La venta de Barreras ya tiene precio: nadie da más de 10 millones de euros

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

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Oscar Vázquez

Los astilleros Armón y Gondán y el dueño de Vulcano presentan hoy ofertas

04 dic 2021 . Actualizado a las 18:22 h.

Hace ocho años, la petrolera mexicana Pemex pagó 5,1 millones de euros por el 51 % de Hijos de J. Barreras, recién salido del concurso de acreedores, y con la cartera de pedidos a cero. En este tiempo transcurrido, el astillero vigués ha construido un flotel y medio hecho el crucero de lujo para The Ritz Carlton Yacht Collection, el buque que lo ha devuelto al actual estado de insolvencia por su fuerte desfase presupuestario, que ha desencadenado la venta de la empresa.

Y poco ha cambiado su valor desde el año 2013, a juzgar por los importes que los interesados en la compra de Barreras están dispuestos a pagar en el proceso de concurrencia competitiva que arrancó el pasado mes de septiembre.Tres son las ofertas vinculantes confirmadas que, a lo largo de la jornada de hoy, llegarán a la consultora Kroll, encargada de gestionar la venta, según fuentes de la máxima solvencia. Los aspirantes a comprar la empresa de construcción naval viguesa, propiedad de Cruise Yacht Ltd (sociedad con sede en Malta participada por el fondo Oaktree, a su vez principal inversor de The Ritz Carlton Yacht Collection) son el astillero asturiano Gondán, el también asturiano Astilleros Armón, y el inversor José Alberto Barreras, dueño del astillero San Enrique, antiguo Factorías Vulcano de Vigo.

Las tres se presentarán por separado y por la totalidad del astillero, según estas fuentes, que cifran el importe que los interesados dicen estar dispuestos a pagar entre los cinco y los diez millones de euros. Sumas que, de entrada, no satisfarían las expectativas del vendedor, que precisa los ingresos generados por la venta para seguir avanzando en la construcción del crucero, desviado de Barreras al astillero cántabro Astander el pasado mes de marzo.

 Compra sin plantilla

Tanto Gondán como Armón, ambos asturianos, plantean la compra de la unidad productiva de Barreras, es decir, de los activos libres de cargas económicas y sociales; y con un número de trabajadores inferior a diez, de un total de 120 empleados en nómina, actualmente acogidos a un expediente de regulación temporal de empleo.

En este sentido, la oferta de compra formulada por José Alberto Barreras es la más proteccionista para la plantilla, ya que contempla la contratación de 60 de los actuales empleados de Barreras. Sin embargo, la propuesta del descendiente de la familia Barreras flaquea en garantías de carga de trabajo, si se compara con los completos planes industriales que incorporan en sus respectivas propuestas tanto Gondán como Armón que, según aseguran fuentes de toda solvencia, especifican con detallada documentación el número de buques que inyectarían en Barreras sus armadores.

Las tres ofertas incluyen, según fuentes del proceso, numerosas salvedades y condicionantes, dada la complejidad de la adquisición, que podría requerir la entrada en concurso del astillero (prepack concursal) para su liquidación controlada.

Kroll plantea este esquema de compra con el objetivo de saldar los pasivos contingentes con el dinero de la venta y, en caso de que la suma obtenida no fuera suficiente, acogerse a un concurso de acreedores.

La posibilidad de adquirir Barreras a un precio simbólico, pero asumiendo todo el pasivo, es una opción puesta sobre la mesa por el vendedor, pero descartada por los tres ofertantes. Y es que el futuro dueño del astillero estaría obligado a asumir dos riesgos de calado. El primero, el juicio por la cancelación del contrato de dos cruceros que enfrentará en un tribunal de Londres a Barreras contra la naviera noruega Havila en junio del 2022, y en el que el astillero se juega el pago de 36 millones de euros o ser compensado, en el caso de ganar el litigio.

Fuentes del proceso aseguran que el tribunal ya ha comenzado a tomar declaraciones y a pedir documentación aclaratoria, ya que, en primera instancia, fue el astillero vigués el que rescindió el contrato de construcción de los buques por impago de los noruegos. A este riesgo hay que añadir el contencioso ya presentado por la naviera canaria Armas por el pago de 28 millones de euros para la construcción de un ferri que no salió adelante. Fuentes de Barreras explican que el asunto está actualmente en proceso de arbitraje.