El día que Antonio David le devolvió a Rocío Carrasco a su hijo con un brazo roto

Martín Bastos

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La hija de Rocío Jurado ha recordado además como comenzaron los terrores nocturnos de su hija, se ha referido a Raquel Mosquera como «una persona que para mí no existe» y ha acusado a su tía Gloria de actuar «por venganza»

11 abr 2021 . Actualizado a las 23:22 h.

El cambio de día del documental sobre Rocío Carrasco lo ha vuelto a hacer líder una noche más. Lo logró con un 25,3 de cuota de pantalla y 2.236.000 de espectadores, dejando como segunda opción a la telenovela turca Mujer, que es uno de los mayores éxitos de audiencia de Antena 3. En el capítulo 6 de la docuserie, que debido a su larga duración se ha dividido en dos, Rocío Carrasco habló de la muerte de su padre, Pedro Carrasco, de la nulidad matrimonial, de las acusaciones de malos tratos que se vertieron contra Fidel Albiac y de su tormentosa relación con Antonio David Flores ya separados, pero en un conflicto continuo por dos hijos, Rocío y David Flores. 

Uno de los pasajes más escalofriantes que relató, y que en peor lugar dejan a Antonio David Flores, es el de un día que él devolvió a los niños tarde tras pasar el fin de semana con ellos. «Cuando tengo al niño en brazos lo toco, le beso y veo que tiene un bulto en el brazo de un tamaño impresionante», recuerda Rociíto. 

Al momento le preguntó a su hija, de corta edad, si le había pasado algo a su hermano. «Me dijo que se había caído de una litera el viernes», relató. «Cuando le vemos el bulto, Fidel me dice que hay que ir a urgencias porque tenía algo roto», aseguró. 

«La doctora me miró con desconfianza y me preguntó cómo se había hecho eso el niño, yo le dije ‘discúlpeme, sé por qué me está mirando así, acabo de tener a los niños porque han venido de estar con su padre'», explicó Rocío Carrasco, que del hospital se marchó al juzgado a poner una denuncia por «negligencia en los deberes de custodia». Finalmente la retiró porque, asegura, no quería hacer nada «contra el padre de sus hijos». 

Rocío Carrasco también relató como el juez le dio la custodia de sus hijos. «El acuerdo era que le diera a los niños una pensión compensatoria de 250.00 pesetas y una pensión por cada niño de medio millón», recordó. «Ha ido de padre doliente y nunca los ha querido tener», aseguró. «Se le tuvo que embargar 26.000 euros porque no había pasado la pensión nunca», añadió. 

Los terrores nocturnos de Rocío Flores

El infierno que vivieron los hijos de Rocío Carrasco con la separación se ve reflejado también en otra parte en la que ella habla de los terrores nocturnos que poco después comenzó a sufrir la pequeña. Y recuerda que ya en ese momento comenzó «la semilla del mal» y cómo los psicólogos que realizaron los informes psicosociales alertaron de que había riesgo de cronificación con mediatización de menores. «¡Eso es lo que ha pasado!», afirmó. 

«Yo empiezo a notar, cuando Rocío y David volvían de estar con su padre el fin de semana, que la niña salía al pasillo por las noches y empezaba a chillar. Gritaba: '¡Mamá, mamá! ¿Dónde estás?' Y yo la cogía y me metía con ella en la cama», recordó. «Una de las noches- ha seguido contando - Rocío me pidió dormir con su hermano en la habitación y yo les dejé 15 minutos juntos. Cuando fui a apagar la luz, me dijo que no la apagara, ni cerrara la puerta, y me senté con ella a los pies de la cama y le pregunté qué le pasaba. Ella me dijo: 'Mamá, es que papá me ha dicho que, cuando tú me acuestas, Fidel y tú os vais de casa y nos dejáis solos'», aseguró. 

«Cuando salí de la habitación me puse a llorar como nunca en mi vida porque me parecía una crueldad decirle eso a una niña de 5 años, de una crueldad supina, cuando los niños pequeños tienen tanto miedo a la noche. Ahí empecé a notar que todo estaba cambiando», añadió. 

Las durísimas declaraciones de la madre de Antonio David

Uno de los momentos más delicados del capítulo fue cuando Rocío Carrasco vio en pantalla las declaraciones que de ella hizo la madre de Antonio David Flores. Fue en el momento de pedir la nulidad eclesiástica, cuando ambos presentaron las alegaciones pertinentes, ella para que se la dieran y él en contra. De parte de Rocío Carrasco declararon su tío Juan de la Rosa que aseguró que vio a Antonio David durmiendo en el coche el verano que ella estaba embarazada de su segundo hijo y cuando supuestamente le fue infiel con Sonsoles. También de su tío José Antonio, que le recriminó su comportamiento. Y también su tía Gloria que declaró a su favor. Sobre el cambio de parecer de los dos últimos, que en los últimos meses han apoyado públicamente a Antonio David Flores, la hija de Rocío Jurado dejó entrever que se trataba de una venganza por la herencia de la más grande. 

Pero fueron las declaraciones de la madre de Antonio David las que más dolor le causaron a Rocío Carrasco. «Es cierto que mi segundo nieto nació con ciertos problemas, achacables a la vida poco decente que su madre tuvo antes del parto. Lo que puede decir es que su padre murió de un infarto y mi marido lleva dos años con alzheimer por culpa de la vida desarreglada de Rocío». Tras escucharla, Rocío Carrasco declinó responder de manera alguna a esto, recordó que se trataba de una persona mayor y que se «retrataba sola». 

La muerte de Pedro Carrasco

En el episodio de ayer Rocío Carrasco también recordó la muerte de su padre de un infarto. «Yo salí a hacer unas compras y, cuando llegué, Fidel me dijo que a mi padre le había dado un infarto. Yo le contesté que no pasaba nada, porque estaba con Raquel y que nosotros iríamos al día siguiente al hospital. Entonces, él me miró y movió la cabeza, y yo ya entendí que estaba muerto. Con él, se fue una parte de mí», dijo llorando. 

Antes habían conseguido arreglar las cosas y limar asperezas después de que, estando ella en coma, Pedro Carrasco, Jose Ortega Cano y Amador Mohedano echaran a Fidel de su casa. Le pidió perdón a los dos y consiguieron reconciliarse.«Mi padre no conocía a Fidel y por desgracia no le dio tiempo a conocerlo. Cuando ese año y pico pasa en el que yo no tengo relación con mi padre, me llamó por teléfono para llevarle los Reyes, bueno él quería que le llevase los niños a un sitio y yo le dije que no, que antes de que eso sucediese yo tenía que tener una conversación con él. Fidel me dijo que si yo no llamaba a mi padre y que viniera a mi casa, él se iba. Así lo hice, lo llamé, tuvimos una conversación muy larga en presencia de su mujer. Fidel no quiso estar en esa conversación. Terminó pidiéndole mi padre perdón a Fidel por lo que había sucedido en su día, pidiéndome perdón a mí, diciéndome que me quería y que se había equivocado, que él tenía miedo y tenía recelo a que Fidel pudiese ser como el padre de mis hijos. Y esa conversación terminó de esa forma», aseguró. 

«Mi padre se fue para su casa. Todo lo que se ha contado acerca de esa reunión por parte de la que fue su mujer es mentira por mucho que ella diga, mi padre no hubiese dicho de mi 'a esta hija de puta no la vuelvo a ver'. Mi padre no se fue en ese coche haciendo eses y pegando volantazos porque había tenido una discusión, sino por otras circunstancias. Por otras que ella sabe perfectamente, le quedará a ella en su mente», dijo desmontando la versión de Raquel Mosquera. 

Sobre Raquel Mosquera, que era mujer de su padre en ese momento, Rocío Carrasco aseguró que «las cosas no se hicieron bien tras la muerte de mi padre». « (A Raquel) la vi en el tanatorio, la vi en el entierro, hablé con ella luego en alguna que otra ocasión y ya, para mí esa señora, señorita, mujer, persona, para mí no existe, para mí existe sólo y exclusivamente lo que judicialmente se refiere, en el resto esa persona no existe. Voy a seguir como he hecho hasta ahora», añadió.  

Uno de los puntos de fricción que hubo tras la muerte de Carrasco fue a causa de un reloj que reclamaba Rociíto. «Quien me conoce sabe perfectamente cómo soy y sabe que no soy ni interesada ni materialista en absoluto, lo quería porque era el reloj que siempre llevaba él y se lo regalaron con una inscripción en la parte de atrás, que era el día que se casó con mi madre, no lo quería por nada más, si hubiese sido un Casio, también lo hubiese querido», afirmó. 

El ojo «morado» de Rocío Carrasco

Rocío Carrasco también recordó como vivieron las falsas acusaciones de malos tratos de Fidel hacia ella. Primero por parte de la tata de los niños que «fue una marioneta más de una trama donde haber si se va por ponerle como maltratador. Esta chica es Irma, entra en el 99 como tata de los niños y para ayudarme a mí en mi casa. Llega a mi casa un día llorando y me dice 'Rocío tengo que contarte una cosa'. Lo voy a leer con su propia boca. «El sábado 15 de abril Antonio David flores en presencia de José María Franco llamó para que viera a David Flores. La llevó a casa de Franco y le dijo que si iba al programa tómbola le daría una cantidad de dinero y que no se preocupase por nada. Le dijeron que tenía mejor no fuera a Tómbola y que fuera al juzgado a decir lo que Antonio David le dijese y además decir que Antonio David había coincidido con Fidel en la casa a pesar de ser mentira. Al contármelo, mi sentimiento de terror iba creciendo, porque no me podía fiar de nadie, imagínate como estoy yo en mi casa. Después de esto deja de trabajar en mi casa, pero yo no la echo, termina yéndose y sucumbiendo a lo que en su día dijo que no, sus circunstancias cambiarían y necesitaría dinero y esta señora lo que hace es ponerse en contacto con José María Franco e ir a una revista a decirle al director que Fidel me maltrata», aseguró. 

«En esa revista le dicen que no pueden publicar semejante cosa si no hay una denuncia de por medio y esta mujer se va al juzgado a poner la denuncia y a las dos horas se archiva, pero ya teníamos la portada», se lamentó. 

«Ese día voy a trabajar a Día a día y la gente me miraba raro porque no daban crédito, en un momento dado Carmen me llama al despacho y me dice 'hay esto'. Pero en ese momento era una impotencia... lo primero que hago es llamar a Fidel y le digo lo que ha pasado. Me senté con Teresa y dije lo que creía conveniente y de ahí sale el famoso ojo morado». «No señores no tenía el ojo morado, tenía el ojo lleno de ojera y negro. En ese momento le cuenta y le dice 'mira tiene un ojo negro' y la otra (Massiel) con la que yo he mantenido siempre una relación maravillosa porque ha sido muy amiga de mi madre, una vez más este señor utiliza a otra persona para decir lo que él quiere decir. Lo mismo que ha hecho con Raquel Mosquera, Coto Matamoros, Kiko Matamoros, Lydia Lozano», asevera.