Mercedes Milá se sincera en su nuevo programa: así se recuperó de su depresión

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La presentadora estrena este jueves «Scott y Milá». «En "Gran Hermano" tuve un desgaste de mi cerebro muy profundo y un estrés que me hizo saber lo que es la hiel de la depresión y del llanto», confiesa. En el primer programa cuenta cómo logró salir del pozo

27 feb 2019 . Actualizado a las 11:39 h.

Mercedes Milá está de vuelta. «Acostumbrada a la locura de una producción inmensa como fue Gran Hermano, donde tuve un desgaste de mi cerebro muy profundo y un estrés que me hizo saber lo que es la hiel de la depresión y del llanto, creo que he renacido». Así, Renacer, se titula precisamente el primer programa de la primera temporada de Scott y Milá, su nuevo proyecto en la pequeña pantalla que Movistar+ estrenará este jueves, 28. Será semanal y durará 50 minutos, un formato íntimo, personal y «muy diferente» a todo lo hecho antes por ella, confesó durante su presentación. 

«Cumplo años y sigo haciendo tele, que va tan unido a mi», dijo Mercedes Milá este martes en una rueda de prensa en la que reconoció que, esta vez, había tardado en volver «más de la cuenta». Ha sido una decisión muy meditada: después de desechar varias ofertas, desveló, fue su amiga María Ruiz, directora de la productora Zanskar, quien le aconsejó hacer algo en #0 de Movistar+.

No le costó mucho convencerla. Mercedes Milá explicó que había visto los programas de Jesús Calleja y de Raúl Gómez, productores también de este, -«el detalle tan exquisito que tienen»- y que pensó que quería algo así: «Me apetecía un proyecto más tranquilo, que fuese grabado, poderlo editar muy bien...». «Fue una suerte y un marronazo que Mercedes aceptara porque todo el mundo está siempre muy pendiente de lo que hace», reconoció en el mismo encuentro con los medios Ruiz, quien dijo que en Scott y Milá la presentadora «se queda sin parapetos, en el centro de los temas, para que el espectador conecte directamente con la emoción». 

Scott y Mila se estrenará con cuatro capítulos: el primero, Renacer, habla de su proceso de recuperación y de cómo su perro, un Schnauzer mini sal y pimenta de cinco años, en realidad heredado de su madre, le ayudo con su sola presencia. En el segundo, Amor animal, Mercedes Milá se vuelca en el amor a los animales a partir del que siente por su mascota y viaja a África para compartir una entrevista con Joan Goodall y mostrar un santuario de recuperación de chimpancés. Identidad es el asunto del tercer capítulo, donde, a bordo de una caravana y con su perro, la periodista recorre Cataluña, el lugar donde nació, en busca de lo que significa esa palabra; y en el cuarto, con el título Eco-Conciencia, dará un repaso al pensamiento ecológico y a la salud del planeta ayudada por un abogado indio que es Campeón de la Tierra de la ONU.

Milá desveló que para el regreso del programa, en otoño, ha propuesto un programa de «mujeres con descaro, un programa donde no haya ni un hombre». Fernando Jerez, director de #0, añadió que el canal no buscaba «periodismo ni a la presentadora, sino a Mercedes Milá», aunque María Ruiz agregó que los programas «no van» de su vida personal, «sino de cómo ella ve las cosas, las digiere». «Al principio -desveló Ruiz-, le costó entender qué queríamos». «He llegado más lejos que nunca en mi vida», ratificó Milá.

En cuanto a Scott, el otro protagonista, el director del programa, David Moncasi, aseguró que «se comporta como una estrella, siempre está en el plano». El programa cuenta además con una banda sonora creada por el ganador de un Goya (Un monstruo viene a verme) Fernando Velázquez y está producida por Zanskar Producciones en exclusiva para #0 de Movistar+, un «renacer» que la periodista asegura que no sabrá si es real hasta que el público le muestre que sigue interesando.

La depresión de Milá

El año pasado, tras meses alejada de los focos, Mercedes Milá habló abiertamente y sin complejos sobre una depresión que llegó a mantenerla postrada en la cama. «No podía ni levantarme». Lo hizo en la revista Lecturas y también en el programa Salvados, donde confesó a a Jordi Évole que no dormía, que lloraba de manera inesperada y que había momentos en los que le pedían autógrafos y no era ni capaz de pararse con los fans. «Cometí el error de meter a mi cerebro demasiada potencia», contó. «Los médicos me dijeron que no podía seguir haciendo Gran Hermano».

Mercedes Milá explicó entonces que comenzó a darse cuenta de lo que sucedía durante la última etapa que presentó el reality, cuando «no salía de casa». «Solo me levantaba para ir a hacer el programa». Pero no fue el concurso el que le condujo al pozo: fue una ruptura amorosa tras su separación. «Me enamoré de un chico muy joven y viví con él cuatro años. Cuando se fue había cumplido 50 años y entré en barrena», dijo. Y, en ese momento, apareció Gran Hermano en su vida, algo que califica como «una liberación», pero que terminó por atraparla completamente. «Le dediqué tantas horas que terminó matándome (...). El día que Carlos se fue de mi casa y me dijo que no podíamos seguir porque no había futuro, yo tenía por delante diez días hasta la final de GH», reveló.