Cosmética en salones de belleza

La Voz

PATROCINADO

Los salones de belleza han experimentado un crecimiento acelerado en los últimos años, lo cual permite deducir que la demanda de tratamientos estéticos también se ha expandido considerablemente

10 mar 2020 . Actualizado a las 13:30 h.

El mercado de las peluquerías se ha tornado sumamente competitivo a nivel mundial, tanto así que en países como España existe un salón de belleza por cada 900 habitantes.

Y todo apunta a que este tipo de negocios seguirá repuntando. Sin duda, se crearán nuevos centros de belleza y los que ya existen no pararán de innovar y diversificar sus servicios a un ritmo acelerado.

En tal sentido, es imperativo que los propietarios y gerentes de los spa, peluquerías o estéticas se esfuercen por ofrecerle una atención excelsa a sus clientes, lo cual implica mantener sus espacios higienizados, contar con un personal de primera, o hacerlos sentir como en casa.

Aunque los aspectos más importantes que deben abordar son la seguridad y la higiene (no solo del lugar, sino también de todas las piezas e instrumentos utilizados para realizar manicuras, pedicuras y muchos otros tratamientos estéticos).

¿Cómo mantener la higiene en el lugar?

Los salones de belleza deben ser espacios completamente limpios e higienizados. Pero no nos referimos únicamente a sus pisos, mesones o baños, sino también a los instrumentos que se utilizan a diario para atender los requerimientos de cada cliente.

Por tal motivo es obligatorio que dichos instrumentos sean esterilizados (para eliminar microorganismos nocivos para la salud), de forma correcta y constante para mantener a salvo a quienes se someten a tratamientos de belleza que involucran un contacto directo con la piel.

De hecho, los salones de belleza deben acatar los requerimientos sanitarios que establece la ley del país en donde operan para esterilizar instrumentos de forma segura y responsable.

Por su parte, los clientes tienen la obligación de verificar que dichas regulaciones sean respetadas antes de concertar una cita en un salón de belleza que podría cambiar su vida para siempre.

Factores positivos de los salones de belleza

Existen múltiples factores que contribuyen a que un salón de belleza resulte seguro y plácido, lo cual incrementará los deseos de las personas de seguir visitándolo con periodicidad.

1. La seguridad es lo más importante

El riesgo es real. Incluso los procedimientos más sencillos pueden alterar las condiciones naturales de la piel. En consecuencia, los instrumentos de belleza no esterilizados promueven el contagio de hepatitis virales, micosis, ictericia, e inclusive, de infecciones mortales como el VIH.

Sin embargo, estos riesgos pueden evitarse completamente si se cumplen los procesos de esterilización al pie de la letra, y aquí es donde entra en juego un dispositivo llamado Autoclave Cosmetico.

Lo ideal es que los clientes pregunten si el salón de belleza que desean visitar posee dicho equipo de esterilización de instrumentos, y sobre todo, si saben cómo utilizarlo.

De ser así no tendrían nada de qué preocuparse, pero en caso contrario deberían inclinarse por visitar aquellas peluquerías que sí lo usen regularmente (solo así evitarán exponerse a enfermedades o infecciones que perjudicarían su salud dramáticamente.

2. Personal cualificado

Contar con un personal altamente cualificado es otro aspecto muy importante. En esencia, los procedimientos cosméticos deben ser realizados por profesionales que hayan recibido un entrenamiento de avanzada.

Además, estas personas deben actualizar sus técnicas y conocimientos constantemente, y para ello es necesario que acudan a cursos, talleres o seminarios formativos que les ofrezcan certificados o diplomas capaces de avalar su experticia en este campo.

3. Las recomendaciones tienen mucho peso

Es innegable que las recomendaciones de otros clientes tienen el potencial de motivar a las personas a consumir ciertos productos o servicios.

En este caso es aconsejable saber qué opinan los clientes de la estética que se desea visitar ¿Es segura?, ¿cumple con los estándares de higiene o comodidad?, ¿está limpia?, ¿su ambiente es agradable?

Conocer estos detalles es vital para evitar malas experiencias, pues la idea es que los clientes se sientan como en casa al acudir a una cita de belleza en un spa, o en un determinado centro de belleza.

También pueden leer opiniones en línea sobre el lugar; basta con acceder a Google Reviews, a sus redes sociales, o inclusive a foros en Internet para darle un vistazo a los comentarios que han emitido otros clientes sobre dicho espacio.

4. Excelente atención al cliente

Este factor es clave para convertir a los nuevos clientes en clientes recurrentes. Y dado que las personas visitan los salones de belleza con frecuencia es muy importante que su ambiente sea ameno y agradable.

Por tal motivo, su personal debe hacer todo lo que esté a su alcance para brindarle una excelente atención a los clientes.

Esto implica ?entre otras cosas- explicarles detallada y acuciosamente en qué consisten los tratamientos que se realizan en la estética, así como sus posibles riesgos, ventajas o beneficios.

Pero también deberán ofrecerles un trato cordial y hacerlos sentir a gusto durante toda su visita, o de lo contrario, no querrán volver a ese lugar bajo ningún pretexto o circunstancia.

5. Servicios ofertados en el salón

Los clientes también necesitan saber claramente los tipos de servicios que se ofertan en los salones de belleza.

Asimismo, sienten interés por conocer otros detalles relevantes, tales como los precios que manejan, o la forma en que se han distribuido sus espacios.

Por ejemplo, es común que se pregunten si existen áreas específicas para la realización de manicures, pedicuras, o de tratamientos faciales y corporales, pues ellos valoran mucho ciertos atributos como la privacidad, la seguridad o la comodidad.

6. Asesoría profesional

Los esteticistas deben estar preparados para asesorar integralmente a sus clientes. Esto parte por evaluar sus condiciones particulares (tipo de piel, sensibilidades, complicaciones de salud, etc.), para que los tratamientos realizados surtan los efectos esperados.

Mientras que las manicuristas o pedicuristas deben escuchar muy bien las necesidades de los clientes para que puedan satisfacerlas apropiadamente.

Una gran manera de aportarle valor a su experiencia de trabajo consiste en sugerir colores, diseños, o técnicas que se enmarquen en sus gustos o preferencias particulares.

De esta forma se sentirán atendidos, escuchados y tendrán deseos de volver a ese lugar en reiteradas oportunidades.

7. Servicios adicionales

Para que la experiencia del cliente alcance un nivel superior es recomendable agasajarlo con un pequeño o gran detalle.

Algunos salones de belleza se aseguran de que la música siempre sea agradable, o de servirles café, té, o ciertos bocadillos mientras esperan para ser atendidos.

Aunque también es común facilitarles alguna revista, o un libro, que los ayude a entretenerse, o que en definitiva amenice su espera al máximo.

Muchas veces un simple detalle puede marcar una gran diferencia, y por lo tanto, no pueden ser subestimados de ninguna manera.

Salones de belleza a la vanguardia

Actualmente existen miles de salones de belleza en el mercado, así que las personas que estén pensando abrir un negocio de este tipo próximamente deberían tener estos aspectos en mente de forma concisa y clara.

Solo así podrán destacarse y estar a la vanguardia, pero sobre todo, serán capaces de incrementar la demanda de sus servicios paulatinamente, puesto que sus potenciales clientes estarán encantados de visitarlos con frecuencia.

Por último, es necesario recalcar que la seguridad y la higienización de los instrumentos con que se realizan los tratamientos estéticos es sumamente importante.

Esta es la única manera de evitar infecciones de alto riesgo que perjudicarían la salud de los clientes de manera dramática, y que directa o indirectamente llevarían estos negocios a un eventual fracaso.