Cerdos y payasos

OPINIÓN

20 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El 19 de abril de 2012 escribí una columna en La Voz de Asturias que se titulaba «Cerdos y Payasos». Mientras la escribía (en el mismo teclado que estoy sentada ahora) no sabía que saldría publicada en lo que, finalmente, se convirtió en el último número de esa etapa del periódico. Dos días después, aún convaleciente por el cierre del diario que me daba los cuartos suficientes (nunca demasiados) para comer, me envalentoné y escribí en Twitter: «Si llego a saber que mi columna 'Cerdos y payasos' iba a ser la última de La Voz de Asturias, habría sido más explícita en lo de cerdos y en lo de payasos». No sé si a estas alturas del artículo se han dado ustedes cuenta pero sí, hablaba de los políticos. Y no, cuatro años y un mes después, tampoco voy a ser explícita, por mucho que alegrara este renacer. Que cada uno coloque a los representantes públicos de los diferentes partidos en la categoría que consideren oportuna. No es plan de que les haga yo a ustedes todo el trabajo.

¿Cuatro años y un mes?. ¡Qué queréis que os diga! Yo me noto idéntica: Tengo el mismo teclado, la misma pantalla, la misma cobardía y le puse a esta columna que leen el mismo título que entonces. Así que al loro (siempre quise escribir esto): Como decíamos ayer... «Cerdos y payasos».

Aquí va el titular que le cedo gratismente a La Voz de Asturias como primicia en esta nueva vida: El cambio climático reduce a dos las estaciones del año en España, invierno y campaña electoral. Si vas a viajar por nuestro país en periodo de campaña se recomienda el uso de ropa de entretiempo, calzado cómodo, tacones, chaquetón, bikini, gafas de sol y paraguas. Y es que en la estación de campaña tan pronto puedes sentir un frío helador por la espina dorsal arriba como un vaporazo de calor hacia dentro que ríete tú de la menopausia. Ah, y para la piel: Factor de protección electoral total. Se puede encontrar en farmacias. Aplicas el ungüento y te la resbala todo cuerpo abajo que es un alabar a dios.  Aquí lo dejo por hoy. Y dirán ustedes: «Perfecto, ¿y lo de cerdos y payasos?».  Resumamos en que todo es un circo. Pero ya lo explicaré con detenimiento. Prometo no tardar cuatro años y un mes.