no se donde iremos a parar. A pesar de esta situación, en estos años el pais mejoró», explica. Pese a las diferencias culturales evidentes con España, Cambridge no dista mucho del Principado en cuanto a su apariencia. «Cambridge no es la ciudad típica de Inglaterra y, por lo que conozco de otros sitio del norte, es más parecido a Asturias: la industria cerrada está cerrada, y la gente tiene que marchar en busca de trabajo, aunque la calidad de vida es mayor en Asturias», comenta. 

El gijonés guarda al Principado en su corazón, como se puede ver en los recientes viajes que ha hecho de vuelta a la «tierrina», pero por su cabeza no pasa, por el momento, retornar al Principado. «Me encantaría volver, pero sin trabajo no se puede, y tampoco es que esté buscando ahora mismo. Asturias puede que no cambie, pero yo sí, y trasladarme de una ciudad donde tengo amigos de todas partes del mundo y conoces a tanta variedad de gente se me haría raro», afirma Gómez, aunque no descarta su retorno a largo plazo. «Sin duda, me gustaría jubilarme en Asturias», sentencia. El anhelo de una vuelta con el sustento ganado a una tierra que tiene marcada en el corazón.