Tenemos que opinar todos

OPINIÓN

07 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En la semana en la que ha empezado el juicio de la Gurtel y nos hemos enterado de una nueva subida del paro, la noticia más seguida e importante es la que tiene que ver con las repercusiones ocurridas en el PSOE tras el Comité Federal del pasado sábado. Las peores especulaciones de lo que podía ocurrir se hicieron realidad. Casi 300 compañeros y compañeras discutiendo de manera tensa, contribuyendo al espectáculo televisivo con varios recesos ante la imposibilidad de llegar a un mínimo acuerdo, que derivaron tras muchas horas por obligar a Pedro Sánchez a dimitir y a dejar al partido en una situación crítica en manos de una gestora dirigida por el Presidente del Principado, Javier Fernández.

Uno de los puntos de fractura está en si los militantes debemos decidir o no el futuro del partido. Hay quienes defienden que sea un grupo reducido de personas quien tome las decisiones y otro, en el que yo me encuentro, que se deje opinar y decidir a todos sin distinción. Lamentablemente quienes dirigen el PSOE en este momento parecen limitar la voz de los militantes, hasta tal punto de que está en el aire incluso que el partido termine absteniéndose para dejar al PP gobernar sin más consulta que a los miembros del Comité Federal. Veo a muchos compañeros del partido defender esta tesis en las redes sociales, y yo no soy nadie para dar consejos, pero me da la sensación que las consultas o preguntas (o como se les quiera llamar) a la militancia no tienen marcha atrás, y hoy negar ese derecho les puede repercutir en su futuro si es que quieren aspirar a representar a los ciudadanos en las instituciones. Por tanto, considero que están en su derecho de defender esta postura pero que el tiempo no les dará la razón, sino que les dejarán fuera de juego. Una prueba es que son muy pocas las agrupaciones en todo el territorio nacional que han convocado una asamblea para que la militancia se exprese libremente. Esa cultura de dar voz a los afiliados tendría que estar en el ADN de nuestro partido, sobre todo en momentos trascendentales como el que vivimos. Al menos yo solamente he participado en las convocadas por Izquierda Socialista y tengo la noticia de otra que se celebrará en Oviedo, pero del resto de lugares desconozco la situación.

Sobre el tema de la abstención, creo que el PP ha mostrado ya sus cartas y ve un momento ideal agotar los plazos para ir a terceras elecciones. El PSOE sin rumbo y candidato, sumado a que confían en seguir arañando votos a Ciudadanos con la esperanza de alcanzar la mayoría absoluta, es un mejor escenario que tener que depender de otras fuerzas políticas para pactar presupuestos y distintas leyes.

No seré yo quien alabe a Pedro Sánchez, del cual he sido crítico por muchas de sus actuaciones, pero era mi secretario general y el primero que fue elegido por el voto mayoritario de los militantes. En el fondo tuvo mi pleno apoyo fue cuando se presentó a las elecciones de diciembre y de junio, además de celebrar su ‘no’ a Rajoy, pero en lo demás reconozco que yo discrepaba enormemente de sus decisiones. Lo que pasa es que creo que las formas por las que se ha tenido que ir no han sido las correctas, lo que conlleva a que me encuentre en una permanente contradicción sobre su figura.

No obstante, y como conclusión, me parece que más pronto que tarde habría que convocar ese congreso extraordinario para elegir al secretario general. Tenemos que opinar todos y decidir qué hacemos. Aunque a algunos no les guste los referéndums, las consultas y la participación de la gente, la democracia es así y hay que ganarse la confianza de los electores para ganar. Siempre hay que gobernar y decidir entre todos para legitimar lo máximo posible las decisiones finales.