Alumnos de un colegio de Madrid convierten en eléctrico un Seat 600

Manolo Calleja

MOTOR

Los alumnos trabajando para convertir el Seat 600 en un coche eléctrico
Los alumnos trabajando para convertir el Seat 600 en un coche eléctrico MANOCA

Esta labor requirió 150 horas de trabajo y diez piezas nuevas

22 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Doce estudiantes de un colegio de secundaria y bachillerato de Madrid convierten en eléctrico un legendario Seat 600. Para ello han necesitado 150 horas de trabajo, diez piezas nuevas y mucha ilusión para hacer en realidad tan importante reto, en un momento en el que la electrificación de los coches está en su punto álgido.

Todo partió del profesor de Tecnología Industrial, Manuel Amor, del colegio San Patricio de Madrid, quien para motivar a doce alumnos de esta asignatura les propuso el reto de trasformar en eléctrico un coche histórico, que fuera pequeño y ligero. El docente pensó entonces que un 600 sería el ideal pues al pesar poco necesitaría menos batería y un motor más pequeño. La combinación de un modelo histórico y de alumnos de la Generación Z ha significado una revolución en el interior del viejo 600 que cuenta con pantalla táctil y control de luces automático, entre otros nuevos elementos. Para Manuel Amor resultó muy interesante ver como sus alumnos se imaginan el coche del futuro y cómo lo han convertido en realidad.

Interior del Seat 600
Interior del Seat 600 MANOCA

Los doce alumnos inmersos en este trabajo fueron aprendiendo a medida que avanzaba el proyecto. Han tenido que crear todas las piezas de acople del motor desde cero para poder construir el nuevo propulsor eléctrico. El profesor del colegio San Patricio destacó que «gracias a la reutilización, la reparación y el reciclaje de piezas y materiales, el proyecto es un ejemplo de economía circular».

Es evidente que el desarrollo de cualquier modelo está marcado por la superación de pruebas y obstáculos y el proyecto de hacer eléctrico un Seat 600 no iba a ser menos. Así tanto los 12 estudiantes implicados en este proyecto como su profesor se enfrentaron a todo tipo de restos y adversidades, en ocasiones bajo mucha presión. Ya en una de las últimas pruebas y cuando tenían que entregar el coche, al arrancarlo empezó a salir humo ante la desesperación de todos los integrantes del equipo estudiantil. Pero a pesar de los nervios y la desmoralización, no arrojaron la toalla y tras revisar las conexiones vieron que la alarma había saltado por un simple fusible que se había quemado, lo sustituyeron y pudieron presentar su ambicioso proyecto: convertir un Seat 600 que se fabricó hasta el año 1973, en eléctrico. Todo un reto, todo un éxito.