La fuerza de las Humanidades

OPINIÓN

29 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Comenzado el curso académico deseo recordar que se ha dicho en ocasiones diversas y de una manera repetitiva que las llamadas Humanidades tratan de preservar el pasado y no de crear el futuro. Para el autor de este artículo esto es una de las majaderías que se dicen sin pensar, con mala intención, y por medio de voces casi siempre abonadas a recibir prebendas sin saber de lo que hablan y sin vergüenza alguna. Estas voces son las que tratan de decir que los humanistas han dejado las actividades del mundo real para dedicarse a la contemplación, algo que, en verdad, ya no se lleva de ninguna de las maneras.

Hoy en día a las Humanidades hay que reconocerlas como una dimensión humana de todo el conocimiento, en el que se incluye a las ciencias de todo tipo y a las tecnologías más avanzadas. Son las nuevas Humanidades las que nos preparan para recibir los nuevos conocimientos, de qué forma deben utilizarse y cómo habrá que dejar que lleguen a sintetizar los campos innovadores de estudio en sus combinaciones interdisciplinares e internacionales.

Las Humanidades nos centrarán en una actividad creativa en la que se establezcan conexiones de todo tipo entre el conocimiento adquirido, desde nuestra experiencia personal, y el que surja de las áreas discretas que podamos estudiar para aumentar nuestra comprensión de mundo y sus cosas. Esta idea nos llevará hacia la coherencia intelectual que, aunque sea difícil de conseguir, puede entenderse como un principio que anhelamos alcanzar en nuestra vida.

El conocimiento humanístico en profundidad es indispensable. Se trata de un proceso en el que constantemente hay que ir introduciendo elementos que ayuden a los seres humanos a simbolizar un mundo de las ideas en evolución y progreso constantes.

Conocer en profundidad es algo indispensable. El conocimiento se puede definir de varias maneras. Una importante es la de cultivar el gusto hasta lograr un estadio especial de consciencia, por medio del cual el individuo se conecta con lo que ocurre en el mundo. Esta es una manera de argumentar y de buscar el apoyo en ideas que tienen que ver con la posibilidad de dialogar y de hacer proyectos futuros. Debido a esto, los elementos que vayamos a emplear en nuestra búsqueda del conocimiento, y en los procesos que utilizaremos, deben pensarse como algo provisional y pragmático, alejándonos de las ideas antiguas de que todo era eterno e incambiable.

Esta idea de totalidad ha de volverse incierta para poder avanzar y mejorar en nuestro devenir, dado que vamos a pensar que lo que falta por conocer es aún mejor que lo ya conocido, y por eso debemos aunar nuestro conocimiento. Por ello, el nuevo humanista tendrá que ser un chamán innovador que con sus cánticos y danzas, sus rituales, símbolos y mundo de las ideas, es decir, sus estudios e investigaciones, haga de mediación entre las Humanidades y los secretos de la naturaleza aún por descubrir.