Regresó para animar a su hijo Pablo en el partido de Champions que jugó con su equipo
11 mar 2022 . Actualizado a las 17:02 h.Más delgada, vestida de negro y ojerosa. Así ha reaparecido la infanta Cristina en Barcelona tras los convulsos meses que ha vivido en los últimos tiempos. Lo hizo para animar desde las gradas junto a una amiga a su hijo Pablo, jugador de balonmano del Barcelona y que disputaba un partido de Champions.
La hermana del rey continúa con su día a día en Ginebra, refugiada en su familia y en su trabajo en la Fundación Aga Khan, y, aunque tiene claro que no hay vuelta atrás en su separación de Iñaki, es innegable que no está siendo un momento fácil para ella. Ayer jueves arropaba a su hijo Pablo -a quien está muy unida- en su debut en la Champions de balonmano con el primer equipo del Barça, todo un hito en la carrera deportiva del joven que la infanta no se quiso perder, según recoge Chance.
Una reaparición de lo más comentada en la que llama la atención la delgadez y la seriedad de la infanta Cristina, además de las profundas ojeras que se pueden adivinar pese a que intenta ocultar su tristeza bajo la mascarilla. Vestida completamente de negro -lo que evidencia su bajada de peso en los últimos tiempos- la infanta no se perdió detalle del partido del Barcelona desde la grada, donde estuvo acompañada por una amiga con la que compartió confidencias, aunque también estuvo muy pendiente de su teléfono móvil, del que no se separó en ningún momento.
Esta es una de las primeras visitas a España de la infanta de la que se han podido captar imágenes desde que estalló el escándalo con la publicación de unas comprometidas fotografías de su aún marido, Iñaki Urdangarin, paseando de la mano con Ainhoa Armentia. Aunque se afirmó que ella sabía la existencia de otra mujer en la vida del exduque, algo que no está del todo claro según las diferentes versiones, el caso es que esas fotografías provocaron todo un shock para ella. Si en el pasado habían existido otras infidelidades, ninguna era tan evidente como esta portada de Lecturas.
Así que tras un encuentro familiar días después del tsunami informativo, la pareja anunciaba su separación. Ella lucía su anillo de casada, y como no se volvió a ver durante semanas a Iñaki Urdangarin y a Ainhoa Armentia juntos, se especuló con que podía haber posibilidad de una reconciliación. Pero nada más lejos de la realidad. La infanta Cristina, que compartió casi 25 años de casada junto a Iñaki y que vivió con él los momentos más delicados de su juicio en el caso Nóos, lo que supuso una ruptura con su hermano, el rey Felipe VI, zanjó cualquier atisbo de perdón.
Al tiempo además, las salidas de Urdangarin con su novia se hacían más públicas y ya no se esconden, con lo que todo apunta que la relación se afianza a pasos agigantados. Con la concesión de la libertad condicional a Iñaki, incluso estarían planeando irse a vivir juntos próximamente, mientras que él trata de encauzar su vida de nuevo lejos de la cárcel. Precisamente esta misma semana, Iñaki Urdangarin concedió su primera entrevista en años donde habló abiertamente de cómo fue su paso por prisión. «Es duro. Evidentemente es muy duro, por las condiciones en las que entré, por los años de intentar convencer y por las circunstancias que viví en soledad. Muy duro, sí», explicó en El Partidazo de la cadena Cope.