Eva Longoria: «Todas las fotos que me hago están retocadas»

MARÍA ESTÉVEZ

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MARIO ANZUONI

La «mujer desesperada» más famosa, que acaba de ser madre, regresa con una típica comedia americana. Pero su personaje de Gaby le perseguirá siempre

17 sep 2018 . Actualizado a las 17:56 h.

La actriz Eva Longoria (Corpus Christi, Texas, 1975) acaba de ser madre por primera vez, así que se encuentra en una etapa de adaptación. Habitual de la prensa tanto por su labor artística como por su vida personal, la protagonista de la serie Mujeres desesperadas ha estado casada con el también actor Tyler Christopher y con el jugador de baloncesto Tony Parker. De su primer matrimonio mantenía a su fiel perrita Jinxy, una maltés blanca que le regalaron en el 2003 y que ha fallecido recientemente, de manera que el estreno de su nueva película, la comedia I Love Dogs, se ha convertido en un recuerdo a su mascota.

-Evidentemente, usted es más de perros que de gatos...

-¡Claro! Amo a los perros. Me fascinan. Soy totalmente perruna. He crecido con ellos.

-En un momento de la película pronuncia la frase: «Incluso las personas felices lloran». ¿Le sucede a usted también?

-Últimamente todo el tiempo. Siento ganas de llorar por cualquier tontería, especialmente a causa de mis hormonas. Cada vez que veo una película o un anuncio, incluso los de las compañías de seguros [risas]. Hace unos días, por casualidad, lloré después de vacunar a mi hijo.

-En España existe una gran controversia sobre si poner o no las vacunas.

-¿En serio? No, estaba llorando solo por su llanto, porque me entristeció el dolor que experimentó Santiago, pero era importante que fuera vacunado. Las vacunas son importantes.

-Se dice que en Hollywood uno nunca debería «trabajar con niños y animales». ¿Es verdad?

-Se necesita mucho tiempo y mucha paciencia, pero tuve mucha suerte: tanto la niña que interpreta a mi hija, como el actor-perro se portaron maravillosamente bien. Fue de verdad sencillo.

-¿Cuál es su relación con las redes sociales?

-Amo las redes sociales, como figura pública, las uso principalmente para conectarme con mis seguidores. Al mismo tiempo, me doy cuenta de los aspectos negativos que pueden tener, especialmente para los jóvenes que terminan bajo la presión de mostrar a toda costa un cuerpo perfecto y una vida perfecta. Todas las fotos que me hago están retocadas, nosotros contamos con la ayuda de profesionales. Las chicas más jóvenes, en cambio, ven y sienten que tienen que ser perfectas, pero al final lo que persiguen es solo una ilusión. Es algo que puede ser abrumador, en un sentido negativo. Las fotos que ven son muy subjetivas.

-¿Qué consejo le daría a una chica que está persiguiendo su sueño de convertirse en actriz?

-Tengo que pensar un momento, porque mi sueño no era convertirme en actriz. Fui a la universidad, me gradué y un día me dije que quería actuar. Fue más fácil para mí porque todavía tenía la seguridad de mi título, sabía que podía arriesgarme. Creo en el poder de la educación. Lo más importante es el estudio de la profesión, para estar listo cuando se presente la oportunidad de tu vida.

-Para usted esa oportunidad fue «Mujeres desesperadas». ¿Echa de menos ese período de su vida?

-Sí, para morirse. Echo de menos a mi Gaby (su personaje en la serie), nunca la olvidaré.

Las chicas sienten que tienen que ser perfectas, pero es una ilusión