Mi perro come pato con quinoa

Marta Otero Torres
marta otero REDACCIÓN / LA VOZ

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SIMON DAWSON

La nueva tendencia de alimentación natural para mascotas divide a los veterinarios

04 nov 2018 . Actualizado a las 10:15 h.

Pato con ensalada de quinoa, Harina de maíz con queso Cheddar y pollo o Ensalada de pasta con cerdo, endivias y yogur. No son los platos de un restaurante ecológico de moda, son las ideas recogidas en el libro Feed me (Ed. Phaidon), que propone cincuenta recetas caseras para alimentar a los más peludos de la casa.

La apuesta por la alimentación natural es una tendencia al alza, que cada vez gana más seguidores y que empezó con la llamada dieta BARF, compuesta principalmente por alimentos crudos. Cada vez más dueños optan por esta opción, y expertos como Rodrigo Lezmez, que regentó en su momento una tienda especializada, asegura que «es lo mejor para los perros porque es lo más acorde con su biología». «Hemos interiorizado el tema del pienso -afirma- y creemos que no se puede alimentar a las mascotas de otra manera, pero es un error. Realmente sería como si nos alimentáramos nosotros a base de hamburguesas, pizza y comida industrial, porque el pienso no deja de ser eso», reflexiona Lezmez. «Ellos, si nosotros desapareciéramos de la faz de la tierra, no buscarían pienso, recuperarían instintos que tienen adormercidos porque les proporcionamos todo lo que necesitan. Volverían a cazar, volverían a comer en crudo, al final es su naturaleza», apunta.

La principal equivocación que se suele cometer cuando hablamos de darles dietas más naturales a las mascotas es ofrecerles comida casera, de la misma que comemos los humanos. «Eso es un error -asegura-, porque nuestra comida está muy condimentada, y lleva algunos ingredientes que no son buenos para ellos. La dieta cruda, o dieta BARF, es perfecta, pero, claro, para alimentarlos de esta forma se necesitan una serie de conocimientos. No consiste en coger un poco de esto y de lo otro y mezclárselo, hay que tener en cuenta muchas cosas para no generarle ningún déficit nutricional al perro. Y hay que tener tiempo y dedicación, sobre todo porque no es sencillo».

Javier Fernández, de la Clínica Veterinaria Monforte, también alerta sobre los peligros de alimentar a los perros con sobras. «Las sobras de la comida van a ser perjudiciales para el animal -asegura-. Nuestra comida no es lo que tiene que comer un perro. Si le das unos macarrones, no estás haciendo bien porque lo más probable es que le causes una buena diarrea. Nosotros llevamos adaptando nuestro sistema digestivo a una alimentación bastante extrema y variada. Es como si tu te vas a la India y cambias de alimentación por completo. En una semana no pararás de ir al baño».

Para este experto, en la actualidad al tema de la alimentación se le da demasiadas vueltas. «No es gravísimo que coma comida de casa, pero no le aporta ningún beneficio. La mayor parte de los problemas digestivos de los perros vienen relacionados con la alimentación casera, o porque se hace mal, o porque el perro come más de lo que debe. También por esa insistencia en darles huesos, que les causan problemas serios».

Por eso, muchos veterinarios siguen apostando por el pienso. «Es perfectamente válido y es mucho más cómodo para la convivencia con la mascota», asegura Javier Fernández. «El pienso también es comida natural, no creo que ofrezca ventajas la alimentación casera para la mascota y sobre todo para la convivencia con la mascota», añade.

Otra de las ventajas de la alimentación con pienso es que contribuye a regular el tema de paseos y salidas con la mascota. En cuanto a si existen grandes diferencias entre unas marcas de pienso y otras, el experto considera que «la mayor parte de las compañías ahora son multinacionales gigantescas, y las diferencias entre unas y otras es bastante escasa, porque todos acaban comprando las materias primas en el mismo mercado». Para Fernández, en la elección hay que tener en cuenta que cuanto mayor capacidad industrial tenga el fabricante, mejores serán los procesados. «Por mucho que una empresa pequeña se empeñe en decir que pueden realizar el producto natural de una forma más efectiva, son procesos gigantescos y es mucho más sencillo que los realice una empresa grande que una pequeña».

Para este experto, llevar al extremo la polémica sobre la alimentación de las mascotas es como la corriente que apoya la vuelta de la leche sin tratar. «¿Es realmente mejor? Pues es natural, pero también es natural que haya tuberculosis, pero no por ello es mejor».

Mascota a dieta por «sobrepeso y gusto caprichoso»

«No cabe duda de que el pienso es más cómodo, pero prefiero que mi mascota coma comida de verdad. Eso no quiere decir que le dé sobras. Es un esfuerzo, porque tengo que cocinar para ella porque no puede comer lo mismo que una persona, pero quiero darle lo mejor para que mi perro esté sano». Carmen tiene un perro que desde que era cachorro come alimentos frescos. Comenzó tomando dieta BARF congelada, pero ahora prefiere elaborarle su propia comida. Carne y pescado forman parte de su menú principal, alimentos que complementa con verduras como el calabacín o la calabaza. «El brócoli le encanta», dice.

El problema es cuando el animal queda a cargo de algún familiar. «Mucha gente no entiende que hay cosas como la sal o el azúcar que un perro no puede comer. Te dicen ‘‘os cans comeron toda a vida as sobras’’ y por mucho que les expliques que su organismo es diferente al nuestro a la hora de digerir los alimentos no lo comprenden», explica. Pero luego vienen las consecuencias. Ahora el perro de Carmen está a dieta porque, tras pasar un mes con un familiar comiendo «todo cuanto se le antojaba», tiene «sobrepeso» y, además, tras probar las mieles del jamón y los huevos caseros, ha adquirido un «apetito caprichoso».

«No es bueno que una mascota tenga sobrepeso. Era algo que me preocupaba y, por eso, he pedido la ayuda de un veterinario que me ha elaborado una dieta. No es nada raro y, pese a que pueda pensarse que darle comida a una mascota resulta caro, no lo es más que un pienso de gama alta. Incluso sale mejor. Pero además de esa forma no tengo miedo a que le falte ningún nutriente, porque los perros tienen que tomar calcio, vísceras... La comida que le hago es la que más le gusta», apunta.

Además, lanza una advertencia: «Toda la vida los perros han comido huesos, pero son peligrosos porque pueden astillarse».