La vuelta al cole

OPINIÓN

09 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Llega Septiembre, y llega la vuelta al cole. Y no voy a hablar de la carestía de los libros o material escolar -que también sería lo suyo-, de lo que quiero hablar es de algo, que a mi parecer, se esconde tras «esos precios abusivos» y que es mucho más preocupante.

La exclusión social se ha incrementado desde el inicio de la crisis económica. En concreto, la exclusión educativa se ha duplicado en los últimos años, precisamente cuando en el resto de la población la evolución ha ido en sentido contrario.

La, ya duradera, crisis económica afecta a los grupos y personas que ya estaban en situación de vulnerabilidad, con más dureza, durante más tiempo y con efectos más nocivos y duraderos. Ya ha pasado factura, por ejemplo, la reducción del número de profesores de apoyo. Los recortes se han cebado con la educación compensatoria, lo que se traduce en la disminución o desaparición de programas destinados a atender al alumnado con mayores dificultades, de los servicios de refuerzo y atención a la diversidad, que se suma al aumento del ratio de alumnos por aula y en la reducción de las plantillas.

No pueden pasarnos por alto este tipo de elementos, ya que  son factores fundamentales que explican la mayor discriminación y exclusión de sectores vulnerables, en el sector educativo. Considero  también que esta crisis económica ha contribuido a aumentar el racismo social, ya que la gente comienza a ver al resto como competidores por recursos escasos. Otro factor, que en los últimos años se viene produciendo, es la concentración del alumnado con dificultades en determinados colegios públicos y barrios específicos, debido al trasvase de muchos niños y niñas a la escuela privada y concertada causado por la decadencia de la educación pública. Y este es el mayor error, que solo logra construir escuelas opuestas a la multiculturalidad y la diversidad.

La única solución es revertir los recortes y apostar por la educación pública y universal.

No obstante,la falta de denuncias por discriminación evidencia la desinformación, la desconfianza y el miedo de las víctimas. Es urgente la necesidad de que los dirigentes políticos asuman el rol que desempeñan en defensa del derecho fundamental a la igualdad.

Por desgracia,la aplicación de la legislación relativa a la lucha contra la discriminación educativa, es una tarea pendiente en España.