Charlene de Mónaco, ingresada por propia voluntad: «Comprendió que necesitaba ayuda»

Martín Bastos

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Sus hijos Jacques y Gabriela mostraron en el balcón del palacio carteles con cariñosos mensajes: «Te echamos de menos, mami»

20 nov 2021 . Actualizado a las 10:23 h.

Mónaco celebra este viernes su día grande pero con un vacío en la foto familiar que cada año protagonizan los Grimaldi en el balcón de su palacio. La ausencia de Charlene, que no había fallado a esta cita del día nacional desde 2010, marca la fiesta de este año después de las revelaciones acerca de su estado de salud y de una fatiga que «no es solo física».

Jacques y Gabriela, los hijos de los príncipes, han protagonizado el momento más emotivo de la jornada. Mientras su padre, el príncipe Alberto, saludaba desde el balcón a los monegascos, sus hijos mostraban dos cartulinas dibujadas por ellos mismos con mensajes para su madre, con la esperanza de que ella pueda ver las imágenes y recibir su cariño desde la distancia. En ellas se podía leer: «Te echamos de menos, mami» y «te queremos, mami».

Durante los actos, los niños estuvieron atendidos en todo momento por sus tías, las princesas Carolina y Estefanía, que los tomaron de la mano. La celebración reunió a todo el clan Grimaldi como es habitual en esta fiesta, que contó con la presencia destacada de Carlota Casiraghi, sus hermanos y los hijos de todos ellos.

La princesa Charlene se limitó a felicitar al principado con un escueto mensaje en redes sociales.

Hace menos de una semana que Charlene, de 43 años, anunció su retirada de la vida pública por un tiempo tras regresar de Sudáfrica, lugar en el que ha pasado los últimos ocho meses debido a una infección de nariz, boca y oídos que le impidió volar de vuelta a casa, según la versión oficial. La casa real emitió un comunicado anunciando que la princesa no iba a estar presente en la celebración por el Día de Mónaco para «garantizar su mejor recuperación», a lo que se añadía que Charlene esperaba «poder llevar a cabo sus deberes junto al Príncipe y pasar tiempo con los monegascos».

El príncipe Alberto, de 63 años, conocedor de los numerosos rumores que ha desatado el estado de salud de su esposa, ha hablado de forma extensa con la revista People, aunque manteniendo en todo momento que su salud es un asunto privado. Ha confesado que Charlene está recibiendo tratamiento médico en un centro fuera de Mónaco, en algún lugar de Europa, para tratarse por una «profunda fatiga, emocional y física». La decisión de su ingreso fue tomada de forma conjunta por la pareja con el apoyo de los hermanos de Charlene. Afirma que su tratamiento durará varias semanas.

Explica el soberano que su regreso a Mónaco, hace ahora once días, «fue muy bien en las primeras horas, pero después se hizo muy evidente que ella estaba mal». «Voy a decir esto varias veces, pero esto no tiene nada que ver con nuestra relación. Quiero dejar eso muy claro. No son problemas dentro de la relación entre un marido y una mujer. Es algo de otra naturaleza», explica. «Estaba desbordada y no podía afrontar las obligaciones oficiales, la vida en general ni la vida familiar», añade.

Cuenta que llevaba días sin dormir bien y que «no comía nada bien, había perdido mucho peso, lo que la hacía muy vulnerable a otras enfermedades potenciales». Sobre esto, Alberto negó los distintos rumores que han surgido ante la falta de concreción de su dolencia: «No es covid. Y no está relacionado con el cáncer. No es un asunto de relaciones personales. Y, por rebatir otras especulaciones, no está relacionado en absoluto con la cirugía estética o un tratamiento facial».

Alberto explica que el pasado domingo, al volver él de un viaje a Dubái, se sentó con su mujer y con los hermanos de esta. «Ella ya había tomado la decisión y solo queríamos que lo confirmara delante de nosotros. Ella lo quiso así. Sabía que lo mejor que podía hacer era irse y descansar y recibir un tratamiento médico», relata el príncipe a la revista. «Se dio cuenta de que necesitaba ayuda. No puedes obligar a alguien a entender que necesita un tratamiento, tiene que aceptarlo la propia persona».

Sobre sus hijos, Jacques y Gabriela, afirma que «sabían que ella estaba cansada, que no era ella misma». «Les dije que necesitaba tiempo para descansar y que está en otro sitio, no demasiado lejos, donde algún día podremos ir a verla. Ellos lo entendieron».

Acerca de cómo está viviendo él mismo esta situación, explicó a la revista: «Esta suele ser la época del año con más trabajo. No tengo tiempo de ir por ahí con cara triste. Por supuesto que me entristece la situación, pero sé que ella ahora está en un buen lugar».

Desaparecida de la vida pública desde enero

El último acto público en el que se pudo ver a Charlene en Montecarlo fue el pasado enero con motivo de la festividad de Santa Devota. En marzo viajó a su país natal para participar en una campaña contra la caza furtiva de rinocerontes. Fue entonces cuando contrajo la enfermedad que la impidió volver al principado.

La larga estancia de la princesa en el país africano desató rumores sobre la relación entre el matrimonio monegasco. Unas especulaciones que han perdido fuerza cada vez que la exdeportista ha enviado a su marido un mensaje de cariño a través de las redes sociales o cuando Alberto viajó a Sudáfrica con sus hijos mellizos, Jacques y Gabriella, para visitarla durante el pasado verano.