Los planes de Tamara Falcó semanas antes de su boda

Martín Bastos

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Tamara Falcó, el jueves en «El Hormiguero»
Tamara Falcó, el jueves en «El Hormiguero»

La marquesa de Griñón habría decidido ingresar un tiempo en un clínica para estilizar su figura de cara a su enlace con Íñigo Onieva

26 may 2023 . Actualizado a las 22:44 h.

Faltan 43 días para la boda del año. Esa de la que muchos ya sospechan que está «gafada». Los novios, Tamara Falcó y Íñigo Onieva, ajenos a los malos presagios, siguen centrados en su día a día. El novio, ahora sin trabajo tras ser despedido como relaciones públicas, intenta evitar las preguntas de los reporteros que hacen guardia día y noche en su casa, y Tamara Falcó, compagina los últimos detalles para su vestido, con sus compromisos laborales. Sin ir más lejos, ayer jueves acudió como cada semana a El Hormiguero

Sobre que Onieva se haya quedado sin empleo, la marquesa de Griñón ha contestado un escueto: «Fenomenal». Y es que dicen que la pareja prepara un proyecto de restauración en común que podría ver la luz a principios del 2024.

Tamara, al fin, ya tiene vestido, gracias a Carolina Herrera y a Wes Gordon. «La prueba de novia más maravillosa que ha tenido, me he sentido súper escuchada», aseguraba junto a Pablo Motos. Allí explicó que aún le quedan tres o cuatro pruebas, pero «por lo menos tengo algo que ponerme», bromeaba. También hizo toda una declaración de intenciones al confesar qué es lo que más le atrae de una persona cuando le gusta. «Evidentemente, no puede ser solo algo físico. Una mirada con algo de gracia, de chispa. No puedo estar con alguien que tenga encefalograma plano. Lo encuentro como una parte de la inteligencia», añadía. 

Con ese tema del estilismo solucionado, Tamara Falcó estaría pensando en irse unos días de retiro a una clínica especializada para estilizar su figura de cara al próximo 8 de julio. Así lo aseguraban ayer en Sálvame, indicando que la marquesa tendría inicialmente la idea de perder quince kilos, pero también se barajaba el objetivo de entre ocho y nueve kilos. 

Dicen incluso que lo habría hecho a espaldas de su familia y su prometido, algo poco probable ya que el pasado verano precisamente Isabel Preysler y su aún pareja Mario Vargas Llosa acudieron a una famosa clínica en Marbella, junto a la propia Tamara y un amigo, Hugo Arévalo, con el que se llegó a especular con el que tendría una relación, para pasar unos días allí sometidos a un estricto control de comidas. Se apunta a que el centro en el que se ingresará durante cerca de veinte días para perder esta considerable cantidad de peso supervisada por profesionales, sería la Clínica Buchinger de Marbella

Sobre este tema le han preguntado a la propia Tamara esta mañana en Chance cuando salía de su casa acompañada por Íñigo. Muy seria, la marquesa ha dado la callada por respuesta y no ha confirmado —pero tampoco desmentido— este ingreso para adelgazar 8 o 9 kilos antes de su boda. Impasible, se ha puesto el casco, se ha subido a la moto de su prometido y ha abandonado el lugar sin pronunciarse sobre esta nueva polémica