Rompamos el silencio y ofrezcamos un gobierno al pueblo español alternativo al de la troika

OPINIÓN

16 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Se avanza un preacuerdo de gobierno, bajo la presidencia del político públicamente más corrupto desde la transición. Ciudadanos se sacrifica algo más que la media y el PSOE, nos sigue manteniendo en la duda, sobre qué nivel de sacrificio es capaz de hacer. Las seis propuestas de Ciudadanos para apoyar un gobierno del PP bajo la presidencia de Rajoy, tienen la misma veracidad que la propuesta y la táctica de aplicación de su programa electoral. Nos referimos evidentemente a las dirigidas a la ciudadanía, no las acordadas con sus patrocinadores de las empresas del IBEX. Con respecto al PSOE, las dos almas continúan en confrontación, la socialdemócrata honrada y democrática, minoritaria y a la defensiva históricamente y la neoliberal históricamente dominante. Miden sus fuerzas, consciente el sector neoliberal, que si dan su apoyo al gobierno del PP, cavan su tumba política. Los que necesitan aforamiento para blindar sus corruptelas, controlan el aparato e intentan convencer, pero los cuadros y dirigentes intermedios, luchan para evitar el suicidio político, al estar el gobierno neoliberal que se forme comprometido, con los recortes austericidas que la oligarquía euroalemana quiere imponer al pueblo español.

Recientemente, en los círculos comunistas por la confluencia popular, debatimos la complejidad de la situación política española en un informe-artículo, con el título de El bipartidismo en la encrucijada del sacrificio del más débil para la formación de gobierno, en el que valorábamos la situación contradictoria en la que se encuentra el PSOE. El resultado electoral no fue el esperado para Unidos Podemos, pero no cambió para nada el tablero político español. Los únicos que salimos ganando fuimos las clases trabajadoras y el pueblo, fruto solo de la inestabilidad, que la simple presencia de Unidos Podemos provoca electoralmente, que impidió hasta el momento, entrar a saco contra las pensiones, el salario de l@s emplead@s públicos y las empresas de carácter público que aún resisten, entre otras cosas.

Las dificultades que encuentra el neoliberalismo en la formación de un gobierno de sacrificio por España, para el perdón y el indulto para tod@s los que robaron y expropiaron al pueblo. Con el enriquecimiento ilícito personal de políticos, empresarios, banqueros y societarios de las empresas, bancos y multinacionales y allegad@s, las vemos, en la incapacidad que tienen PP, PSOE y nacionalistas burgueses, que desde una mayoría de tres cuartas partes del congreso, son incapaces de formar un gobierno, tal como han hecho desde la transición política. Desde los años setenta del siglo pasado, que llevan recortando el estado de bienestar en derechos y libertades, más la corrupción generalizada.

Pero ahora nos encontramos de nuevo en un momento de grave peligro, cuando, una vez que el Ciudadanos del IBEX, marca las cesiones necesarias para su apoyo a un gobierno de la troika. Ahora cuando el ala neoliberal del PSOE que domina en todas las estructuras orgánicas del partido, que presiona ofreciendo, cualquier formato  posible de gobierno presidido por Rajoy y el PP, es cuando desde Unidos Podemos y las confluencias, debemos ofrecer a las fuerzas democráticas del pueblo, no al PSOE en formato de gobierno de izquierdas, sino desde a ellos también, una propuesta de gobierno para el conjunto del pueblo y de las fuerzas políticas, sindicales y sociales. La cual rompa con las políticas austericidas de la troika euroalemana, bajo la presidencia del que proponga el PSOE, como fuerza mayoritaria parlamentaria. Desde un gobierno compartido, que recoja como mínimo las bases de democratización y regeneración de las instituciones del estado, bien en la línea portuguesa o hasta  otras posibilidades más amplias que impliquen la ruptura de las políticas de austeridad de la troika euroalemana.

La propuesta debe ir dirigida al grueso de las fuerzas democráticas políticas y sociales de progreso, no solo a los partidos que la puedan conformar en el parlamento español. Debe ser una propuesta mucho más amplia, dirigida, al conjunto de las fuerzas políticas, sindicales, de los movimientos sociales y al conjunto del pueblo, para formar un gobierno, como mínimo de democratización y regeneración política, con el objetivo de la acumulación de fuerzas democráticas y progresistas, de tal forma que imposibilite en un futuro, la formación de un gobierno fiel a la troika, que aplique las políticas austericidas euroalemanas, que llevarán al conjunto de los sectores más desfavorecidos de las clases trabajadoras y el pueblo a la mendicidad, la marginación social y la emigración.

Nos enfrentamos a muchos retos además del que nos puede plantear la troika en línea griega, que no es de extrañar, si la correlación de fuerzas europeas no nos es favorable. Pero al que nos vamos a enfrentar de inmediato para la formación de un gobierno del pueblo, no es que no se pueda formar o que no sea mejor gestor que los corruptos que nos gobiernan desde hace cuarenta años. Está en el miedo de las propias masas obreras y populares al cambio, teniendo ellas que tomar sus propias decisiones. Miedo a la intervención en la política, trasmitido culturalmente tras el genocidio cometido y perdonado por los poderes políticos institucionales, con la colaboración del reformismo neoliberal, tras el golpe de estado franquista de 1936. Este shock traumático no reparado socialmente, es el que desde las fuerzas democráticas, progresistas y revolucionarias, debemos incidir desde el trabajo de masas. Es posible vencer, es posible la verdad, y es posible la reparación y la justicia histórica ante el genocidio franquista. La batalla contra la cultura asimilada por las masas, bajo el miedo de la represión histórica, alcanza a una gran parte del electorado, envejecido por la falta de desarrollo y oportunidades de trabajo para nuestra juventud emigrada. Por eso, para obtener su voto y apoyo, tenemos que llegar también hasta ellos y sin medios de comunicación de masas, solo nos quedan los de siempre, el sindicato, la asociación de vecinos y los movimientos sociales, para ganar hegemonía.

Pero aun así, si realmente somos una fuerza del pueblo y de la clase trabajadora, no podemos ser cómplices por prejuicios, egos y sectarismos infantiles, de permitir la formación de un gobierno de la troika que legisle, desde la autoridad de ser el partido más votado democráticamente por el pueblo, el recorte de las pensiones, del salario de l@s emplead@s públicos, de la privatización de la empresa pública y de todo lo público que pueda dar beneficios a la empresa privada en el ámbito de la sanidad, enseñanza, servicios sociales, pensiones, justicia... Si realmente somos un movimiento político y social al servicio del pueblo y las clases trabajadoras, no lo podemos permitir, sin antes hacer todos los sacrificios posibles y necesarios, para impedir las políticas austericidas. Y si aun así, esto sucede fruto de nuestra debilidad e insuficiencias, que nadie de las fuerzas políticas de las que apoyen un gobierno de genocidas, quede sin responsabilidades políticas ante la sociedad y la historia, porque tenemos la obligación política de seguir luchando y seguir armándonos, no solo de razones políticas, también éticas y morales, para la construcción del bloque histórico de progreso, para la emancipación de una clase y un pueblo.