La emotiva carta de despedida del fundador Ikea a sus empleados

Yanel Tilke Seijo / M. P. REDACCIÓN / LA VOZ

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La misiva fue hallada en la casa de Ingvar Kamprad, fallecido el pasado mes de enero

21 jun 2018 . Actualizado a las 18:21 h.

Ingvar Kamprad, el fundador de Ikea que fallecía el pasado mes de enero a los 91 años, no quiso marcharse de este mundo sin despedirse de sus empleados, que ascienden a unos 155.000 en unos 30 países, según los datos que suministraba la propia empresa en el año 2016. El creador de la empresa de muebles a bajos precios, que durante años ocupó los puestos de los más ricos del mundo según la revista Forbes, quiso tener un recuerdo emocionado a todos sus trabajadores. «Mi propia saga ha terminado. Una vida fantástica, un poco dura a veces, pero poder haber estado junto a los mejores trabajadores del mundo tantos años lo tapa todo; además de tener una querida familia que siempre está dispuesta a ayudar», comienza el escrito de Ingvar Kamprad, que termina deseándoles a sus empleados que tengan una «buena vida» y un futuro «grandioso», según ha publicado el periódico sueco Smålandsposten.

El dueño de Ikea murió el pasado 27 de enero a los 91 años en su casa de Småland, en el sureste de Suecia rodeado por sus familiares cercanos, ya que padecía una «corta enfermedad». La compañía sueca publicó en su Twitter oficial la carta del creador de Ikea dirigida a sus trabajadores: «Para usted que trabajó o trabaja en Ikea: Hace unos meses Ingvar nos dejó una carta a todos nosotros que fue encontrada en su casa. El deseo de Ingvar era que se compartiera con ustedes y con todos los demás miembros de la familia Ikea», dice el tuit.

«En los últimos 10 años, lo que más he ansiado es la firmeza y sencillez, y el retorno del sentido común. Yo nunca he creído en las curvas y barras de las estadísticas o en las investigaciones de mercado rígidas, solo son una pequeñísima parte de la auténtica verdad. Y, a menudo, constituyen los grandes enemigos de la toma de decisiones. La época de la sencillez y el sentido común no ha pasado, pero está seriamente amenazada», detallaba Kamprad.

Además, el empresario admitía que tuvo una «vida fantástica, algo dura en ocasiones, pero nada es comparable con haber podido trabajar con los mejores 'co-workers' del mundo». «Y, para acabar, cambiaré solo una palabra de mi típica frase, que aún sigue muy vigente. Vive bien. Tú solo estás en el principio.¡Por un futuro glorioso!», concluía su escrito hacia sus trabajadores, con un mensaje cargado de humildad y positivismo.

En 1943, con solo 17 años, el sueco Kamprad creó su empresa con el dinero que había recibido como regalo de su padre por haber sacado buenas notas. Registró entonces el nombre Ikea: las dos primeras letras (I y K), por las iniciales de su nombre y apellido, y las dos últimas (E y A), por los nombres de la granja (Elmtaryd) y el pueblo (Agunnaryd) donde había crecido. Algo que no esperaba ese «jovencito» es que Ikea se convertiría años más tarde en una de las mayores empresas de muebles a nivel mundial. Las cifras hablan por sí solas: en su último ejercicio fiscal (del 1 de septiembre del 2016 al 31 de agosto del 2017) por valor de 36.300 millones de euros y obtuvo un beneficio neto de 2.500 millones, un 40 % menos interanual.

El dueño de la cadena sueca de muebles y objetos para el hogar, que ha sido una de las 500 personas más ricas del mundo según la revista Forbes, supo combinar el atractivo diseño nórdico con una proverbial capacidad para generar eficiencias y ahorrar, lo que lo convirtió en una figura respetada, aunque sus estrategias para pagar menos impuestos le valieron críticas en Suecia.