Abstención en segunda ronda, manda Felipe

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

29 sep 2016 . Actualizado a las 08:50 h.

No habrá urnas con guirnaldas. Ni felicitaciones de navidad con los logos de los partidos. Ni el 18 de diciembre ni el 25 de diciembre. Ni fun fun fun. En caliente, olvídense de otras elecciones. Gobernará Rajoy con la muleta de Rivera. Volvemos a ese escenario. Volvemos a lo bestia, con carnicería y batalla legal en el PSOE. Pero ahí estamos. Sánchez, el empecinado, se terminará de desangrar acuchillado ayer por Susana Díaz, por Felipe González, por los 17 firmantes... Ahora sí que al PSOE no le interesan esas elecciones. Ahora sí que se abstendrán en la segunda votación de otra investidura y dejarán que Rajoy lidere un Ejecutivo en minoría que será un filón para el nuevo rostro del PSOE en el Congreso. Se hablará mucho de comisión de garantías, de militancia, de congresos extraordinarios, de gestoras, pero lo sustancial es que el PSOE ayer hizo público que se abstiene en segunda ronda. Que son oposición. Y quien lo manifestó fue Felipe, el de Suresnes. Se acaban las veleidades de otros gobiernos estimuladas por las celestinas que más tienen que ganar: sus supuestos socios de Podemos. Conmovía oír a Iglesias decir que estaba con Sánchez. Cuánto peor los socialistas, excelente para los podemitas. No sé si Rajoy estará contento. Muchos decían que eran mejor unas terceras elecciones, en las que volvería a crecer y fortalecerse el PP por hartazgo, que un Gobierno mórbido, sujetado por la veleta de Rivera, y que necesitará apoyos impensables para sacar adelante nada menos que los presupuestos. Cuando finalice esta autopsia socialista, que no será hoy ni mañana, el debutante portavoz en el Congreso (¿Madina?) irá a ver al rey y le dirá que se abstendrán a la segunda para evitar el ridículo de España y por la lógica de los números. Hay un acuerdo del PP, con Ciudadanos y Coalición Canaria, a seis escaños de una mayoría absoluta. Pero esta agonía de Sánchez, nominado para abandonar la casa de Gran Hermano de Ferraz, tendrá más capítulos que un culebrón venezolano. Querrá irse matando. Y la legislatura que vendrá será corta y dura. Este país está imantado hacia el desastre.