Lo único que le interesa a Cristina Pedroche de la primera mujer que va a pisar Marte

La Voz

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Alyssa Carson tiene 15 años, habla cuatro idiomas, casi cinco, y es candidata de la NASA para viajar al planeta rojo en el año 2033. Y esto es lo que más curiosidad le genera de ella a la presentadora:

20 ene 2017 . Actualizado a las 12:56 h.

Alyssa Carson no le pone límites a sus sueños. Ahí está ella, valiente y entregada a su ambiciones, que no son pequeñas, preparándose para viajar a Marte. Quiere ser el primer ser humano en hacerlo. Tiene 15 años y las cosas claras ya desde los 3, y no va mal encaminada. Cuenta -que no es poco- con el respaldo de la NASA, junto a la que se entrena para desembarcar en el planeta rojo en el año 2033. Su primera toma de contacto con la agencia fue hace ocho años, durante un campamento espacial. Habla inglés, francés, español, chino y está estudiando ruso. Planea matricularse en astrobiología, ya se ha sometido a simulacros de resistencia y está aprendiendo a pilotar aviones y submarinos. Esta semana acudió a El Hormiguero para contar sus planes y proyectos, para explicar cómo será el proceso y a todo lo que tendrá que renunciar en caso de ser la elegida para tal misión. Y entonces, mientras hablaba apasionadamente de lo que supondrá para ella y para la Historia el viaje espacial, a Cristina Pedroche le surgió una duda trascendental: «Pero... ¿y si te cambia la vida? Lo mismo conoces, yo qué sé... Tienes una pareja ideal que dices: 'es que no me quiero separar nunca, no me quiero ir a Marte', porque entiendo que eso... se tarda un montón en llegar allí». «Si yo tengo otro sueño, lucharé por ese nuevo sueño -le respondió, tan sensatamente-. Pero yo tengo pasión por el espacio y por esto, creo que es importante, es algo que quiero hacer y no pienso que vaya a cambiar de opinión».

Las redes sociales enseguida enseñaron los colmillos. Y saltaron a la yugular.

A Alyssa poco le importó que Pedroche sintiese curiosidad por esos detalles y siguió relatando con ilusión su aventura. «En la misión a Marte hay que asumir diferentes sacrificios», argumentó cuando Pablo Motos detalló que para participar en ella era imprescindible no tener ni pareja ni familia. «Tú puedes tener familia, pero no es una buena idea porque ya solo para llegar allí se tarda entre seis a nueve meses, allí estaría tres meses, y otros nueve de vuelta». «Es como un Erasmus», apuntó, ingeniosa, la presentadora.  

Allí, continuó relatando la joven estadounidense, uno debe estar totalmente concentrado en el oxígeno y en otras dificultades, no puede tener distracciones. Además, a la vuelta, el cuerpo puede acabar acusando la radiación, el impacto de la fuerza de gravedad en los músculos y en los huesos, y otros efectos inesperados en la visión o en el desarrollo de tumores. «También te podrías morir, ¿has pensado en esto?», le comentó Motos. «Sé que estoy en buenas manos», contestó, con firmeza. ¿Y si no la escogen? «Si finalmente no me seleccionan, me gustaría ayudar a las personas que sí formen parte de este proyecto y trabajar para la NASA», añadió.