La camarera rusa de «First Dates» encuentra el amor en el programa

A.I.

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Yulia Demóss se ofreció voluntaria hace unos meses para encontrar el amor... pero una sorpresa inesperado le trajo a su príncipe azul

20 abr 2018 . Actualizado a las 11:05 h.

Yulia Demóss es una de las camareras del exitoso programa de citas de Cuatro. El pasado mes de septiembre y tras casi 500 programas, la camarera decidió ofrecerse como voluntaria para encontrar el amor. «Me llamo Yulia, tengo 32 años, soy actriz, trabajo de camarera en First Dates y soy rusa», así fue su vídeo de presentación. Sobre sus gustos reconoció que, «me encanta hacer deporte, senderimso y todo lo que me viene a la cabeza o cualquier plan que me ofrezcan. La vida solo es una y hay que divertirse».

La camarera del programa de Carlos Sobera aseguró sentirse preparada para encontrar el amor. «Me apetece conocer a alguien con quien compartir mi vida, que sea mi compañero de viaje. Si llega algo serio estaré encantada, estoy más que preparada. Para mí lo principal es que un hombre sea divertido y haga reír, que lleve un estilo de vida saludable, que cuide su imagen, que sea despierto y abierto intelectualmente y busque cómo sorprender. Nunca he tenido una cita a ciegas 100 % y me encantará descubrir qué es lo que se siente», dijo Yulia. 

Tuvo que esperar unos meses, pero su momento llegó. En el programa de ayer de First Dates, Carlos Sobera le pidió que se sentará en la barra, de espaldas a la puerta de entrada. En ese momento, entró Erik y la cara de Yulia era de auténtica estupefacción. Con un ramo de flores en las manos, la camarera reconoció sentirse paralizada por que el chico venía desde muy lejos. Y es que el pretendiente en cuestión no formaba parte de una cita a ciegas, ellos se conocen desde hace unos meses. «Yulia es muy guapa, me gusta toda ella. Tenemos una relación a distancia porque yo vivo en Lisboa y ella en Madrid, pero si te quieres no es tan lejos», confirmó el chico. 

Tras el encuentro más que amoroso, Yulia reconoció que se había conocido hace unos meses en un barco y que desde entonces «tenemos algo especial y romántico. De él, lo que más me gusta es que es discreto pero al mismo tiempo sociable y muy divertido. Ahora mismo nos estamos conociendo a distancia pero, cuando hay interés por las dos partes, las fronteras no existen». Se besaron y se abrazaron ante la mirada feliz de Carlos Sobera que decidió darle la noche libre a la camarera para que pudiese celebrar el reencuentro con su ansiado príncipe azul.