La mayoría de los pacientes que piden un alargamiento de pene no lo necesitan

Uxía Rodríguez Diez
uxía rodríguez REDACCIÓN / LA VOZ

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Solo el 15 % de estas intervenciones en España se realizan en pacientes con micropenes

13 mar 2019 . Actualizado a las 12:49 h.

El alargamiento de pene es una operación que se realiza más habitualmente de lo que se pueda pensar. «Todavía sigue siendo un tema tabú. En esto sigue habiendo mucho miedo a preguntar e informarse. Estoy seguro de que consultan menos de la mitad de los pacientes que creen que tienen un pene demasiado pequeño», asegura Venancio Chantada, jefe de Urología del Chuac.

Se calcula que la gran mayoría de los hombres que piden un alargamiento de pene no lo necesitan realmente. Tan solo el 15 % de los que solicitan esta intervención en España tienen lo que se considera un micropene, es decir, menor de 7 centímetros. Por encima de esta medida, los expertos hablan de que el tamaño está dentro de la normalidad. El mayor estudio que se ha realizado sobre el tema arrojó que la media española en erección está en los 13,58 centímetros.

«Casi nadie lo pide porque tenga disfunción eréctil o cualquier tipo de problema serio. Lo piden porque creen que su longitud peneana es corta y eso les causa problemas psicológicos y de autoestima. Es una cirugía que, la mayoría de las veces, es más una intervención estética, como el que se opera la nariz para encontrarse mejor, que funcional», confirma el urólogo.

Existen dos tipos de procedimientos: «Por un lado está la cirugía de alargamiento de pene propiamente dicha. Se realizan unas incisiones en lo que llamamos la túnica albugínea (la envoltura fibrosa del pene). En ese cuerpo cavernoso se realizan unas incisiones transversales que después se rellenan con un injerto», explica Venancio Chantada. «Pero hay otra técnica con la que no se toca el pene aunque se sigue considerando alargamiento. Lo que se hace es descolgar, literalmente, el pene. Se corta el ligamento que lo sujeta al pubis (que se llama ligamento suspensorio del pene). A parte, se le añade una liposucción de la grasa que hay en el pubis. Así que el pene es el mismo pero parece más largo porque está descolgado. Es como si lo liberaras de las raíces para que lo que es el tronco parezca más largo», explica el doctor que asegura que, sobre todo esta segunda intervención, se está realizando mucho, también en Galicia.

La recuperación es rápida, el paciente se va a casa al día siguiente y en un mes puede recuperar su actividad sexual. Además, no es dolorosa. Por eso, esta opción es la que más éxito tiene. La obsesión por el tamaño del pene es una realidad y antes de cualquier intervención hay que trazar un perfil psicológico del paciente para decidir si se sigue adelante con la operación o si sus «problemas» se pueden solucionar de otro modo sin necesidad de pasar por el quirófano.

«En mi consulta privada me lo piden. En algunos pacientes lo rechazo pero en otros lo hemos hecho. Muchos gallegos se van a operar fuera de Galicia por la privacidad. Hay gente muy conocida que se opera fuera de nuestra comunidad para evitar que se entere su entorno», confiesa el urólogo.

Lo cierto es que estas intervenciones producen un alargamiento de pene de tan solo 2 o 3 centímetros por lo que el paciente que se somete a esta cirugía tiene que tener claro cuáles son sus expectativas y cuál será el resultado.