El tenista habla por primera vez sobre su ruptura con la modelo y asegura que no es capaz de hablar mal de una persona con la que ha compartido su vida
20 jul 2017 . Actualizado a las 07:48 h.Era una de las entrevistas más esperadas de la temporada. Feliciano López se sentó frente a Bertín Osborne para contar todo lo que lleva un año callando. Mientras su exmujer Alba Carrillo se ha dedicado a visitar platós, el tenista guardaba un llamativo silencio que finalmente ha roto este martes. Y lo ha hecho para gloria de Telecinco que, en un golpe maestro, decidió colocar estrategicamente el programa en su parrilla. A solo dos días de la final de Supervivientes, la de Feliciano ha sido la mejor forma de ir calentando motores.
Bertín quiso comenzar allanando el terreno con preguntas sencillas sobre la carrera deportiva de Feliciano López. Pero esta entrevista era diferente. Porque el momento que vive Feliciano también lo es. «Quiero que la gente sepa como soy de verdad, aunque he hecho algunas cositas en televisión no es lo mismo que charlar con un amiguete de la vida», eran las palabras con las que el tenista se mostraba dispuesto a abrirse en canal y revelar algunas de las partes de su vida que en estos últimos meses se ha afanado en mantener lejos de los focos de la televisión.
Tras tratar algunos de sus hitos deportivos, Feliciano y Bertín decidieron meterse en harina. Porque el cebo de esta entrega especial de Mi casa es la tuya era su matrimonio -breve- con Alba Carrillo. Y Feliciano López cumplió. Con la discreción que le ha caracterizado en estos últimos meses, el tenista dejó caer algún mensaje para su exesposa.
Pero la primera bala no la lanzó Feliciano López precisamente. En un arranque bastante curioso, Bertín Osborne y Arévalo eran los que ponían al espectador al día de los últimos escándalos en los que se ha visto metida la expareja del tenista. «No te puedes imaginar lo que están haciendo. Las broncas que han tenido entre la madre y Alba. Están para hacer una pelea de cocos de esos que hay por allí», empezaba Arévalo a contar a un sorprendido Bertín. Pero no solo hablaron sobre el paso por Supervivientes. Arévalo estaba informado de todas las visitas de Alba Carrillo a los platós de Telecinco. «Once meses duró el matrimonio. Después se fue a todos los platós a ponerlo verde... Una serie de tonterías que no tienen ningún tipo de explicación», añadía.
Pero sin duda, quién más ha tenido que decir ha sido Feliciano López, que ha aprovechado la visita de Bertín para aplicarse un profundo lavado de imagen. A lo largo del programa, el tenista se ha afanado en desvincularse de la polémica y de mostrar una cara mucho más racional y sensata que la de su exmujer. «Soy una persona fuerte. No presto mucha atención a lo que dicen de mí. Piensa que viajo muchísimo y al estar fuera no estás viendo la televisión. Me ocupa mucho tiempo mi profesión. No estoy pendiente de si están diciendo esto o lo otro de mí», aseguraba el tenista, que acto seguido centraba algo más el tiro: «Yo lo he llevado como buenamente he podido. Es muy difícil para un tenista o la pareja de un tenista poder tener una relación normal. Yo paso en Madrid dos meses y medio al año. Los tenistas no somos gente fácil porque estamos acostumbrados a hacer desde pequeños lo que queremos. La gente cercana lo entiende bien. Algunos más que otros. Te vuelves una persona independiente. Una cosa que la gente no entiende bien es que lleve 25 años haciendo lo mismo. Tengo mi equipo y somos una familia, tenemos nuestros propios hábitos».
Harto de quedar como el malo de la película, Feliciano López ha querido dejar claro que el desenlace de su historia con Alba Carrillo también le dolió a él: «Para mí fue un palo que terminara nuestro matrimonio porque yo había puesto mucha ilusión. Que al poco tiempo veas que no funciona es una desilusión». Y aprovechando este momento de confesión, le mandó un mensaje a su exmujer: «Yo tomé la decisión de separarnos, pero la cosa no iba bien. Era obvio que tarde o temprano iba a pasar eso. No puedo hablar mal de una persona con la que he compartido mi vida. No parece ético. La vida personal es la vida personal y las cosas se han de solucionar en la intimidad».
Esta entrega especial de Mi casa es la tuya también ha dado protagonismo a dos voces importantes en la vida de Feliciano. La primera, la de Marc López, tenista y compañero de Feliciano López con el que ganó el gran premio de Roland Garrós. Él es el que mantiene a su amigo al corriente de todo lo que pasa en la isla más mediática de la televisión. «De todo lo que ha pasado en la isla, no sé exactamente muy bien qué ha sucedido. No te puedo decir porque no he visto el programa. Yo tenía una relación cordial con su familia», explicaba Feliciano López, después de que Márc López asegurara que Lucía Pariente (exsuegra del tenista) ha sido uno de los personajes con mayor protagonismo de Supervivientes. «He de decir que con algunas cosas nos hemos reído mucho», ha desvelado Feliciano López, no queriendo afinar sobre qué cosas son las que exactamente ha visto del programa.
Una madre harta de ser «la bruja»
La otra protagonista de Mi casa es la tuya ha sido Belén, la madre del tenista, a la que Alba Carrillo se ha encargado de colocar como una entrometida y como el gran problema de la relación. «Yo solo pedía que me dejaran en paz. Yo tengo un trabajo y no me apetece estar en el hospital, poniendo una bolsa de sangre, y que haya gente que crea la verdad de la otra parte y no la verdad de mi hijo. No quiero que piensen que soy tan mala como dicen», ha asegurado la exsuegra de Carrillo, para después añadir: «A mí me han puesto casi de la bruja de la película. De repente todos en mi familia hemos sido unos sinvergüenzas y yo una entrometida, ¡cuando muchas cosas de esta casa no sé ni dónde están! No tengo tanto tiempo para meterme en la vida de mi hijo como han dicho. Yo dejé de meterme en la vida de mi hijo cuando tenía 14 años y a Alba Carrillo le había cogido cariño, me parecía muy entrañable».