Hoy tocan emociones políticas fuertes? y a lo peor, inútiles. Se reúne el Comité Federal del PSOE, que viene a ser como una síntesis de todo lo que dijeron estos días los dirigentes regionales, los dirigentes nacionales y el jarrón chino llamado Felipe González. Hablaron casi todos, menos Pedro Sánchez, que ya parece Rajoy por lo que aprendió a administrar sus silencios. Si no fuese por la foto robada en un chiringuito de playa, no tendríamos ninguna seguridad de su existencia física después de las últimas elecciones. Se lo podía haber tragado una urna, junto con los cinco escaños perdidos, y nadie se habría enterado.
Yo espero el resultado de ese comité con interesada ingenuidad. Me intriga saber cómo salen del lío en que están metidos. Los asistentes hablaron tanto, que llegan a la asamblea en estas curiosas condiciones ideológicas y estratégicas:
Si aceptan la invitación a formar la gran coalición, se les preguntará por qué no lo hicieron antes y nos evitaron repetir las elecciones. Si la rechazan, Rajoy les reprochará que son poco europeos y que en Alemania y otros países no pondrían los reparos que ellos ponen.
Si aprueban abstenerse, les dirán que traicionan a sus militantes, que no están en este mundo para facilitar que gobierne la derecha y, sobre todo, «esta derecha que tanto daño hizo», según algunos de los dirigentes socialistas. Si rechazan abstenerse, gran parte de la opinión publicada los acusará de falta de responsabilidad política y de negarse a que este país sea gobernable. Y si acuerdan abstenerse «un poquito» en el último minuto como sugirió Fernández Vara, eso, sencillamente, no se puede contar. Si su posición es de votar no y «no es no», como dicen los portavoces César Luena y Antonio Hernando, el Comité Federal será muy coherente con su asumido papel de oposición; pero no faltarán voces y plumas que les pregunten qué ganan con eso y si han calculado el daño que hacen al país.
Si algunos dirigentes siguen manteniendo que ahora es el tiempo de Rajoy, pero, si Rajoy fracasa tendría que intentarlo Sánchez y Sánchez va y lo intenta, se tendría que poner en manos de Podemos y ya sabemos lo que eso significa. Pero, si renuncia a la candidatura para no someterse a Podemos, alguien dirá que la historia no perdonará que se haya desaprovechado esta oportunidad histórica de la izquierda? aunque solo se tengan 85 escaños.
Y si al final de estos episodios dejan gobernar a Rajoy, ya pueden disponerse a escucharle a Pablo Iglesias proclamando que Sánchez es el caballo de Troya del PP y que votar PSOE es votar Partido Popular.
Intrigante Comité Federal. Comprenderéis mi interés por el desenlace. Interés malsano. Como si alguien fuese a morir.