De Jacksonville a Miami: la aventura americana de un avilesino

Nacho G. Ruano REDACCIÓN

EMIGRACIÓN

El avilesino Jairo Santano, en Florida (Miami)
El avilesino Jairo Santano, en Florida (Miami)

Jairo Santano cruzó el charco en junio de 2016 gracias a una oferta laboral

28 mar 2019 . Actualizado a las 13:09 h.

Una oferta laboral llevó al ingeniero avilesino Jairo Santano a cruzar el charco en junio de 2016. Sus comienzos en Estados Unidos tuvieron lugar en la ciudad de Jacksonville, en Florida. El desembarco del asturiano en este centro de negocios norteamericano no fue fácil. Un clima totalmente distinto, unas tradiciones diferentes a las españolas y la necesidad de coger el coche para ir a todos los sitios marcaron el inicio de su nueva aventura americana. «Al principio es duro, porque te sientes totalmente desubicado, pero en un periodo de unos seis meses ya empiezas a encontrar tu sitio», explica el avilesino. De Jacksonville se movió más tarde a Miami, donde la influencia latina permite encontrarse con tradiciones más similares a las españolas. 

El carácter estadounidense quedó patente a su llegada a su primer destino en este país. Las distancias son enormes, y es necesario el vehículo particular para ir a cualquier lado. Además, el avilesino señala que «es difícil encontrar un núcleo de gente comiendo en una terraza, a diferencia de Asturias». Por otra parte, el centro de la ciudad no existe como tal, y los habitantes suelen vivir en casas. Es en sus hogares donde los estadounidenses realizan sus quedadas, en lugar de hacerlas en restaurantes o locales, como en España. 

La facilidad de promoción en las empresas norteamericanas es uno de los aspectos que más elogia el asturiano de la realidad de su actual hogar. El acceso al trabajo también es un factor positivo de la cultura estadounidense. «Aquí si haces bien tu trabajo se te recompensa y reconoce al instante: es algo que choca con la cultura española», afirma. En Jacksonville apenas coincidió con españoles, «y por supuesto, ningún asturiano», declara, pero su mudanza a Miami le permitió aproximarse a unas tradiciones más próximas a las españolas, además del carácter latino, muy próximo al de su país natal. Sin embargo, a pesar de la indudable afluencia hispana, él y su mujer son los únicos asturianos de su grupo de amigos.

El avilesino lamenta el despoblamiento que sufre su tierra natal a raíz de las escasas oportunidades laborales que brinda. Una tierra que le marca mucho, y a la que intenta ir una o dos veces al año. Su regreso a Asturias por Navidad le hizo ver una realidad que le apena. «He encontrado que hay un gran numero de personas que se esta marchando de la comarca. Companeros de facultad, amigos que se han ido a otros puntos de España, sobre todo Madrid o Cataluña. Sigo muy de cerca los diarios asturianos, y me da tristeza leer las noticias sobre la marcha de asturianos habitualmente», señala.

Santano no descarta volver a su tierra natal por el amor y cariño que siente hacia ella, pero la realidad económica del Principado no favorece este regreso. Considera que los asturianos tienen un vínculo muy fuerte con su tierra, y siempre barajan la posibilidad de volver a ella. Sin embargo, este no es el caso del avilesino, al menos a corto plazo. «De momento parece que las condiciones laborales no están repuntando lo suficiente como para plantearse una vuelta, pero siempre está en mi radar», apunta. Mientras tanto, continúa la aventura americana de este asturiano, que comenzó en Jacksonville y continúa en Miami.