¿Es el nuevo videoclip de Isabel Pantoja un plagio?

La Voz

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El regreso de la tonadillera a los escenarios está rodeado de polémica por sus peticiones para su camerino durante sus conciertos

06 dic 2016 . Actualizado a las 09:14 h.

Isabel Pantoja pasa de un sobresalto a otro. En su esperado regreso a los escenarios sus retoques estéticos en la cara casi eclipsan el estreno de su disco, que se ha convertido en el legado póstumo de su amigo Juan Gabriel.

Ahora, tras publicar hace pocos días el videoclip de una de las canciones del disco, Del olvido al no me acuerdo, han comenzado a surgir varios comentarios que apuntan a que Isabel Pantoja se habría inspirado en varias artistas (nacionales e internacionales), para grabar el vídeo.

Según apuntan en el blog Mucha tele que contar, de Vanitatis, el look que ha elegido Isabel Pantoja para llevar durante el videoclip recuerda mucho a uno que ya usó otra cantante hace unos años. El vestido que lleva la tonadillera, que muestra uno de de sus hombros al descubierto, tiene un estampado donde se mezclan los tonos oscuros, con otros que van desde el amarillo, a los naranjas y rojizos. Algunos han visto en los dibujos de la tela un enorme parecido a la portada del disco Minage, de Mónica Naranjo.

Pero el estilismo no sería lo que más ha llamado la atención de los detractores de Isabel Pantoja. El videoclip de la tonadillera tiene un gran parecido al que Jessie Ware grabó para su canción Say you love me.

En las dos grabaciones se ve a las dos artistas sentadas sobre una roca, el en caso de Jessi Ware con un fondo en tonos marrones, ocres y amarillentos, propios de una puesta de sol, cuando quedan ya poca luz. En el de Isabel Pantoja, el fondo, cambia y lo sustituyen por una playa, pero también predominan los tonos marrones y amarillos, y también se asemeja al atardecer.

 

Lo que pide en su camerino durante su gira

Tras varios años sin salir de gira, Isabel Pantoja ya tiene confirmados tres conciertos para los próximos meses, en Madrid, Barcelona y Sevilla. Eso sí, según desvela Sálvame, a los que la han contratado les han sorprendido las peticiones de la tonadillera, tanto para ella como para el nutrido equipo con el que trabaja (unas 25  personas). 

Quiere un camerino con baño, un espejo de cuerpo entero, un tocador con bombillas y velas y rosas blancas. Debe de haber además un sofá confortable, un suelo con moqueta y seis perchas. En lo tocante a la comida, solicita queso, jamón de jabugo, chocolate, fruta y 24 litros de refrescos, agua y alcohol. En este último caso no se especifica qué tipo ni quién lo va a consumir. Esta larga lista de peticiones contrasta con el agua con hielo que únicamente pide para la orquesta sinfónica que la acompaña.