Construyó con sus propios recursos la primera emisora de radio de Cuba. Entrevistó a Federico García Lorca, Gabriela Mistral y Antonio Machín y su recuerdo reposa ahora en la casa de Enma, su anciana hija, en una casa con una vieja cabina de transmisión repleta de restos de bujías. Hablamos de Manuel Antonio Álvarez, Manolín. Una gloria de Cuba, un genio de la radio reconocido allí pero olvidado en Asturias pese a haber nacido en la parroquia de Santiago de Ambás, en el concejo de Carreño y de formar parte de la historia viva de la emigración asturiana a América.
Un libro de Víctor Amela recién publicado sobre García Lorca (Si yo me pierdo, Destino) evoca la entrevista que Manolín Álvarez realizó al poeta granadino en marzo de 1930 en su emisora de radio de Caibarién y también las nueve conferencias radiadas que pronunció en la isla. Aunque Amela no encontró la inédita grabación de la voz de Lorca, su libro sirve para recordar la figura del gran pionero de la radio en Cuba.
El periodista Jesús Díaz Loyola recuperó su biografía en el libro Crónicas del Caribe. Manolín Álvarez sale de Santiago de Ambás en 1905, con solo 13 años, para hacer las Américas y llega a la isla a bordo del vapor francés La Normandie. Tiempo después, tras poner en marcha la primera emisora de radio, su voz empieza a ser testigo de un tiempo, de la transformación de Cuba en momentos clave como el cambio del régimen de Batista al de Castro.
Fue protagonista de los primeros pasos de la radio comercial en Cuba y se pudo codear con celebridades como Federico García Lorca, quien visitó Caibarién, —su pueblo cubano— en el verano de 1930 junto al hispanista José María Chacón y Calvo. Manolín también trató a Gabriela Mistral, Premio Nobel de Literatura después, quien también recorrió la Villa en 1931.
Manolín Álvarez vivió 80 años en Cuba pero no pudo jamás volver a Asturias. A los 25 años, en 1917 transmitió desde Caibarién las primeras señales de radio. El periodista Jesús Díaz Loyola es el que coloca al emigrante asturiano como el padre fundador de la radio en el país caribeño. Fue él -y no el compositor, flautista y empresario Luis Casas Romero- el artífice de lanzar al aire las primeras señales radiofónicas desde la isla.
En 1920 inauguró la 6EV y en 1925 estableció otra planta identificada por las siglas 6LO y un lustro después consiguió la tercera emisora, CMHD, otro hito de la radiodifusión en la isla caribeña. Eventos en vivo, conciertos, veladas de boxeo: Manolín Álvarez revolucionó Cuba con sus transmisiones pioneras.
Admirado en Cuba, de cuerpo menudo, vida modesta y siempre con una boina asturiana cubriendo su cabeza, Manolín Álvarez fue el gran protagonista asturiano del milagro de la radio en Cuba.