Trump oculta unas 100.000 páginas de información sobre su nominado al Supremo

Adriana Rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

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MARK RALSTON | afp

El ultraconservador Kavanaugh comienza hoy las audiencias de confirmación en el Senado de EE.UU.

04 sep 2018 . Actualizado a las 06:53 h.

Donald Trump retiene unas 100.000 páginas de información sobre el juez ultraconservador Brett Kavanaugh, su candidato a ocupar la plaza vacante en el Tribunal Supremo y cuyas audiencias de confirmación comienzan hoy mismo en el Senado. Lo poco que se sabe de los datos de la polémica es que fueron recopilados durante el mandato de George W. Bush (2001-2009) y posteriormente revisados por la actual Administración. El secuestro nada ha gustado a los demócratas que han catalogado el movimiento de Trump como «la masacre de documentos del viernes por la noche», en alusión a la conocida como «masacre del sábado noche» del escándalo Watergate, día en el que el entonces presidente Richard Nixon despidió al fiscal especial Archibald Cox

La decisión de la Casa Blanca fue revelada en una carta enviada al Comité Judicial del Senado el pasado viernes y a la que tuvo acceso The Washington Post. En la misiva, el letrado Bill Burck, representante de los registros presidenciales de Bush, señaló que un total de 101.921 páginas no se entregarían al comité porque en la avenida Pensilvania consideraban que «están protegidas por el privilegio presidencial». Además, Burck apuntó a que el propio Departamento de Justicia, a cargo de Jeff Sessions, también ordenó que se retuviera esa información tras entregar más de 267.000 páginas sobre Kavanaugh.

¿Qué esconde?

«La decisión de Trump de intervenir en el último momento y ocultar 100.000 páginas de los registros del juez Kavanaugh al público estadounidense, no solo no tiene precedentes sino que tiene todas las características de un encubrimiento», denuncio el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer. «¿Qué está tratando de esconder tan desesperadamente?», añadió.

Debido al carácter vitalicio de la plaza y el poder de sus propias decisiones judiciales, la elección del nuevo juez del Alto Tribunal es un acontecimiento clave en la política estadounidense. Trump nominó a Kavanaugh el pasado 9 de julio para sustituir al recién jubilado Anthony Kennedy, un juez conservador aunque en temas sociales solía acompañar el voto de los magistrados progresistas y deshacer los empates.

Trump no dejó pasar la oportunidad de proponer a un juez de neto corte conservador ya que en muchas ocasiones el presidente ha manifestado que los males actuales del país son consecuencia de la presencia de jueces progresistas en el Supremo.

A sus 53 años, Kavanaugh es un juez de apelaciones del Distrito de Columbia que trabajó como consejero de Bush. Su nominación tiene sin duda implicaciones de largo alcance para EE.UU., en temas como el aborto, la inmigración o las armas.

El Congreso se enfrenta a una agitado septiembre en el que además de la confirmación de Kavanaugh, debe evitar un nuevo cierre de gobierno en escasas tres semanas. En lugar de tomar su habitual receso de agosto, los legisladores se quedaron en Washington para aprobar nueve de los doce proyectos de ley sujetos a debate. Ahora queda por ver si los tres paquetes de gasto restantes superan o no la división en la Cámara.

Jordania rechaza la creación de una confederación con los palestinos

El Gobierno de Amán rechazó ayer la propuesta de la Administración Trump, revelada por el presidente Mahmud Abás, de crear una confederación entre Jordania y la Autoridad Palestina. «No hay alternativa» a la solución de los dos Estados, dijo la portavoz y ministra de Información, Jumana Ghneimat.

«Una confederación entre Jordania y Palestina no es algo abierto a discusión», añadió, según recoge el diario Al Dustur. «La posición de Jordania es clara y es conocida; se centra en el establecimiento de un Estado palestino con Jerusalén Este como capital», zanjó. La idea de un plan de paz basado en una confederación con el reino hachemí no es nueva y ya se barajó en el pasado. A principios de los años 80, el rey Huseín y Yaser Arafat tenían un plan para crear una confederación entre Jordania y Cisjordania, pero solo después de que Israel se retirara a la frontera de 1967.

Ni el Gobierno de EE.UU. ni el de Israel se han pronunciado sobre el plan desvelado por Abás el domingo, que supondría enterrar definitivamente la «solución de los dos Estados». La Administración Trump prepara una propuesta de paz para Oriente Medio que pomposamente ha denominado «el pacto del siglo», pero cuyos términos se desconocen. Desde el traslado de la embajada de EE.UU. a Jerusalén, la parte palestina canceló los contactos con los estadounidenses.