Un empresa neozelandesa reabre el debate sobre la semana laboral de cuatro días

m. a. lago

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Un empresario neozelandés propuso a sus trabajadores reducir la jornada semanal de cinco a cuatro días. Esta medida ha abierto el debate en otros países... ¿sería posible instaurarlo en España?

04 oct 2018 . Actualizado a las 15:13 h.

Un modelo laboral que mejorase el equilibrio entre la vida profesional y personal de los trabajadores. Este fue el objetivo del empresario neozelandes Andrew Barnes en su empresa Perpetual Guardian a la hora de decidir reducir la semana laboral de cinco a cuatro días. Su experimento ha generado una gran polémica en todo el mundo.

Desde el pasado mes de marzo, esta empresa de seguros contó con la ayuda de la Universidad Tecnológica de Auckland para estudiar los datos antes y después de la reducción de jornada de 40 a 32 horas. Los 240 empleados de la compañía aseguraron tener mejor equilibrio entre su vida laboral y personal. Su nivel de estrés se había reducido casi un 10 % y su tiempo libre fuera del trabajo había mejorado su salud y su calidad de vida. En declaraciones al diario The Times, uno de los investigadores reconoció que «el rendimiento laboral de los trabajadores no cambió haciendo las cosas en cuatro días a la semana en lugar de cinco».

Eso sí, Perpetual Guardian también se vio beneficiada con la medida puesto que aumentó un 20 % su producción durante el periodo de prueba y los trabajadores de la compañía de Andrew Barnes estuvieron comprometidos con la empresa y trabajaron más entusiasmados. El propio personal de la compañía desarrolló varias estrategias para hacer más eficiente su jornada laboral como, por ejemplo, la reducción del uso de Internet que no estuviese relacionado con el trabajo o celebrar reuniones de 20 minutos en lugar de dos horas.

El mayor problema con el que se encontrón el empresario fue la legislación de su propio país, y el mantenimiento del sueldo de sus trabajadores, pero solventado dicho problema y garantizando el sueldo, la medida podrá ser instaurada legalemente en la empresa. El propio gobierno neozelandés ha considerado «muy interesante la medida» e instó a las demás empresas a seguir buscando fórmulas que mejoren la calidad del trabajo y del trabajador.

Esta medida, revolucionaria en Nueva Zelanda, ha abierto el debate en otros países. En concreto, la Confederación de Sindicatos Británicos ha propuesto adoptar medidas que mejoren las condiciones de los trabajadores, como la reducción de cinco a cuatro días laborables por el mismo sueldo. Desde el sindicato apuntan a que gracias a los avances tecnológicos y al incremento de la productividad, esta medida podría convertirse en realidad.

Según las estadísticas laborales de Reino Unido, más de 1,4 millones de británicos trabajan actualmente siete días de la semana, mientras que 3,3 millones de personas trabajan más de 45 horas a la semana. La Confederación de Sindicatos Británicos señala que el estrés y las largas jornadas laborales son la mayor preocupación de los trabajadores.

¿Esto podría ser posible en España?

Al contrario que otros países europeos, en España se trabaja más horas que en Alemania, Francia o Suecia, con pausas para comer más largas y horas de salida más tardías. Los españoles trabajan de media 1.691 horas al año, lo que sitúa al país por debajo de la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que es del 1.765, pero por encima de muchos otros países europeos como Alemania, Holanda, Dinamarca, Francia o Reino Unido.

La profesora Anna Ginès, experta en derecho laboral de ESADE Law School, señalo, en declaraciones a Europa Press que las jornadas laborales en España «son muy largas y los empleados pasan mucho tiempo allí, sometidos a un ritmo de trabajo elevado», pero eso «no se traduce en ser más productivos».

La ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, ha anunciado que el Gobierno está estudiando el establecimiento de un registro horario y el reconocimiento expreso del derecho de los trabajadores a la distribución regular o previsible de su jornada de trabajo. Según la ministra, se debe equilibrar la flexibilidad en la distribución de la jornada de trabajo desde la perspectiva de la empresa con el derecho de los trabajadores a una jornada previsible que permita la conciliación familiar.

Asimismo, ha asegurado que el Ejecutivo de Pedro Sánchez está estudiando también la situación que se está produciendo en relación con las horas extraordinarias, puesto que, según los datos del segundo trimestre de 2018 de la Encuesta de Población Activa (EPA), más de 825.000 trabajadores asalariados realizan horas extraordinarias, y más del 55% de los mismos no cobran por la realización de dichas horas. Esta medida se integra dentro del proyecto de actuaciones que el Gobierno va a realizar en los próximos meses para recuperar un mercado de trabajo «más garantista», con empleos con derechos y más calidad que el actual, ha indicado.