Sara Carbonero confiesa problemas en casa con la llegada de su segundo hijo

La Voz

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Sergio Barrenechea | efe

La periodista se desahoga en su blog y relata con detalle cómo han sido sus tres últimas semanas

21 jun 2016 . Actualizado a las 13:30 h.

Sara Carbonero e Iker Casillas se convirtieron en padres por segunda vez el pasado 2 de junio. Desde entonces, la periodista fue calmando la curiosidad de sus seguidores vía Instagrampublicó la primera foto de Lucas al día siguiente de nacer, varias del pequeño Martín jugando, otra en la que se aprecia su impresionante recuperación física tras el embarazo y tres más del nuevo miembro de la familia, una en brazos del guardamenta. Pero nada en su blog, donde habitualmente se explaya con todo tipo de detalles y consejos personales. Hasta ahora. Este martes, Cuando nadie me ve amanecía con un nuevo post, «Mi pequeña gran revolución». En él, la toledana repasa estas tres últimas semanas, agradece a sus lectores todas sus muestras de cariño y confiesa lo difícil que le está resultando a su hijo mayor la llegada de su nuevo hermano.

«No quiero dramatizar sobre este tema y sobre todo no quiero dar lecciones de nada -advierte la reportera-. Solamente cuento mi experiencia, algunas madres la compartirán y a otras quizá les suene a chino. Para mí, sin duda, lo más complicado de estas primeras semanas con los dos peques en casa han sido los celos de Martín». Reconoce Sara Carbonero no haber estado preparada para ello: «Me habían hablado del tema, de esos arrebatos incontrolados que a veces acaban en pellizcos al bebé, pero nadie me había contado que de un día para otro, a mi hijo le cambiaría el carácter radicalmente. No me habían hablado de su tristeza».

http:sara-carbonero.blogs.elle.es

Los tres primeros días -continúa- fueron de todo menos un camino de rosas. «Martín estaba triste, hasta el punto de que me pedía irse a la cuna temprano y se quedaba allí solo mirando al techo, pensativo -cuenta-. No quería saber nada de nadie. Esa escena me rompía el corazón. Puede sonar exagerado pero a pesar de estar inmensamente feliz con la llegada del bebé, un sentimiento de culpabilidad me rondaba, por no poder dedicarle ya todo el tiempo a su hermano mayor. El príncipe había sido destronado».

La «tormenta emocional» en casa de los Casillas Carbonero no duró demasiado. ¿Cómo consiguió Sara calmar a Martín? A base de palabras, cuentos e implicación del mayor en las rutinas del bebé. «Ahora nada más despertarse busca a Lucas por toda la casa, cuando llora le da besos en la cabeza y le pregunta qué le pasa -explica, sobre su evolución-. Aún así, no me puedo despistar un segundo porque continuamente vuelan por la casa juguetes y muñecos que van directos al bebé. Pero la mayor parte del día están juntos en armonía».

También ha querido detenerse la periodista en sus propios sentimientos. Ha admitido sentirse más tranquila que la primera vez, con menos miedos. También emocionada: «Quise parar el tiempo, porque crecen muy deprisa... Volví a sentir, que vivir es increíble por momentos como ese...». «Al igual que me ocurrió con Martín, cuando conocí a Lucas, sentí que había vivido toda la vida con las manos vacías... Esta frase no es mía, pero describe perfectamente ese momento. Lucas ha venido para completar el trébol».