Fallece por covid a los 68 años José María Gómez-Valadés, un referente de la emigración asturiana

Juan M. Arribas

BÉLGICA

José María Gómez-Valadés. LA REGIÓN INTERNACIONAL
José María Gómez-Valadés. LA REGIÓN INTERNACIONAL

«Tamargo» ha muerto en Bélgica, donde se había sometido a un trasplante de hígado

19 ene 2022 . Actualizado a las 13:35 h.

José María Gómez-Valadés ha fallecido a los 68 años por covid-19. «Tamargo», como era conocido, nació en Oviedo y emigró con su familia a Bruselas a los 11 años. Fue un emigrante activo: fue uno de los fundadores de los Consejos de Residentes en Bruselas y en este papel de voluntario mantuvo informado a todo el colectivo emigrante de las novedades y de las dudas de todos aquellos que llegaban al país. Fue también consejero general en el Consejo General de la Ciudadanía Española en el exterior.

«Tamargo» se recuperaba de un trasplante de hígado al que se tuvo que someter tras una larga enfermedad y fue entonces cuando contrajo el coronavirus, según informa La Región Internacional. Su historia es la de miles de emigrantes asturianos. Trabajó en la hostelería y así pudo aprender el idioma y luego se inició en el oficio de la imprenta en el sector privado. Oviedista empedernido, transmitió a su mujer Jenny y a su hija Claudia su amor por Asturias, adonde hacía una visita todos los años.

Paralelamente a su trabajo, «Tamargo» emprendió una carrera voluntaria y silenciosa de ayuda a los emigrantes que llegaban a Bélgica a trabajar. En reuniones informales en bares de Bruselas o Lieja, se juntaba con grupos de españoles a los que ayudaba con la tramitación y la burocracia de un país que aún no conocían, dudas que también respondía vía postal. Informaba de los cambios en los derechos, los procedimientos para renovar pasaportes o de los mecanismos del SOVI, que permitió multiplicar por 10 las pensiones cobradas por algunos emigrantes que tenían condiciones más precarias. Un trabajo callado y voluntario que tenía siempre el reconocimiento del afecto de los emigrantes, que siempre agradecieron su ayuda desinteresada.

«Tamargo» fue también fundador de la agrupación de asturianos y asturianas en Bélgica, era un gran aficionado a la lectura y a la música clásica y un fanático del Real Oviedo.